Armando Reverón
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Armando Reverón (Caracas, 10 de mayo de 1889 - 18 de septiembre de 1954) fue un pintor y artista plástico venezolano. Estudió en la Academia de Bellas Artes de Caracas, en España y en Francia. Se radicó en Macuto, La Guaira, a partir de 1921.
Su obra es conocida por estar plagada de imágenes oníricas, desdibujadas, con un intenso trabajo de la luz y los colores, o la falta de ellos. Son muy celebradas también sus muñecas de trapo. Se le considera un maestro de la luz tropical, que plasmó en distintas superficies y con todo tipo de materiales.
Reverón fue miembro sobresaliente de la Academia de Bellas Artes, junto a figuras de la talla de Manuel Cabré, Antonio Edmundo Monsanto y César Prieto. En cuanto a su infancia, se sabe por testimonios de la época, que a los pocos años de haber nacido en Caracas fue dado en crianza por su madre a un matrimonio de Valencia, los Rodríguez Zocca, quienes se ocuparon de su primera educación. Su tío-abuelo materno, Ricardo Montilla, quien había estudiado pintura en Nueva York, fue la persona que contribuyó de manera definitiva a despertar su vocación artística.
En 1904, vive con su madre en Caracas y en 1908, se inscribe en la Academia de Bellas Artes, donde tiene como profesores a Antonio Herrera Toro, Emilio Mauri y Pedro Zerpa. Su rendimiento le valió la recomendación de sus profesores para obtener, al finalizar el curso de 1911, una pensión de estudios en Europa. Este mismo año, viaja a España y se dirige a Barcelona, donde ingresa a la Escuela de Artes y Oficios. En 1912, hace un breve retorno a Caracas; de nuevo en España, entra a la Academia de San Fernando en Madrid. De acuerdo con algunos estudiosos de su vida y obra, la capital española dejó una profunda huella en su espíritu; siendo cautivado además por el universo de Francisco Goya. Más tarde, recordará su paso por el taller de Moreno Carbonero, pintor un tanto extravagante, maestro de Salvador Dalí. Regresa a Venezuela a mediados de 1915. Ya en Caracas, retoma su trabajo mientras asiste a las sesiones del exclusivo Círculo de Bellas Artes
Sus últimos años los vivió en un "Castillete" (una ciudadela que él mismo construyó a orillas del mar Caribe en Macuto), junto a su compañera Juanita, sus animales, sus muñecas, sus innumerables fantasmas. Una pintura y una vida únicas en el arte latinoamericano.