Basilisco
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- Para otros usos de este término, véase Basilisco (desambiguación).
El basilisco es un animal mitológico en la mitología griega parecido a un reptil. En el siglo VIII, el basilisco era considerado una serpiente con una mancha en la cabeza en forma de corona. De hecho, "basilisco" significa "pequeño rey". Más tarde, en la Edad Media, pasa a ser un gallo con cuatro patas, plumas amarillas, grandes alas espinosas y cola de serpiente, que podía terminar en garfio, cabeza de serpiente o en otra cabeza de gallo. Hay versiones de esta criatura mitológica con ocho patas y escamas en vez de plumas.
Nace a partir de un huevo deforme, puesto por un gallo, fecundado por una serpiente e incubado por un sapo durante 9 años; por lo tanto al nacer guarda todas las características de sus progenitores, cuerpo de gallo, cola de serpiente y cuerpo de sapo. El basilisco vive en el desierto que él mismo crea al romper piedras y quemar el pasto. Esto sucede ya que el Basilisco exhala fuego, seca las plantas y envenena las aguas. Sin embargo su característica más distintiva sería su capacidad de matar con su mirada. De este modo se dice que quien mirara a los ojos de un basilisco, moriría; pero si el Basilisco se veía reflejado en un espejo, se mataba a sí mismo. Algunas leyendas dicen que, así, Alejandro Magno mató a uno. Otras teorías dicen que un basilisco muere cuando oye el canto de un gallo.
[editar] Véase también
- Basilisco chilote (animal mitológico)
- Criptozoología
- El basilisco en la tradición popular