Agila I

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Agila, elegido rey de los visigodos de Hispania en 549 tras el asesinato de Teudiselo, su reinado duró hasta 554.

[editar] Acceso al trono

Agila, de sangre estrictamente visigoda, subió al trono a finales del 549, y desde el año siguiente combatió contra Córdoba, probablemente rebelada, aunque Abadal opina que aun no había caído bajo control visigodo (como buena parte de la Bética). Isidoro de Sevilla narra que el rey visigodo profanó la tumba cordobesa del mártir Acisclo, lo cual le reprocha, y que es un hecho poco corriente dentro de la tradicional tolerancia de los reyes arrianos con el catolicismo. Es posible que fuera esta profanación la que motivara la revuelta.

[editar] Derrota ante los rebeldes de Córdoba

En el primer combate el rey perdió la batalla, un hijo, el grueso del ejército y el tesoro real (que al parecer los reyes llevaban consigo en las guerras), debiendo retirarse apresuradamente hacia Mérida, capital de la provincia de Lusitania. La situación de debilidad del reino pudo alentar otras rebeliones, y facilitar las incursiones de los vascones.

[editar] Rebelión de Atanagildo

Aprovechando la situación se rebeló (551) un noble llamado Atanagildo, quien fijó su residencia en Sevilla, capital de la provincia Bética (o de la parte de ésta dominada por los visigodos).

[editar] Probable alianza entre Atanagildo y Córdoba

Aunque no existe ninguna prueba de relaciones entre los Cordobeses y Atanagildo, es muy probable que existiera una alianza formal o tácita, cuyas términos solo podemos intuir.

[editar] Primeros meses de combates

La idea más generalizada es que, pese a todo, los primeros combates desarrollados en los meses centrales del año, no fueron favorables al rebelde, quien a finales del mismo año se vio precisado a buscar una ayuda más importante que la que podían ofrecer los cordobeses.

[editar] Posibles partidarios de Atanagildo

Es probable que los partidarios de Atanagildo fueran miembros de la facción nobiliaria que en su día había apoyado a Teudigiselo, que fue asesinado en Sevilla. Agila sería el líder de la facción rival. La sucesión visigoda no estaba bien regulada. Se cree que cuando un rey relativamente poderoso moría dejando un hijo mayor de edad, que se hubiera distinguido en el campo militar o político, o que tuviera un cierto peso entre la nobleza, su elección era un mero formulismo. Pero cuando un rey moría sin dejar hijos (que pudo ser el caso de Teudigiselo) o sin haber asentado sólidamente su poder, sus partidarios intentaban que fuera elegido uno de los suyos; si lo lograban la situación se mantenía estable, pero si no lo lograban, quedaban en una precaria situación que fácilmente podía conducirles a la rebelión, si, por ejemplo, temían que sus propiedades fueran confiscadas por el nuevo rey.

[editar] Rivalidades nobiliarias

Teudegiselo era probablemente uno de los partidarios de Teudis, y había tenido una destacada actuación militar el 541 y quizás en otros momentos, pero tras ser asesinado parece haberse impuesto una tendencia rival. Los fracasos de Agila podrían deberse a la falta del apoyo unánime o entusiasta de la parte de la nobleza que había apoyado antes a Teudis y encumbrado a Teudigiselo. Si Agila intentó castigar a esta nobleza dudosa, no podría extrañar que estallara una rebelión, y que los nobles colocaran a su frente a uno de ellos, que sería Atanagildo.

[editar] Alianza con los bizantinos

Según San Isidoro, en su Historia Gothorum, Atanagildo solicitó ayuda a los bizantinos, cuyo emperador, Justiniano, decidió enviar una expedición al mando de Liberio, un anciano de ochenta años, que había sido prefecto de Teodorico en la Galia Narbonense (cuando gobernaba en nombre de su nieto Amalarico), y que durante su gobierno en dicha provincia fue objeto de un intento de asesinato por parte de algunos visigodos, probablemente opuestos a la dominación ostrogoda. No obstante parece que el historiador godo Jordanes sugiere que no fue con Atanagildo con quien se alió el Emperador Justiniano, sino con el legítimo rey Agila, o cuando menos parece que era ésta la versión oficial que difundía la propaganda imperial.

[editar] Precedentes de la actuación bizantina

La sugerencia de Jordanes hace más verosímil el curso de los acontecimientos siguientes. Y de hecho, Justiniano había actuado en dos casos precedentes apoyando al rey legítimo y no a los rebeldes: En el 533 intervino en África contra el príncipe usurpador Gelimer (arriano) que había derrocado al rey Hilderico, que favorecía a los católicos, después de perder una batalla contra los beréberes; y en Italia, donde la reina romanizante Amalasunta fue asesinada por su segundo esposo el rey Teodato (que tras acusarla de estar en tratos con Justiniano la hizo encerrar en un castillo donde poco después fue asesinada), en castigo de lo cual despachó tropas el Emperador de Oriente.

[editar] Hipótesis sobre la situación el 551

¿Bajo que condiciones podía enviar ayuda Justiniano a la península Ibérica?. La derrota de Agila el 550 ante Córdoba fue muy grave: se perdió el tesoro real y murió buena parte de la nobleza (incluido un hijo del rey). La derrota alentaría otras rebeliones. A buen seguro los vascones, simultáneamente, volvían a asolar el Valle del Ebro. Seguramente, los cántabros se extendieron hacia La Rioja. Las tribus astures y el distrito de Astúrica debían ser independientes. Incluso pudieron producirse otras rebeliones locales. El periodo invernal sería el momento en que la nobleza visigoda tendría ocasión de reunirse y deliberar. Si, como sospechamos, Agila encabezaba solamente una facción de la nobleza, debía contar con numerosos enemigos. Teudigiselo y Teudis (y antes Amalarico) simbolizaron el elemento pangodo, más abierto a las influencias externas, mientras Agila representaría la reacción nacionalista visigoda. Por tanto es probable que una rebelión contara con el apoyo de los antiguos elementos ostrogodos que habían optado por la nacionalidad visigoda, y de los magnates partidarios de una colaboración con los ostrogodos o cuando menos hostiles a Agila, que con su fracaso militar (y su probable falta de perspectiva política) provocaba la destrucción del reino. Atanagildo sería el hombre que estos elementos escogerían para llegar al trono.

[editar] La intervención bizantina

¿Pediría el partido de Atanagildo ayuda a los bizantinos, en guerra con los ostrogodos de Italia?. Aun suponiendo que las luchas de facciones no existieran, y que Atanagildo y sobre todos los nobles que le apoyaban no tuvieran simpatías pangodas ¿Podría intervenir Justiniano en apoyo de un rebelde?. Su intervención sería ilegal. Si Justiniano deseaba aprovechar la situación para intervenir en el Reino Visigodo podía hacerlo legalmente en favor del rey legítimo, o bien ilegalmente, en cuyo caso no necesitaría valerse de una pequeña rebelión local para intervenir.

[editar] Posibles inexactitudes de Isidoro de Sevilla

Por tanto, si Isidoro de Sevilla se equivoca o falsea la realidad, la situación sería que Atanagildo habría obtenido diversas victorias militares y consolidado su posición o habría obtenido la adhesión de al menos dos provincias (la Bética y la Cartaginesa); en la campaña del siguiente año estaría en disposición de tomar el poder. Agila hubo de solicitar auxilio a Bizancio. Isidoro de Sevilla pudo desconocer la realidad, pues escribió muchos años después, cuando otra dinastía (acaso Liuva I fue un rey de consenso entre las dos facciones enfrentadas, después diluidas bajo el paso de los años y el vigor del reinado de Leovigildo) había sustituido a Atanagildo, al que se acusó de los males que aquejaban a la dinastía siguiente (los problemas con los francos y con los bizantinos) sin ser realmente el causante. No obstante, no deja de ser sorprendente que juzgara mal a Atanagildo (aunque peor juzgaba a Agila) si su familia había sido partidaria suya; seguramente la lealtad paterna había derivado en Isidoro en lealtad hacía la dinastía fundada por Liuva I.

[editar] Fecha de la llegada de los bizantinos

En el verano del 552 (junio o Julio según demostración de Stein) los bizantinos desembarcaron en el sur o sudeste peninsular. Las fuerzas griegas avanzarían en dirección a Sevilla desde el punto de desembarco. Enterado Agila de la llegada de sus presuntos aliados, reunió sus fuerzas y marchó también contra Sevilla.

[editar] Ataque a Sevilla

Basados en las noticias de Isidoro se supone a las tropas bizantinas, poco numerosas, dirigiéndose al encuentro de las fuerzas de Atanagildo (que supuestamente estaban a la defensiva) en Sevilla. Al mismo tiempo, los visigodos al mando de su rey Agila marcharon hacia el Sur desde Mérida (se supone pues a Agila en disposición de tomar la ofensiva aunque como sabemos, tras la derrota ante Córdoba su debilidad debía ser evidente y alentaba las rebeliones). Las fuerzas enfrentadas libraron una batalla cerca de la capital bética, tras la cual Agila hubo de retirarse (agosto o septiembre del 552).

[editar] Situación de Atanagildo y Agila

Según esta hipótesis, Atanagildo, tras diversos combates en la primavera y verano del 551, estaba muy cerca de la derrota (hasta el punto de que los bizantinos hubieron de acudir en el mismo 552 cuando sus fuerzas hubieran sido muy necesarias en Italia), mientras que Agila estaba en situación ventajosa. Pero resulta inimaginable que habiendo sido derrotado Atanagildo el 551, Agila no aprovechara la primavera del 552 para terminar con la rebelión, sobre todo cuando sabemos que disponía de fuerzas suficientes (que utilizó a la llegada de los bizantinos), y que lógicamente debería estar enterado de los presuntos avances de su rival hacia los griegos.

[editar] Causas de la inactividad del rey

Agila no hizo movimiento alguno hasta que se acercaron las fuerzas bizantinas. ¿Podemos explicarnos la actitud del rey que se mantiene inmóvil a no muchos kilómetros de Sevilla durante varios meses, y solo se lanza al ataque cuando su rival ha sido supuestamente reforzado?. Extraño comportamiento que trataremos de explicar: En realidad era Agila quien estaba a la defensiva, seguramente esperando a los bizantinos que constituían su única esperanza. Atanagildo, que dominaba ya como mínimo dos provincias, podía haber concluido la guerra en el 552, pero seguramente tendría noticias de la inminente llegada de los bizantinos (noticias que los agentes de Agila no dejarían de difundir) y no se atrevería a mover sus tropas de las zonas seguras para no dejar sus territorios desguarnecidos. Al llegar los bizantinos, Agila acudió con sus fuerzas, para coger a Atanagildo en una tenaza. Como el contingente bizantino era muy escaso, y estaría poco interesado en combatir (o probablemente solo distraía a las fuerzas rebeldes en la región de Cartago Nova), el peso de la batalla recayó en Agila, que, inferior a su rival, fue derrotado. Los bizantinos se fortificarían en algunas ciudades que habían tomado en el momento del desembarco o durante su marcha posterior.

[editar] Localización de Atanagildo

En cambio, de ser cierta la versión de Isidoro, y para justificar la inactividad de Agila, hemos de suponer que Atanagildo había sido vencido el 551, había perdido Sevilla y se había refugiado bien en Córdoba (una vía romana unía Córdoba y Sevilla), en cuyo caso la rebelión podía darse por concluida, o bien más al Este, en Málaga, que constituía su último reducto, y donde ya no constituía un peligro para el rey. Solo así se explicaría la inactividad del rey, que no tendría razones para iniciar de nuevo la lucha hasta que llegaron tropas bizantinas que ocuparon algunas zonas y permitieron a los rebeldes levantar cabeza.

[editar] Razones de la alianza bizantina

La rebelión de Atanagildo debió iniciarse a principios del 551 (quizás en marzo o antes), después de la derrota del rey el año anterior, derrota que probablemente acaeció ya avanzado el año) en Córdoba. El invierno del 550 al 551 (noviembre a febrero) hubiera sido el tiempo durante el cual una parte de la nobleza visigoda tuvo ocasión de organizarse para la rebelión. Dependemos del desarrollo de los combates en este mismo año 551 (abril o mayo a septiembre u octubre) para saber quien necesitaría solicitar ayuda a Bizancio. Hemos de suponer que los visigodos conocían los precedentes de las intervenciones bizantinas (que siempre habían terminado en la anexión de los territorios) y que el llamarles hubo de ser una decisión tomada ante una situación desesperada. Aquel que fue derrotado el 551 aprovecho los meses de invierno del 551 al 552 (noviembre a febrero) para solicitar la ayuda. En la primavera del 552 ya sabemos que una flotilla se estaba equipando en Constantinopla para salir hacia la Península.

[editar] Supuesta alianza de Agila

Supongamos derrotado a Agila. Sus rivales ya dominaban la Bética y la Cartaginesa; la situación de las otras dos provincias (Tarraconense y Narbonense) podía depender del inmediato curso de los acontecimiento militares, si es que no se habían decantado también por Atanagildo. Agila no contaba con aliados: los Cordobeses le habían combatido; los francos debieron mantenerse neutrales, o fueron favorables a Atanagildo (pues luego veremos que el futuro rey mantuvo excelentes relaciones con los Francos). Solo quedan los Suevos, que por su situación no parece que fueran unos buenos aliados. Por tanto la única esperanza de Agila, a pesar del peligro que entrañaban, serían los bizantinos.

[editar] Supuesta alianza de Atanagildo

Supongamos derrotado a Atanagildo. Tras su derrota se habría retirado con muy pocas fuerzas a Málaga, o habría sido prácticamente derrotado por completo, debiendo refugiarse en Córdoba, que hubo de ser su aliada, formal o tácitamente. En esta situación, con una problemática ayuda de los Suevos y Francos, y con Córdoba incapaz de tomar la ofensiva, aun conociendo las precedentes actuaciones bizantinas en el Reino Vándalo y el Reino Ostrogodo, y las no muy lejanas disputas por Ceuta, podría haber optado por pedir ayuda a Bizancio, en los últimos meses del 451. Si creemos que no fue así es debido a que diversos indicios nos hacen pensar que, cuando llegaron los bizantinos, Atanagildo dominaba la Bética y la Cartaginesa: la batalla que se libro muy pronto, se dio cerca de Sevilla (a la cual acudió el rey Agila) y cuando los griegos tomaron Cartago Nova por la fuerza, algunos de sus pobladores notables hubieron de huir, y conocemos del destino de uno de ellos, quizás dux, llamado Severiano (padre de Leandro e Isidoro, futuros Obispos de la capital bética) que fue a establecerse precisamente a Sevilla.

[editar] Contrapartidas a los bizantinos

¿Qué podían ofrecer Atanagildo o Agila a cambio de la ayuda?. Es difícil determinarlo. Las precedentes intervenciones bizantinas no implicaban cesiones parciales de territorios. Se trataba de restaurar la legalidad, y solo la desaparición de los repre sentantes de ésta (Hilderico en África fue asesinado al parecer por orden de Gelimer, y Amalasunta fue asesinado seguramente por orden de Teodato; la intervención bizantina en ambos magnicidios no está comprobada) propició la conquista de los reinos. Como el tema se ha analizado desde una perspectiva posterior, cuando realmente se llegó a un acuerdo de cesión parcial de territorios, se ha pensado que Justiniano había recibido la promesa de tal entrega. Pero es casi seguro que no hubo acuerdo de cesión previo a la intervención (como más tarde veremos el acuerdo de cesión hubo de ser firmado más tarde, seguramente hacia el 564). Sin duda Justiniano esperaba, una vez más, valerse de las disputas internas para adueñarse del reino Visigodo.

[editar] Posibles cesiones territoriales

Pero supongamos que hubiera una cesión previa, formalizada en el invierno del 551 al 552. Lo más probable es que, fuera Agila o fuera Atanagildo quien solicitara la intervención del Imperio de Oriente, ofreciera la Bética, que no estaba totalmente dominada por los visigodos (pues Córdoba y sus alrededores, y seguramente la región de Sierra Morena, al Oeste de la Oróspeda, cuando menos, escapaban al control del rey y del rebelde). Si hubiera ofrecido Septimania, ésta quedaba separada de los dominios griegos en Italia, por la Provenza (posesión de los Francos); las provincias centrales (Lusitania, Cartaginesa y Tarraconense) quedaban relativamente alejadas de los territorios bizantinos (las dos últimas no obstante estaban cercanas a las islas Baleares con las que podían comunicarse por vía marítima); solo queda la Bética. No obstante, en esta provincia tendría Atanagildo sus principales apoyos (más o menos numerosos), y si esperaba gobernar en las otras provincias difícilmente se desprendería de su feudo más importante. En cambio, para Agila, caso de ser él quien solicitara la alianza bizantina, desprenderse de la Bética, cuya nobleza no le apoyaba, y donde había sufrido una ignominiosa derrota ante Córdoba que le había costado la vida de su hijo y la pérdida del tesoro real, sería lo más adecuado. Para Bizancio también era una provincia apetecible: el dominio de la Bética, aun no obteniendo toda la Península, implicaba la realización del sueño de Justiniano, de un Imperio de Océano a Océano; permitía establecer una sólida retaguardia para las islas Baleares y sobre todo para los posesiones africanas continuamente expuestas por la actividad militar beréber.

[editar] Concesiones religiosas

¿Se ofrecieron concesiones de tipo religioso?. Para Agila las concesiones religiosas no parecen probables (nada indica que pudiera haberlas sugerido), y, como ya hemos indicado, para él la entrega de la Bética era un mal menor y en caso de verse obligado a alguna cesión hubiera preferido la Bética a otras concesiones, por ejemplo de tipo religioso, que además de problemáticas en sí mismas, seguramente no hubieran satisfecho a Bizancio.

[editar] Tendencias religiosas de Atanagildo

Concesiones de tipo religioso habrían podido preverse si el aliado bizantino era Atanagildo. Gregorio de Tours dice que en los últimos años de su vida Atanagildo se convirtió secretamente al catolicismo, pero en todo caso la noticia no esta contrastada por su actitud conocida. De todas formas la indicación de Gregorio no permite relacionarla con el hipotético acuerdo del líder rebelde con Bizancio, pues la supuesta conversión se habría realizado, en todo caso, después de haber roto con los bizantinos.

[editar] La ayuda bizantina

Aunque no hubiera concesiones territoriales, Justiniano, que debía esperar repetir con éxito sus jugadas de África e Italia, se mostró dispuesto a ayudar a quien le solicitaba ayuda, y envió un pequeño contingente. Las tropas no eran muy numerosas, pues precisamente en el 552 el grueso de sus fuerzas estaban ocupadas en Italia, pero debían bastar para tomar algunas ciudades y establecer una cabeza de puente que en algún momento permitiera la conquista del Reino Visigodo.

[editar] Desembarco bizantino

¿Donde desembarcaron los bizantinos?. Basándonos en el relato de Isidoro, habría de suponerse un desembarco griego en Málaga, donde el derrotado Atanagildo debía encontrarse (desde su derrota en la campaña del 551). El desembarco se produciría hacia fines del mes de junio. Unidas las fuerzas griegas y rebeldes avanzarían hacia Sevilla. Los bizantinos iban al mando de Liberio (prefecto del pretorio de Arlés).

[editar] Posición de Atanagildo

Pero la situación descrita no es la más probable. Atanagildo estaba muy probablemente en una posición de fuerza. En tal situación el desembarco, aunque también podría haberse producido en Málaga (para desde allí avanzar hacía Sevilla, mientras Agila hacía lo mismo desde Mérida), es más probable que se produjera en Cartago Nova.

[editar] Desembarco en Málaga

¿Desembarcaron los bizantinos en Málaga?. Evidentemente sabemos que tomaron Málaga, pero no sabemos en que año, ni si fue una de las primeras ciudades ocupadas o una de las últimas.

[editar] Predominio de Agila

Vamos a intentar desarrollar los hechos, suponiendo que Atanagildo fuera el aliado de los invasores, y que había sido derrotado. En tal caso, ante la inactividad de Agila hay que suponer que éste ya dominaba Sevilla y que la rebelión prácticamente había concluido; Atanagildo estaría refugiado en Córdoba (desde donde saldría con unas decenas de leales al encuentro de los bizantinos) o estaría en Málaga o en la comarca, defendiendo sus últimos bastiones. En Málaga o en sus cercanías los bizantinos pudieron reunirse con Atanagildo. Si éste conservaba la capital de la Bética, cosa que según hemos razonado, es muy improbable, los bizantinos desembarcarían algún punto de la costa o en la misma Málaga, para desde allí marchar a Sevilla través de la calzada romana que enlazaba ambas ciudades. No muy lejos de Málaga, en la costa africana, los bizantinos dominaban Septa (Ceuta) y Tingis (Tánger).

[editar] Predominio de Atanagildo

Pero supongamos que Atanagildo estaba en situación ventajosa. Dominaba toda la Bética y la Cartaginesa e incluso quizás hasta otras provincias (excepto la Lusitania). En tal caso el desembarco bizantino podría muy bien haberse efectuado en Cartago Nova, con un magnifico puerto y una situación privilegiada, y posición cercana a los dominios bizantinos continuos en África, y a las Islas Baleares también bizantinas.

[editar] Desembarco en Cartago Nova

Es probable que los bizantinos desembarcaron en Cartago Nova, capital de una provincia (la Cartaginesa) que se supone rebelde. Ciertamente estaba algo alejada de la capital rebelde, Sevilla, pero formaba parte integrante de la misma provincia donde se ubicaba la capital real visigoda Toledo (aunque este argumento no es decisivo, pues ni siquiera es seguro que el 552 Toledo ya fuera la capital, y en todo caso, aun siéndolo, no estaba consolidada, y la residencia real efectiva, en aquel momento, era Mérida), lo que hacía más probable que fuera importante para Agila (y consecuentemente para sus aliados bizantinos) el dominar esta provincia. Tampoco parece probable que las fuerzas griegas, no muy numerosas, se dividieran para desembarcar una parte en Málaga y otra en Cartagena. El desembarco debió producirse por tanto en Cartago Nova, cuya conquista pudo suponer el paso de toda la provincia a Agila, y desde donde podían avanzar hacia la Bética, mientras Agila atacaba la provincia desde Lusitania.

[editar] Desembarco en el Sudoeste

Contra esta argumentación podrá oponerse que si los bizantinos hubieran querido desembarcar en territorio real lo hubieran hecho preferiblemente en algún lugar del Sudoeste o de la costa occidental, para reunirse rápidamente con las tropas reales en situación difícil; ninguna vía importante enlazaba Cartago Nova con Mérida, mientras que Ossonoba y otros puertos en el Algarve, y varios puertos en la costa portuguesa hasta Olissippo (Lisboa), permitían llegar a Mérida sin dificultad a través de buenas vías. El argu-mento aunque convincente, es erróneo, pues se basa exclusivamente en una supuesta buena fe de los bizantinos, que actuarían como aliados leales en la forma más adecuada para Agila; pero los bizantinos actuaban en realidad para sus propios intereses, y tendrían un mayor interés en dominar el núcleo central del reino que en reforzar directamente a su aliado.

[editar] Desembarco en Málaga o en la zona del Estrecho

Actuaran los bizantinos como aliado de uno u otro, se argumenta que lo más razonable era un desembarco en Málaga (Malaca) o en la zona del Estrecho. Desde allí podían tomar cualquier decisión: formar una pinza contra Sevilla, la capital rebelde; o unirse a las fuerzas de Atanagildo para avanzar hacia Sevilla o hacia Mérida. Pero pudieron existir inconvenientes a este proyecto. En primer lugar la zona del Estrecho, en poder de uno u otro, sería el lugar donde se concentraban la mayoría de las fuerzas (por parte de Agila, si dominaba Sevilla, tendría a su victorioso ejército en la zona; por parte de Atanagildo, si era él quien controlaba la capital bética, también dispondría de todas sus fuerzas en la zona) y por tanto un desembarco de un contingente reducido ofrecía dificultades, pues ante la falta de fortalezas, había el peligro de quedar cercados y ser aniquilados.

[editar] Desembarco en el Estrecho

Es posible que los bizantinos llegaran en su expedición a Septa (Ceuta) y desde allí cruzaran el Estrecho para desembarcar en un punto indeterminado al otro lado para desde allí marchar por tierra hacia Sevilla (seguramente para reunirse con su aliado más que para combatir a su enemigo), estableciendo su cuartel general en alguna zona no muy lejana a la capital, pero ello implicaría que su aliado dominaba Sevilla, lo cual no es ni mucho menos seguro, y también que los bizantinos actuaban sin mirar intereses propios, pues no establecían una cabeza de puente para futuras operaciones, ni tomaban ciudades para conservarlas (es difícil imaginar el pequeño contingente griego dividiéndose para partir a la conquista de Málaga, Abdera, Baza o Cartago Nova).

[editar] Expansión bizantina

Por tanto si el desembarco bizantino se produjo en la zona del Estrecho, es poco probable que una parte de las fuerzas bizantinas fueran enviadas al Este; estratégicamente ello es prácticamente imposible, pues si acudían en ayuda de Atanagildo, para que iban a cruzar todo su territorio ¿no hubiera peligrado la alianza si hubieran ocupado alguna ciudad o si hubieran empezado a fortificarse en varias? ¿tenían fuerzas suficientes los bizantinos para fortificar varias ciudades en caso de mantenerse la alianza por necesidad u otras causas?; y si los griegos acudían para combatir a Atanagildo, ¿podían arriesgarse a adentrarse en sus territorios, especialmente después de la derrota del rey?;

[editar] Desembarco en Málaga

La situación para un desembarco en Málaga era mejor. ¿Pero pertenecía Málaga a los visigodos?. Hemos de suponer que si. Seguramente a finales del siglo V, o a lo sumo unos años después, durante los reinados de Amalarico o Teudis, se habría asegurado el dominio de la zona del Estrecho (antes del 533); desde Sevilla (ocupada en fecha indeterminada) seguirían la costa hacía Gades, Gisgonza o Sagontia, Asidona, la zona del Estrecho, y la costa hasta Malaca y Abdera, para enlazar con los dominios costeros de la Cartaginesa. Las regiones del interior se habrían resistido más tiempo (en la tesis de Abadal nunca habrían sido tomadas y el ataque de Agila a Córdoba constituiría una continuación de la conquista de la Bética). Pero ¿Quién dominaba Málaga el 552?. Málaga podía haber escapado del control de Agila en ocasión de la rebelión cordobesa, o ser sede de otra rebelión local (incluso podría integrarse en la parte de la Bética que no hubiesen dominado nunca los visigodos) ; podía ser leal a Agila o podría ser partidaria de Atanagildo.

[editar] Málaga rebelde

Estudiemos las diversas posibilidades: tanto si se había sumado a la rebelión cordobesa (que aunque sospechamos que se había extendido por una parte muy importante de la Bética, su extensión a Málaga la convertiría en mucho más que una rebelión local), como si se había rebelado por su cuenta hacia el 551 o antes, como si permanecía independiente, es de suponer que buscara aliados; en consecuencia podría suponerse una alianza con Bizancio, a través del Tribuno Militar que gobernaba Septa (Ceuta), y un fácil desembarco griego en una ciudad aliada. Pero esta posibilidad es remota: no consta en ningún momento que Málaga se hubiera rebelado por sí sola o aliada a Córdoba, pero aun en el caso de hacerlo, el primer aliado que hubiera buscado hubiera sido Atanagildo, cuya rebelión hubiera coinci-dido con la malagueña o cuando menos hubiera sido el más accesible. En tales condiciones que se aliara a Bizancio no es probable: la misma rebelión de Atanagildo, aun siendo de más entidad, nos parece ya dudosa como para atraer a los bizantinos, para los que la rebelión de una ciudad sería un hecho intranscendente o cuando menos insuficiente para justificar una intervención.

[editar] Málaga partidaria de Atanagildo

Si Málaga era partidaria (o en todo caso aliada) de Atanagildo, solo parece muy probable un desembarco bizantino en la ciudad si Atanagildo ya no dominaba Sevilla, pues en caso de dominar dicha ciudad los bizantinos no obtenían ninguna ventaja substancial desembarcando en Málaga en vez de en el Estrecho (obtenían una base, pero también la obtenían en la zona del Estrecho donde una conquista hubiera estado más cercana a Ceuta). Por tanto hemos de suponer que si los bizantinos eran aliados de Atanagildo, Málaga le pertenecía a éste. Pero como por diversas razones que hemos ido exponiendo, y otras que irán apareciendo, sabemos que casi con toda seguridad Atanagildo dominaba Sevilla, hemos de suponer que los bizantinos, caso de desembarcar en Málaga, lo hicieron para tener una base segura propia; pero sabiendo que no muy lejos estaba Cartago Nova, que como veremos debía ser partidaria de Atanagildo, y en caso de plantearse la elección entre ambas, no es dudoso suponer que los griegos prefirieran tomar la capital de la Cartaginesa.

[editar] Málaga leal a Agila

Suponiendo que Málaga fuera leal a Agila, los bizantinos podían efectuar un fácil desembarco, pero estratégicamente su situación no hubiera sido muy buena, pues quedaban en el centro del territorio rebelde, con Sevilla en un flanco y Cartago Nova en el otro. Si los bizantinos querían desembarcar en territorio de Agila, suponiendo que fuera éste su aliado, podían obtener el mismo resultado que en Málaga desembarcando bien en el Algarve, donde Ossonoba y otras ciudades debían ser leales al rey, bien en Tarraco o Dertosa, en el otro flanco (o bien en la ciudad rebelde más oriental o más occidental), todas la cuales dejaban a las fuerzas griegas en una situación menos vulnerable y en algunos casos más ventajosa para sus propósitos.

[editar] Los bizantinos en Málaga

El desembarco en Málaga, caso de producirse en el momento inicial, seguramente tuvo lugar con los bizantinos como aliados de Atanagildo. Málaga formaría parte de la zona de éste (quizás su último reducto) y allí se establecieron las fuerzas bizantinas tal vez de acuerdo con el conde local, si como parece probable era partidario de Atanagildo, o con éste mismo si se encontraba en la ciudad. En todo caso, si el desembarco se produjo en la ciudad de acuerdo con Atanagildo y el conde local, seguramente también quedarían en ella soldados bizantinos para vigilar las naves y mantener los suministros. Las fuerzas visigodas de Málaga y de otros lugares partidarios de Atanagildo constituían el ejército de éste, y por tanto no quedarían fuerzas godas en Málaga. Si los bizantinos la convirtieron en centro de operaciones, es lógico que fueran ellos quienes tuvieran el control de la ciudad, aunque no les correspondería la soberanía jurídica.

[editar] Como fue la toma de Málaga

Siempre suponiendo que los bizantinos fueran aliados del líder rebelde, también podía darse el caso de que la ciudad estuviera ya en poder de Agila (que habría ocupado la mayoría de los territorios rebeldes) en cuyo caso la situación no hubiera variado, pero la toma se habría producido por la fuerza y no de común acuerdo.

[editar] Toma de Málaga

Pero lo más probable es que la ciudad estuviera en poder de Atanagildo y fuera ocupada por los bizantinos al servicio de Agila, tal vez mediante una columna que salió de Cartago Nova y avanzó hasta Málaga, mientras Agila atacaba Sevilla. La toma sería por la fuerza, aunque la ciudad debía estar desguarnecida pues el ejército de Atanagildo habría acudido a Sevilla (también podía ser un enclave real y abrir voluntariamente sus puertas a los bizantinos). Tomada Málaga, aunque los bizantinos no pudieran considerarla como posesión soberana (salvo en virtud de la posible cesión efectuada por el rey) gobernaron en ella como dueños absolutos.

[editar] La situación en la Bética y la Cartaginesa

[editar] La situación en la Bética

La situación en la Bética era incierta; no consta el dominio visigodo ni en Córdoba, ni en otras ciudades como Granada (Iliberis), Écija (Astigi), Cabra (Egara) y Málaga (Malaca). Tampoco consta su dominación por los bizantinos, salvo en Málaga, si bien tal dominio no está fechado (pero debió ser bastante temprano, probablemente el mismo 552 o poco después). Parece arriesgado deducir, como Abadal, que el dominio visigodo aun no se había extendido por la Bética más que al Oeste del Guadalquivir y a la zona entre Sevilla (Hispalis) y el Estrecho de Gibraltar, y a lo sumo a la zona costera entre éste y la costa de la Cartaginesa. Córdoba estaba en guerra contra Agila el 550, aunque probablemente se trataba de una rebelión, que no sabemos si debía remontarse a algún tiempo antes pero que sospechamos que era reciente, pues Agila no alcanzó el trono hasta finales del 549 y parece probable que fuera su actitud en Córdoba, ante la tumba del mártir Acisclo, la que provocó la rebelión ¿había tenido tal actitud Agila con anterioridad a ser rey y la ciudad se levantó al conocer su proclamación? ¿Fue su actitud ya como rey la que motivo su rebelión? ¿La rebelión era anterior y fue en su intento de sofocarla cuando Agila ofendió la memoria de Acisclo? ¿Estaba Teudigiselo en Sevilla el 549 para sofocar la rebelión o para someter la parte de la Bética que escapaba a su control, y, tras su muerte, Agila decidió continuar la tarea?; no olvidemos que la resistencia en la Tarraconense no había cesado hasta el 506, es decir unos cuarenta y tres años antes, y que en caso de no haberse realizado la sumisión de la Bética por completo antes del 507, durante muchos años hubiera sido difícil realizar conquistas en la provincia (la mejor época hubiera sido el reinado de Teudis, quien sabemos que opero en la zona del Estrecho, pero primero las luchas con los bizantinos de África, y después la expedición de los francos pudieron hacerlo imposible. No obstante lo más probable es que la Bética se hubiera sometido totalmente a los visigodos con anterioridad al 507, y que la rebelión de Córdoba se hubiera producido el 550 o poco antes, a causa de una actuación real en el mismo año o en los anteriores. Con Córdoba se rebelarían todas las zonas de los alrededores donde los clérigos, terratenientes y notables hispano-romanos que sin duda dirigían la revuelta tenían influencia, y seguramente las zonas montañosas de Sierra Morena, donde siempre era dificultoso establecer un dominio efectivo.

[editar] La situación en la Cartaginesa

Seguramente la provincia se puso del lado de Atanagildo. La provincia estaba sin duda bajo completo control visigodo, no sabemos que se hubiera producido en ella ninguna rebelión, y no es probable que estuviera prevista su cesión total o parcial a Bizancio.

[editar] Cartago Nova

Sabemos que los visigodos dominaban Cartago Nova, pero no tenemos la evidencia de que en 552 estuviera en poder de fuerzas leales a Atanagildo o a Agila. Atanagildo se había rebelado en Sevilla, y otro magnate podía haberse rebelado en Cartago Nova; la ciudad podría haberse declarado a favor del rebelde; o, como capital provincial permanecía leal a Agila. No obstante parece más probable que la ciudad fuera partidaria de Atanagildo. No sabemos en que fecha tomaron los bizantinos la capital Cartago Nova, pero en todo caso, según luego veremos, no debió ser después del verano del 555, pocos meses después del asesinato de Agila en Marzo de dicho año. La toma de Cartago Nova fue por la fuerza, y muchos notables locales hubieron de salir de la ciudad. Tenemos el caso de la familia de Leandro de Sevilla. Aunque se trataba de una familia católica, incluso probablemente de origen griego por parte de madre (pues de los cuatro hijos seguros, dos llevan nombre griego: Leandro e Isidoro), y cuyo padre tenía una alta posición (incluso es posible que fuera en aquel momento, hubiera sido antes, o fuera más tarde, dux), todos ellos no vacilaron en abandonar la ciudad y dieron repetidas muestras de hostilidad a los bizantinos. ¿Donde se estableció esta familia al abandonar Cartago Nova?; precisamente en Sevilla, centro del poder de Atanagildo. Si hubieran sido partidarios de Agila y hubieran tenido que huir de los bizantinos sería porque éstos eran aliados del jefe rebelde, pero en tal caso ¿Se hubiera establecido la familia precisamente en la capital de Atanagildo?. Pero si los bizantinos eran aliados de Agila ¿Hubieran sido la familia netamente hostil a los aliados de su rey?. Si la toma de Cartago Nova se produjo entre el verano del 552 y marzo del 555 la familia de Leandro, solo se hubiera establecido en Sevilla si ésta era contraria a los bizantinos, y sabemos que en estas fechas estaba en poder de Atanagildo. Queda la pequeña posibilidad de que la toma de Cartago Nova se hubiera producido al inicio del verano del 552 (cuando Agila pudo dominar Sevilla) y recibieran tierras (confiscadas a nobles rebeldes) en la zona, aunque parece ser que la familia permaneció en Sevilla después de su traslado, lo cual es casi imposible si Atanagildo hubiera recobrado el dominio, y sabemos que tuvo este dominio al menos entre el verano del 552 y Marzo del 555. Solo si la toma de Cartago Nova por los griegos se hubiera producido entre Marzo y Agosto del 555, hubieran podido la familia en cuestión establecerse en Sevilla, pero en tal caso hubieran sido partidarios de Atanagildo para establecer en el centro político de éste, y es dudoso que (aun siendo así) este les hubiera concedido tierras en el centro de su poder, donde los nobles y magnates le apoyaban y no tenía motivos para confiscarles tierras y cederlas a otros leales, en vez de concedérselas en la Lusitania u otras provincias, cuya nobleza había apoyado a Agila. Por tanto es más probable que al abandonar Cartago Nova hubieran de refugiarse en la capital de los dominios de Atanagildo por necesidad. Como no sabemos de ninguna expedición bizantina anterior al 555 (salvo la de 552) hemos de suponer que una capital provincial bien amurallada, hubo de ser tomada por mar en los inicios de la presencia bizantina en el Reino Visigodo, con mayor probabilidad que una toma por tierra desde Málaga, pues, si no fue así, ya no pudo ser tomada hasta el verano del 555.

[editar] Pinza de Agila y los griegos contra Sevilla

Dando por aceptada la alianza entre Bizancio y Agila, hemos de aceptar que la situación militar de Atanagildo debía ser ventajosa, dominando toda la Bética y Cartaginesa. Después de crear una magnifica posición en Cartago Nova los bizantinos avanzarían por la costa (no existía una vía que enlazara Cartago Nova y Málaga, si bien podía llegarse a ella por la vía que llevaba a Ilorcis - hoy Lorca-, Basti —hoy Baza— y Acci —hoy Guadix—, y desde allí volvía a la costa en Urci —entre Almería y Cartagena—, Murgis —al oeste de Almería—, Turaniana —al oeste de Almería y al sur de Murgis—, Abdera —al oeste de Almería— y Malaca) mientras su aliado el rey atacaba Sevilla, obligaba a Atanagildo a disponer de sus fuerzas, y los visigodos se masacraban entre sí.

[editar] Posible reconquista o sumisión de Sevilla por Atanagildo

Si por el contrario no aceptamos tal alianza, hemos de suponer a Atanagildo derrotado y refugiado en otra ciudad hasta reunirse con las fuerzas del Imperio Oriental, con las cuales marcharía hacía Sevilla, en poder de fuerzas leales a Agila. Amenazada o sitiada Sevilla (en julio) por las fuerzas combinadas de los rebeldes y griegos (en esta situación hasta es posible imaginar que Sevilla fuera tomada o se les sometiera espontáneamente) Agila hubo de efectuar el llamamiento a sus fuerzas, que concentradas en Mérida hacia fines de agosto o principios de septiembre, avanzaron hacia la capital Bética. Derrotado Agila, Sevilla no tendría otra opción que someterse a Atanagildo, si aun no lo había hecho. Además es muy probable que Sevilla fuera partidaria del rebelde y que fuera fácil a los seguidores de Atanagildo tomar el poder tras quedar aislada la guarnición leal a Agila, argumentos que valen tanto si la sumisión de Sevilla se produjo antes o después de la derrota del rey.

[editar] Dos años de lucha

La lucha prosiguió dos años más (553 y 554) sin que ni uno ni otro bando lograron ninguna victoria decisiva. Seguramente los griegos se dedicaron a consolidar su poder en Cartago Nova, Basti, Acci, Abdera, Malaca y la zona del Estrecho, imposibilitando a Atanagildo de derrotar a su rival, pero sin conseguir ningún éxito decisivo que hiciera peligrar la posición del rebelde, al que seguiría leal una parte de la Bética y es posible que también una parte de la Cartaginesa.

[editar] Asesinato de Agila

Finalmente Agila fue asesinado en Mérida (marzo del 555) y la nobleza visigoda reconoció a Atanagildo. Es muy probable que el asesinato de Agila se produjera por instigación de Bizancio. Efectivamente, sabemos que la muerte del protegido de Bizancio había sido la excusa perfecta de Justiniano para conquistar África e Italia. La muerte de Agila, y la proclamación de Atanagildo, sin duda por nobles manipulados por agentes bizantinos, daba una excusa convincente a Justiniano para actuar en su propio beneficio, una vez que acababa (554) su esfuerzo militar en Italia.

[editar] Causas del asesinato de Agila

Resulta difícil admitir, conociendo los antecedentes y la naturaleza humana, que Justiniano no hubiera tenido parte en la muerte de Agila. Durante cuatro años (551, 552, 553 y 554) una parte de la nobleza visigoda fue leal a Agila, al que suponemos respaldado por sus aliados bizantinos. En cambio en Marzo del 555 le asesinaron. ¿Qué motivo el cambio? ¿Por qué tardaron tanto tiempo en apercibirse de que los bizantinos no estaban interesados en ayudar a Agila (o a Atanagildo si hubiere sido el caso), sino en conseguir beneficios propios y que la guerra civil favorecía sus planes? ¿Por qué le asesinaron en Marzo del 555 y no después de la derrota de Sevilla hacia Septiembre del 552?. Algunos autores sostienen que pudo ser la ocupación súbita de Cartago Nova la que motivara el cambio de actitud. Ya hemos visto que los más probables es que la ocupación de Cartago Nova se realizara en el verano del 552 o en todo caso en el verano del 555, varios meses después del asesinato. Incluso habiéndose ocupado la ciudad en Febrero o Marzo, ello no explicaría el cambio de actitud ¿Por qué cambiar de actitud por la toma de Cartago Nova y no por la de Málaga, que suponemos ambas partidarias de Atanagildo?. Aunque la ciudad era capital provincial, su importancia administrativa había disminuido al crecer el papel de Toledo (que no sabemos si ya era capital del Reino, pero en todo caso si era, al menos temporalmente, residencia real, aunque en aquel momento Agila residiera -seguramente por razones militares- en Mérida); en todo caso la toma de una ciudad, incluso una capital provincial, no cambiaba prácticamente la situación.

[editar] Cartago Nova, los bizantinos y Agila

Supongamos a los bizantinos aliados de Agila, ocupando Cartago Nova en el 555, antes del asesinato, y supongamos a esta ciudad leal al rey. Los bizantinos eran aliados ¿Por qué habrían de resistirse los ciudadanos? ¿Hubieran huido ciertos notables y se hubieran establecido precisamente en Sevilla?. Y si Cartago Nova hubiera sido partidaria de Atanagildo, la nobleza vinculada a Agila se hubiera alegrado sin duda de un éxito militar tan apreciable.

[editar] Cartago Nova, los bizantinos y Atanagildo

Supongamos a los bizantinos aliados de Atanagildo y ocupando Cartago Nova en el 555 antes del asesinato. Si la ciudad fuera partidaria de Atanagildo, no hubiera habido resistencia ni refugiados, y si era leal a Agila los bizantinos hubieran conseguido un resonante éxito, y la nobleza leal al rey difícilmente le hubiera asesinado para luego dar el trono a alguien cada vez más vinculado al Emperador de Oriente.

[editar] Motivo, oportunidad y medios

No. Agila fue asesinado por instigación de Justiniano o de su Magister Militum en la península por orden de aquel. Los nobles que asesinaron al rey acabaron reconociendo a Atanagildo, lo que indicaría que el partido nacionalista y antibizantino ganaba terreno, o que la incapacidad del rey para vencer al rebelde a pesar de la ayuda griega, aconsejaba reconciliarse con Atanagildo y evitar confiscaciones y represalias. Evidentemente, Atanagildo aparecía como el usurpador y hasta posiblemente como instigador del asesinato del rey. Atanagildo tenía motivos, pero es difícil que pudiera esperar ser reconocido por la nobleza rival, a la que suponemos de una facción opuesta. Por su parte, Justiniano también tenía motivos: culpando a Atanagildo de la muerte del rey, y desaparecido éste, quedaba con las manos libres para actuar por su cuenta contra los Visigodos, que aun estarían divididos y acababan de salir de una guerra civil que debió ser traumática en su tiempo. Como en dos ocasiones le había salido bien (incluso aun que no hubiera instigado las muertes de Hilderico y Amalasunta) era lógico que volviera a repetir la jugada; el Emperador contaba también con la oportunidad: la guerra en Italia había concluido prácticamente; ya no se necesitaban grandes fuerzas para culminar la conquista, y el año 555 se presentaba perfecto para iniciar la conquista del Reino Visigodo. Finalmente, Justiniano disponía, mejor que nadie, de los medios. Si había sido aliado de Agila durante tres años tendría hombres controlados o sobornados en la corte y en los principales niveles de poder; y disponía (por primera vez en varios años) del poder militar necesario para iniciar la conquista. Naturalmente la nobleza visigoda leal a Agila seguramente ignoraba que la guerra en Italia había prácticamente concluido el 554.

[editar] Cambio de la nobleza

Cabe también otra posibilidad para entender el asesinato sin la participación bizantina: es posible que la situación del rey no fuera muy buena; Atanagildo seguiría aumentando partidarios y ganando batallas, mientras el rey apenas podía resistir, no siendo de gran ayuda el pequeño contingente bizantino. El rey pudo negociar en el invierno del 554 al 555 un nuevo acuerdo con Justiniano, que implicara por ejemplo la cesión de Cartago Nova (en tal caso los bizantinos solo dominarían Málaga y una zona indeterminada de la Bética) o renuncias inaceptables para la nobleza. Aceptado el acuerdo por Justiniano, la noticia de tal aceptación llegaría en Marzo, momento en que la nobleza hostil a la alianza bizantina o que quería salvar sus propiedades y situación, que ya debía estar conspirando para actuar desde los inicios de los contactos, decidiera asesinarle.

[editar] Beneficiarios de la muerte

En cambio si los bizantinos eran aliados de Atanagildo, el asesinato no beneficiaba excesivamente a Justiniano. La guerra civil concluía sin que los griegos hubieran logrado sus objetivos. El mismo asesinato no hubiera garantizado el acceso al trono de Atanagildo (una vez en el trono Atanagildo no se mostró nada favorable a Bizancio, pero los griegos no podrían haberlo esperado) pues en tal caso la situación de la nobleza visigoda leal a Agila hubiera escapado del control de los bizantinos (que estarían en el otro bando).

[editar] Causas oscuras

Si las cosas hubieran sido así habríamos de convenir que Agila había sido asesinado por oscuros motivos (al igual que otros reyes), que podrían ser personales, de facción, políticos u oportunistas, pero que en ningún caso correspondían a una respuesta a la actuación bizantina. Una vez asesinado, la nobleza electora consideraría prudente reconocer a Atanagildo, con ciertas condiciones, en vez de nombrar otro rey y proseguir la guerra civil.

[editar] Comentarios a la muerte de Agila

Tras el asesinato de Agila (era el cuarto rey consecutivo asesinado a manos de sus súbditos) no puede extrañar el comentario de Gregorio de Tours, quien en ocasión del asesinato de Teudigiselo aseguraba que los godos habían adoptado la perversa costumbre de matar por la espada a los reyes que no les complacían, sustituyéndolo por cualquier otro de su agrado (Gregorio llamaba a tal actitud el “mal de los godos” o “morbus gothorum”. No obstante hay que considerar que la monarquía visigoda no era hereditaria sino electiva, correspondiendo la elección a la nobleza.

Además, en 551 los bizantinos de Justiniano desembarcan en las orillas del Guadalquivir al mando de Liberio, a petición del insurgente Atanagildo, que se había refugiado en Sevilla, y ambos ejércitos unidos dan batalla al rey cerca de la misma Sevilla al que vencen y obligan a regresar a Mérida.