Emilio Adolfo Westphalen
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Emilio Adolfo Westphalen (Lima, 1911-2001). Poeta, ensayista y promotor cultural peruano.
Editó El uso de la palabra (1939) y fue director de la Revista peruana de cultura (1964-1966), Las Moradas (1947-1949) y Amaru (1967-1971). Después de pasar una década en Nueva York, como traductor de Naciones Unidas, dirigió Amaru en los años sesenta, con ayuda de Abelardo Oquendo, una revista de apertura multidisciplinaria. Enseñó Historia del Arte Prehispánico en la Universidad de San Marcos. En 1974 fue nombrado agregado cultural de Perú en Italia.
Fue, asimismo, un tenaz buscador de la excelencia artística que le valió el unánime reconocimiento de los quienes trabajaron con él y de toda la comunidad literaria peruana. Tal es el caso de escritores y artistas como Mario Vargas Llosa, Fernando de Szyszlo, Jorge Eduardo Eielson y Julio Ramón Ribeyro, entre otros.
Estuvo casado con la pintora Julia Westphalen con la que tuvo dos hijas.
Su obra poética es breve, pero fundamental en la literatura en lengua española. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en el Perú en 1977, y el premio Miguel Hernández de poesía en España el año 1998. Hay una discusión acerca de la influencia del Surrealismo en su obra poética, aunque esta se circunscribe, sobre todo, a su primer libro y a algunas actividades del autor a favor del movimiento francés, y en colaboración con su amigo, el poeta y pintor peruano César Moro. Con Moro, intervino en algunos actos surrealistas y en el rechazo de las artes regionalistas. Escribieron un manifiesto contra el chileno Vicente Huidobro (El obispo embotellado). Ambos hicieron la primera exposición del surrealismo latinoamericano, en 1935, bajo el lema de Picabia: "El arte es un producto farmacéutico para imbéciles".
También fue muy cercano al renombrado escritor indigenísta José María Arguedas. Con él organizó un acto de defensa de la República española, que a Arguedas le costó la cárcel y a Westphalen la exclusión de la diplomacia. Como ejemplo del reconocimiento dado a su obra, el Premio Nobel de Literatura Octavio Paz, al presentarlo en 1978 dijo de él: "Emilio Adolfo Westphalen es uno de los poetas más puramente poetas entre los que escriben (hoy) en español. Su poesía no está contaminada de ideología ni de moral ni de teología. Poesía de poeta y no de profesor ni de predicador ni de inquisidor. Poesía que no juzga, sino que se asombra y nos asombra."
Murió en una clínica en la que estuvo recluido, pobre y enfermo, desde 1995.
Sus poemarios son los siguientes:
- Las ínsulas extrañas (1933)
- Abolición de la muerte (1935)
- Cuál es la risa (1938)
- Otra imagen deleznable (1980)
- Arriba bajo el cielo (1982)
- Máximas y mínimas de sapiencia pedestre (1982)
- Nueva serie (1984)
- Belleza de una espada clavada en la lengua (1986)
- Ha vuelto la diosa ambarina (1988)
- Bajo las zarpas de la Quimera (1991)
- Falsos rituales y otras patrañas (1999)
- Poesía completa y ensayos escogidos (2004)
