Willy Oddó
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Guillermo "Willy" Oddo Parraguez
Músico e ingeniero argentino. Antes de estudiar en la UTE, donde era entusiasta partícipe de las peñas y actividades culturales, pasó algunos años en la Escuela Naval, donde demuestra sus aptitudes para el fútbol. Se integra al Quilapayún en 1967 para reemplazar a Julio Numhauser y pasa a convertirse en uno de los personajes más importantes y queridos del conjunto. Destaca de inmediato por su voz, que sería solista, en infinidad de temas como Canto a la pampa, Soy obrero pampino de la Cantata Santa María, La carta, Pido castigo, Re–volver, Lunita de lejos, y muchas otras. Tocaba guitarra, vientos y percusiones y era uno de los puntales en escena del conjunto. Participó muy esporádicamente en la composición de temas, donde destacan El plan leopardo y General Prats, usted tenía razón. Además, en el grupo era el encargado junto a Rodolfo Parada de estructurar los programas de cada recital y de llevar una minuciosa bitácora de las giras de la agrupación.
Fue amante fervoroso de la música argentina (especialmente de los tangos y las zambas) y admiraba preferentemente al grupo Los Fronterizos, al que tuvo oportunidad de conocer en el exilio y pudo actuar con César Isella, el destacado ex integrante de este grupo y compositor de la Canción con todos.
Paralelo a su carrera con el conjunto, comenzó a vincularse al mundo de la gestión cultural y por ello decide abandonar el Quilapayún en 1987, cuando parte a Argentina para trabajar a dicho país y estar más cerca de Chile para el retorno. Una vez levantado el exilio vuelve a Chile y, con la llegada de la democracia, asume como encargado de cultura de la Municipalidad de Santiago, donde trabajaba hasta que el 7 de noviembre de 1991, fecha en que es asesinado en un incidente nocturno. Sus compañeros le dedicaron el disco Latitudes con las siguientes palabras:
“Dedicamos este trabajo a nuestro amigo y compañero de canto Willy Oddó, miembro de Quilapayún de 1967 a 1987. Nuestra emoción para el propagador de la libertad y la alegría, para el artista carismático y emotivo, para el compañero esencial de tantos años de exilio. Willy seguirá siempre en nuestras canciones, rechazando el momento de la ausencia definitiva”.
Quilapayún, París, febrero de 1992.
El día 9 de noviembre de 2002, con motivo de cumplirse 11 años de la muerte de Willy, se realizó un acto en el Cementerio General de Santiago.