Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) son organismos con fines de lucro dedicadas a administrar los fondos derivados de los aportes jubilatorios realizados por los trabajadores en el régimen optativo de capitalización establecido por la ley 24.241 de reforma previsional del año 1993. A cambio de una comisión, deducida de los aportes de los afiliados, administran la inversión del capital acumulado, ofreciendo a los aportantes una rentabilidad vinculada a la capacidad financiera de la empresa, y se encargan del pago de las prestaciones y beneficios una vez alcanzada la jubilación. Su funcionamiento está regulado por la Superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones, La Superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones es una entidad autárquica con autonomía funcional y financiera, en jurisdicción del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación.un ente gubernamental dependiente del Ministerio de Economía.
Al trabajador que opte por este sistema se le asigna una Cuenta de Capitalización Individual, a la que deberá aportar, obligatoriamente, un 11% del salario. Además puede realizar aportes voluntarios. La cuenta es de su propiedad, pero es administrada financieramente por la AFJP de su elección y tiene rentabilidad garantizada. La comisión de la AFJP es fijada libremente por ésta.
Cuando el trabajador se jubila, puede optar por transferir el dinero acumulado a una compañía de Seguro de Retiro para la compra de una renta vitalicia previsional, o retirarlo directamente de su cuenta en forma de pagos programados.
La implementación del sistema de AFJPs, que significó una privatización parcial de los servicios sociales, produjo grandes controversias; la esperada reducción en el gasto público, gracias a la externalización de los costes de administración, y la mejora en la rentabilidad de los planes de pensiones, no se han cumplido en la medida deseada, y un sector importante de los trabajadores continúa aportando al régimen de reparto gestionado por el estado. A raíz de ello, en 1997 y 2001 se realizaron ulteriores reformas sobre la regulación financiera de las instituciones. El resultado de las mismas no está aún claro, en parte debido a la crisis económica que padeció el país a comienzos de la primera década del milenio, pero la rentabilidad de los fondos privados ha seguido por debajo de las expectativas.
La importante merma de entrada de dinero que le provocó a la administración pública argentina, fue en parte una de las causas que provocaron la crisis económica que se desencadenó en el país a fines de la década de 1990 y con toda su virulencia en 2001. Para hacer frente a los creciente déficits públicos, el estado nacional tomaba deuda, de la cual las acreedoras más importantes eran las propias AFJP, dándose la paradójica situación de que un monto de dinero que antes administraba directamente el estado ahora era utilizado por empresas privadas para ganar intereses financiando al mismo estado.
Desde 2002 se han estudiado diversos planes para modificar el sistema, volviendo al viejo sistema de reparto o implementando un sistema mixto donde el sistema de reparto, administrado por la ANSeS, tuviera un mayor peso. Sin embargo, estos proyectos han quedado en la nada, avanzándose solamente en la posibilidad de que quienes ingresan en la vida laboral puedan optar ingresar al sistema público de reparto, no debiendo estar obligados a aportar a una AFJP. Al hacerse cargo Felisa Miceli del Ministerio de Economía a fines de 2005, ha expresado que uno de sus objetivos es revisar el sistema de las AFJP, al que ve como un fracaso.