Combate naval de torpederas y los buques chilenos hundidos

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Después del Combate Naval de Angamos del 8 de octubre de 1879 durante la Campaña Naval de la Guerra del Pacífico, al Perú le quedaron sólo los viejos monitores Canonicus, dos corbetas de madera, algunas pequeñas cañoneras y algunas lanchas torpederas. Ninguna de las naves peruanas estaba en condiciones de enfrentar con éxito a los acorazados chilenos, y se usaron para distribuir provisiones y pertrechos a las guarniciones peruanas en el sur y rompiendo los bloqueos impuestos por la poderosa escuadra chilena. La desventaja peruana se acentúa cuando en noviembre de 1879, la corbeta “Pilcomayo” fue capturada en combate por el acorazado «Almirante Blanco Encalada». Pese a los reveses y a la clara desventaja material, los oficiales navales peruanos mantuvieron intacto su espíritu de lucha.

El 10 de abril de 1880 la escuadra chilena inició el bloqueo del puerto del Callao con una fuerza naval respetable y con nuevos cañones de largo alcance; esta fuerza naval estaba compuesta por:

• «Almirante Blanco Encalada» (acorazado);
• «Huáscar» (blindado);
• «Pilcomayo» (corbeta);
• «O´Higgins» (corbeta);
• «Loa» (transporte armado);
• «Angamos» (transporte armado);
• «Matías Cousiño» (transporte armado);
• «Guacolda» (lancha torpedera);
• «Janaqueo» (lancha torpedera).

Luego de doce días que usaron para desocupar la bahía los buques neutrales, la escuadra chilena comenzó el primero de una serie de bombardeos esporádicos contra las instalaciones del puerto. Para contrarrestar las acciones de las naves enemigas, los peruanos realizaron diarias correrías nocturnas por la rada con sus cañoneras y torpederas, que motivaron una serie de enfrentamientos con los chilenos.

La noche del 24 de mayo de 1880, las lanchas peruanas “Independencia”, “Resguardo” y “Callao”, al mando de los tenientes primero José Gálvez, Julio Benítez y Pedro Bernales, respectivamente, navegaban en convoy frente al Callao para fondear torpedos en la bahía. La “Independencia” tenía como misión tratar de hundir al acorazado «Almirante Blanco Encalada» con un potente torpedo de 50 kilos que llevaba a bordo. Desplegados los torpedos de las lanchas “Resguardo” y “Callao”, partieron de regreso a su fondeadero, en tanto que la “Independencia” se mantuvo en alta mar ejecutando sus órdenes.

[editar] Características de las lanchas torpederas

La “Independencia” era un lanchón grueso de madera impulsado por un pequeño motor a vapor, corto, sin cubierta y provisto de una pequeña chimenea, tripulada esa noche por 16 hombres. Su comandante era hijo del legendario José Gálvez, héroe del Combate Naval del Dos de mayo de 1866, contra las naves españolas.

A las 2 del 25 de mayo de 1880, la lancha peruana fue avistada por las torpederas chilenas “Guacolda” y “Janaqueo”, que de inmediato se dispusieron a interceptarla. La “Janaqueo” era una embarcación nueva, construida en los astilleros Yarrow de Gran Bretaña en 1879. Desplazaba 30 tn y poseía una estructura de acero diseñada con cinco cámaras de agua, proa de ariete y dos chimeneas, una a cada banda del buque. Contaba con un motor de 400 CV que le permitía alcanzar una velocidad de 18 nudos; estaba armada con una ametralladora Hotchkiss, un pequeño cañón y tres torpedos de la clase McEvoy, instalados dos en los costados de los botalones y uno suspendido en la popa. La “Guacolda”, era de diseño diferente pues pertenecía a la clase Herreshoff, pero tenía características similares: también desplazaba 30 tn y estaba armada con tres torpedos de botalón y una ametralladora Hotchkiss. Era menos potente, por su motor de 100 CV, lo que le permitía navegar a 17 nudos.

[editar] Primer combate de torpederas

La “Independencia” comenzó la contienda disparando cuatro cañonazos sobre la “Guacolda”, que estaba al mando del teniente primero Luis Alberto Goñi Simpson. Al intentar el quinto disparo, el arma quedó inutilizada. La rápida “Janaqueo”, comandada por el teniente primero Manuel Señoret, se acercó para neutralizar a la “Independencia” pero ni bien estuvo a tiro de fusil, fue repelida con la metralla de la pequeña nave, que para mala suerte de los peruanos, también se trabó y se arruinó. Después de algunas maniobras, la “Janaqueo” logró detonar un torpedo de botalón en la “Independencia”, el que explotó en popa dañándola severamente y matando a ocho de sus tripulantes. Los chilenos consideraron terminado el combate. Sin embargo, el teniente primero José Gálvez, herido, acercó su lancha a la torpedera chilena. Señoret y sus hombres trataron de detenerla sin conseguirlo y Gálvez continuó su curso; cuando la popa de su lancha tocó la proa del “Janaqueo”, el peruano Manuel Ugarte y Moscoso, en acción suicida, arrojó un torpedo que tenía preparado contra la torpedera chilena mientras Gálvez lo activaba con un disparo de su revólver. Se produjo entonces una terrible explosión sobre el salón de calderas que mató a dos fogoneros y produjo una gran abertura en el casco. Cinco minutos después la lancha chilena se fue a pique. En pocos segundos la “Independencia” zozobró también. El teniente primero José Gálvez, quedó ciego producto de las gravísimas heridas recibidas durante el combate, mientras que el valeroso Manuel Ugarte y Moscoso perdió la vida en la explosión.

Luego de pasado el desconcierto, la chilena “Guacolda” pudo rescatar a Gálvez junto con el marinero Pablo Villanueva y otros seis náufragos peruanos, quienes fueron llevados al blindado “Almirante Blanco Encalada”. El mando naval chileno quedó impresionado del valor y suicida arrojo de Gálvez; en vez de mantenerlo prisionero, decidió devolver al herido oficial entregándolo a las autoridades del Callao.

[editar] Los peruanos sin buques hunden al “Loa” y a la “Covadonga”

El 3 de julio de 1880, el vapor “Loa”, de 1,657 toneladas, fue hundida fuera del Callao por una carga explosiva escondida por los peruanos dentro de una lancha. El comandante del “Loa” imprudentemente dispuso recogerla en alta mar. Desdichadamente el comandante y 119 tripulantes del buque chileno, perecieron durante la explosión.

Posteriormente, el 13 de setiembre de 1880, frente a las costas de Chancay, los peruanos también aniquilaron a la corbeta “Covadonga”, que había combatido contra la “Independencia” en Punta Gruesa y contra el “Huáscar” en Angamos. Tal como ocurrió con el “Loa”, el comandante de la goleta, sin tomar las precauciones del caso, recogió una lujosa lancha cargada de víveres que flotaba solitaria en alta mar. Ni bien se arrió la embarcación, se produjo una explosión que en pocos segundos echó a pique a la corbeta. De sus 109 tripulantes, 32 perdieron la vida, 29 lograron escapar a nado y 48 fueron hechos prisioneros de guerra.

[editar] Segundo combate de torpederas

El 6 de diciembre de 1880, un segundo combate de torpederas tuvo lugar. La cañonera peruana “Arno” y las lanchas torpederas “Capitanía”, “Resguardo”, “Urcos” y “República”, se enfrentaron contra las torpederas chilenas “Fresia”, “Guacolda”, “Colo Colo”, y “Tucapel”, armadas con dos torpedos y una ametralladora Hotchkiss. Como resultado del combate, la “Arno” hundió a la chilena “Fresia”, de 25 toneladas, comandada por el teniente primero Álvaro Bianchi.

Al margen de los combates descritos anteriormente, la guerra en el mar había terminado y para evitar que la flota peruana cayera en manos del enemigo, en enero de 1881, después de las batallas de San Juan y Miraflores, el gobierno peruano dispuso la destrucción de las naves de la escuadra peruana. Con estas acciones la Marina de Guerra del Perú, dejó de existir temporalmente hasta su renacimiento a fines del siglo XIX.

[editar] Bibliografía

• "Alma Mater" de Fernando Casaretto Alvarado. Imprenta de la Marina de Guerra del Perú, Lima, Perú, 2000.
• "Marina de Guerra del Perú" Página web oficial de la Marina de Guerra del Perú.
• "Historia de la República del Perú" de Jorge Basadre Grohmann, Diario "El Comercio", Lima, Perú, 2005, ISBN 9972205622 (Obra Completa).