Manuel Lezaeta Acharán
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Manuel Lezaeta Acharán, médico naturista, abogado, profesor y escritor chileno. (17 de junio de 1881 - 24 de septiembre de 1959).
Es uno de los mayores pioneros de la medicina natural, creador de la Doctrina Térmica que revolucionó la medicina naturista y fue discípulo del Padre Tadeo Wiesent. Su vida estuvo marcada por la lucha inclaudicable con el sistema sanitario oficial (convencional) y la divulgación de su doctrina de salud en Chile y el extranjero.
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[editar] Biografía
Nació en Santiago, en una familia de 15 hermanos. Cursó sus estudios en Los Padres Franceses de calle Alameda y a pesar de que no fue un alumno destacado, pronto comenzó a revelar un carácter intrépido y aptitudes extraordinarias en diversos ámbitos, como la música, artes manuales, las ciencias, el derecho, etc.
En 1889 ingresó a estudiar medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.Víctima de dos delicadas enfermedades la Sífilis y Gonorrea, ambas de difícil cura en la época, por lo que debió suspender sus estudios, para iniciar una larga e infructuosa serie de tratamientos en manos de sus profesores y destacados especialistas de la época, a pesar de ello llegó al punto de ser diagnosticado sin remedio.
Decepcionado y dispuesto a morir a corto plazo, viajó un verano al balneario de Constitución, donde en forma fortuita y providencial se encontró con el Padre Tadeo Wiesent, sacerdote alemán que divulgó en América del Sur su sistema Hidroterápico de Kneipp. Sometido a este tratamiento pronto vio renacer su salud y su vitalidad, logrando luego su completo restablecimiento.
Impactado por los resultados y ante una perspectiva completamente diferente del arte médico, resolvió dedicarse por el resto de su vida al estudio y práctica de la medicina natural. Durante nueve años, Manuel Lezaeta, continuó al lado de este fraile estudiando acuciosamente los escritos de los grandes precursores del naturismo como Hipócrates, Vincenz Priessnitz, Sebastian Kneipp, entre otros, hasta que tuvo que ir a Colombia a curar leprosos.
En las enseñanzas de estos maestros encontró profundos conocimientos de la naturaleza, argumentos irredarguibles a favor de la alimentación vegetariana y el uso de los agentes vitales, que lo convencieron de las grandes ventajas del método natural y lo estimularon a perfeccionar las proposiciones presentadas por cada uno de ellos, que resultaban parciales, en una concepción sintética que explicara con claridad las leyes que determinan la salud y las causas que provocan su pérdida.
Siguiendo el modo integrador de la naturaleza llegó finalmente a enunciar su Doctrina Térmica de la Salud, lo que marcó un hito en la historia de la naturista, y ha resultado de un enorme valor, tanto para los estudios teóricos, como para el ejercicio práctico, dado que clarifica los objetivos de todo tratamiento y simplifica los métodos, de modo que se puede llegar a los mismos buenos resultados ya sea en plena naturaleza o aun en las artificiosas condiciones de la vida de la ciudad.
Convencido de que para el desarrollo de sus nuevas ideas y trabajos necesitaba perfeccionar sus conocimientos de Filosofía y Lógica, un paso que debería tomar para estar preparado para la defensa ideal, no retorno a la escuela de medicina, y en cambio, ingresó a la Escuela de Derecho de la misma universidad, donde realizó brillantes estudios titulándose de Abogado en 1904.
Su vocación humanista lo llevó a desarrollar diversas actividades paralelas, de servicio público, entre las que destacan su labor como Profesor de Castellano e Historia del Instituto de Humanidades de Santiago. En 1905 fue elegido Regidor por Santiago.
En 1911 contrajo matrimonio con Raquel Pérez-Cotapos Echeverría de cuya unión nace Rafael Lezaeta Pérez-Cotapos, de quién tiene 5 nietos. En 1944 enviuda.
Viajó incansablemente para divulgar su doctrina de salud por todo Chile y numerosos países como Argentina, Bolivia, México, América Central, Estados Unidos., entre otros, donde dejó innumerables discípulos. En muchos de estos países se han creado instituciones que llevan su nombre y promueven sus enseñanzas.
En septiembre de 1959, con motivo de su fallecimiento, un periodista uruguayo resumió en pocas palabras la personalidad de don Manuel Lezaeta, refiriéndose a él como: “hombre de ciencia y de conciencia, distinguido y talentoso, cuya obra de bien y de amor a la humanidad no podrá olvidarse jamás”.
[editar] El fallo histórico
Manuel Lezaeta Acharán fue perseguido por el sistema sanitario convencional, por ejercicio ilegal de la medicina, y también prohibió sus libros en un evidente exceso de autoridad y desconocimiento del legítimo derecho que a existir de otras escuelas de pensamiento en materia de salud.
La defensa legal de Manuel lezaeta Acharán resultó en el histórico fallo del 30 de agosto de 1937. Los tribunales de justicia aceptaron su defensa y establecieron lo siguiente:
- "Se reconoce al hombre un derecho inalienable, común a todo ser viviente, que es el de aprovechar los beneficios de los agentes naturales sin intervenciones extrañas de titulados"
- "El uso de los agentes naturales de la vida como son la alimentación natural, las plantas, el agua, el aire, el sol y la tierra, no esta sujeto a la tuición médica"
[editar] Sus enunciados de medicina natural
La Medicina Natural enunciada por Manuel Lezaeta Acharán y continuada por su hijo, Rafael Lezaeta Pérez Cotapos, surge de la experiencia e investigaciones de este sabio, influido a su vez por los conocimientos legados por el Padre Tadeo Wiesent quien además tuvo un privilegiado contacto con una de las fuentes más genuinas de la medicina popular chilena: las prácticas médicas y los conocimientos fitoterapéuticos de la ancestral cultura mapuche.
Enunció su “Doctrina Térmica” denominada “Ciencia de la salud”, está enraizada en milenarias tradiciones que surgen en el momento mismo de la aparición del hombre y es cultivada por egipcios, caldeos y otras culturas tradicionales. Básicamente sostiene que la Naturaleza es el mejor “médico” de los seres humanos. De acuerdo a este principio la clave está en potenciar la salud de las personas y no en “combatir las enfermedades”. Para ello es fundamental preservar la armonía de los seres humanos con los ciclos naturales del universo y principalmente restablecer el “equilibrio térmico del cuerpo”. Este enunciado se constituye como fundamental en esta práctica médica y se basa en la convicción de que es primordial mantener la temperatura normal del organismo (37º centígrados) tanto en la superficie del cuerpo como en sus entrañas.
Así, una dieta sana y equilibrada que posibilite una buena digestión, una normal respiración y un adecuado proceso de desintoxicación a través de la piel, van a representar las claves medulares de la Medicina Natural. Es importante añadir además que para Lezaeta este equilibrio se entiende como un todo integral, esto es, que la salud del cuerpo implica asimismo la armonía emocional de las personas.
Estos preceptos que coadyuvan a “sintonizar” con las leyes naturales fueron expresados Lezaeta en el siguiente “decálogo”:
- 1. Respirar aire puro.
- 2. Comer exclusivamente productos naturales.
- 3. Ser sobrios constantemente.
- 4. Beber únicamente agua natural.
- 5. Tener suma limpieza en todo.
- 6. Dominar las pasiones, procurando la mayor castidad.
- 7. No estar jamás ociosos.
- 8. Descansar y dormir sólo lo necesario.
- 9. Vestir sencillamente y con holgura, y
- 10. Cultivar todas las virtudes, procurando siempre estar alegres.
Además Lezaeta profundizó en la Iridología (irología), que es el estudio del iris del ojo para conocer el estado fisiológico del organismo. Asimismo se ocupó de atender al aspecto de la lengua, las uñas y las manos por cuanto entendía que todo estaba interconectado.
[editar] Instituciones
En 1949 Manuel Lezaeta acompañado de un selecto grupo de cultores del naturismo fundó la Asociación de Cultores de Vida Natural, que a su vez, con su hijo Rafael Lezaeta Pérez, fundo el Hogar de Vida Natural, el primer sanitario de medicina natural en América del Sur. Situado en Las Condes, con 100 camas habilitadas, atendió a miles de personas a lo largo de 25 años. Esto dio paso a la "Cooperativa de Servicios de Villa de Vida Natural", que en su moderno inmueble, desde 1967 a la actualidad ha mantenido sus actividades.
Esta institución pionera de salud natural en Chile y América Latina, desde ese entonces ha formado profesionales de naturismo y perfeccionó a los médicos naturistas, que fue un precedente incluso en España, formándose un convenio con la Universidad de Barcelona, para entregar docencias a sus graduados en ese país.
[editar] Libros
Su libro más importante, "La Medicina Natural al Alcance de Todos", se ha convertido en un clásico de la escuela naturista, de circulación mundial. En 1989 se corroboró como el libro de medicina naturista mas leído en América Latina, con 13 ediciones agotadas en Chile, 13 en Argentina, 35 en México, 6 en España y 5 en Portugal y Brasil.
Está editado además en Italia, Inglaterra, Francia, Estados Unidos y Alemania, y hacia 1989 ya llevaba 148 ediciones en el mundo.
Entre sus demás libros de destaca " El Iris de tus ojos revela tu salud"; también otros escritores han publicado obras referentes a Lezaeta como " La Cocina de lezaeta" de Irma Hernández de Montiel y " La Medicina Natural de Lezaeta Paso a Paso" de José Bueno de la Rivera.