Instinto
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El instinto desde la Biología se define como una pauta hereditaria de comportamiento cuyas características son:
- Es universal y común a toda la especie, y las excepciones y variabilidad son mínimas, explicándose por el instinto mismo.
- Posee finalidad adaptativa y de supervivencia.
- Posee un objeto específijo y fijo.
- Es de carácter complejo, es decir, consta de una serie de pasos para su producción: percepción de la necesidad, búsqueda del objeto, percepción del objeto, utilización del objeto, satisfacción y cancelación del estado de necesidad.
- Es global, compromete a todo el organismo vivo.
[editar] El instinto en los humanos
[editar] Teorías biologicistas
Según algunas posturas biologicistas, en los humanos se distinguen tres instintos, el instinto gregario, el instinto de supervivencia y el instinto de reproducción, aunque recientemente se han encontrado indicios de que podría existir otro, el instinto religioso, asociado a una zona del cerebro que muestra intensa actividad durante los episodios de epilepsia.
[editar] Otras concepciones
Otras concepciones, sostenidas tanto desde la Biología como desde las ciencias humanas (Antropología, Psicología, Sociología), han procurado demostrar que el ser humano carece de estas pautas complejas, aunque sí trae consigo otros tipos de mecanismos más simples como el reflejo. El psiquismo humano surgiría entonces como una forma adaptativa que procura suplir las falencias biológicas incorporando un determinismo que no tiene relación directa con lo biológico, sino que es psíquico, aunque se apoya en aquél.
Desde esta perspectiva, la vida social está entramada con la cultura y las formas de producción y dependencia mutua, y el instinto de supervivencia es nulo dada la prematurez de la cría humana y el hecho de que no se han encontrado conductas con las características dadas más arriba. No habría tampoco un instinto de reproducción, porque el hombre en su conducta sexual no reponde a dichos caracteres: la falta de un objeto fijo y determinado y la imposibilidad de cancelación de la necesidad destierran esa posibilidad.
Por último, formaciones de índole claramente social y cultural que la Antropología ha probado como tales, como es el caso de la religión, hoy en día prácticamente no están en discusión sobre su naturaleza; no dejan sin embargo de existir estudios que mediante las nuevas tecnologías buscan patrones entre funcionamientos cerebrales y determinados comportamientos, y extraen de allí sus conclusiones. Las críticas que se le han realizado, entre otras, abogan que es comprensible que existan patrones (el hombre es un ser bio- psico- social, no se compone de estratos separados), pero que esos patrones no demuestran causalidad, ni se explican por sí mismos.+++++