El Hombre Enmascarado
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El Hombre Enmascarado (The Phantom) es un personaje creado en 1936 por Lee Falk.
[editar] Argumento
Un mercante inglés es atacado en aguas del Pacífico por los piratas Singh. El único superviviente alcanza a nado la costa, donde jura sobre la calavera de su padre que él y sus descendientes combatirán la piratería. Mediante un disfraz de color violeta y un antifaz, los descendientes del original perpetúan la ilusión de El Espíritu que Camina y El hombre que nunca muere. Acompañado por un lobo al que llama Satán, el Hombre Enmascarado marca a los criminales en la mandíbula con su anillo de la Calavera. Se trata de uno de los pocos héroes de cómic armados, en su caso con dos automáticas. Sin embargo el Fantasma, nunca mata.
El espíritu que camina El Fantasma. Publicada en febrero de 1936 en el periódico New York American Journal disfrutó de un éxito aún mayor que el de la serie anterior. El Fantasma, The Phantom y los muchos nombres con que ha sido traducido a idiomas de todo el mundo es una de las sagas que ha calado de forma más profunda entre los aficionados al cómic. la paciente Diana Palmer esposa y futura madre del nuevo Fantasma es la chica encargada de acompañarlo en la Selva. El Fantasma desarrolla sus aventuras en un territorio mítico, una Jungla Profunda (Deep Wood) así denominada en los mapas que inicialmente se situaba en algún lugar de la costa Indostánica. Según Lee Falk sus fuentes fueron Tarzán, Kipling, los héroes mitológicos y Robin Hood. A estos antecedentes declarados hay que añadir toda la literatura popular de los años veinte y treinta de este siglo, plagada de personajes como Doc Savage o La Sombra o el mismo Conan. La combinación de estas fuentes arroja unas historias plenas de exotismo, acción y fantasía, en las que se representa la superioridad del hombre blanco, pero también la incomprensión e indiferencia con que acogen sus disposiciones los indígenas y donde, curiosamente, el colonialismo occidental no se exalta aunque tampoco se critica.
El hombre blanco, El Fantasma, predomina sobre la población indígena, impone su ley, dicta sentencia y castiga según su código particular; pero al mismo tiempo actúa como un freno a la contaminación exterior, expulsa a los traficantes de armas e impide el alcoholismo y la avaricia entre las tribus. Para enjuiciar correctamente este enfoque hay que tener en cuenta la época en que fueron escritas estas historias, con medio mundo bajo el dominio británico y otro medio bajo el francés y el de otras potencias occidentales, sus destinatarios: adultos norteamericanos blancos afectados todavía por el crack de 1929 y la crisis económica consiguiente, y, sobre todo, la manera de narrar de Lee Falk que en ningún momento se regodea con la situación. En realidad, la misión del Fantasma consiste en mantener la selva y sus habitantes en un estado de primitiva ingenuidad y pureza. Los blancos buenos, generalmente los oficiales del ejército inglés, no se mueven de la ciudad costera, dejando que las tribus resuelvan solos sus problemas; los blancos malos como en la actualidad son todos aquellos que se adentran en la jungla intentando explotar sus riquezas y a sus hombres. El Espíritu que Camina da buena cuenta de ellos y los devuelve a su corrompida civilización.