Cerámica cicládica
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En la cerámica cicládica nacieron dos formas características muy extendidas por todo el Egeo.
Una de las formas típicamente cicládica es el kernos, vasija con una serie de pequeños recipientes unidos a un pie común y con varios formatos. Los kérnoi son interpretados como vasijas rituales para las libaciones.
La otra forma es la llamada sartén, pieza de cerámica de función desconocida, cuya cara exterior se halla decorada con múltiples temas: espirales enlazadas de tradición neolítica, soles radiados, círculos de líneas onduladas y los barcos, sin velas y movidos a fuerza de muchos remos, con un extremo elevado y rematado por la figura de un pez. La función de las sartenes ha sido muy controvertida: unos las consideran insignias procesionales; otros, discos solares, por la simbología de los motivos incisos en ellas.
Otras formas cerámicas de las Cícladas son unas botellas de cuello cónico, con un acabado de tipo metálico, además de ciertas piezas en forma de animales, askoi, entre los que sobresale un ejemplar procedente de Thera (Santorini), un erizo sentado que sostiene una vasija.