Escritura automática
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La escritura automática es una forma de hacer que aflore el subsconsciente. Consiste en situar el lápiz sobre el papel y empezar a escribir, dejando fluir los pensamientos sin ninguna coerción moral, social ni de ningún tipo. Es un método defendido y usado principalmente por André Breton y los surrealistas, en la primera mitad del siglo XX, considerando que de esa forma el yo del poeta se manifiesta libre de cualquier represión y dejando crecer el poder creador del hombre fuera de cualquier influjo castrante.
Su propósito es vencer la censura que se ejerce sobre el inconsciente, merced a unos actos creativos no programados y sin sentido inmediato para la consciencia, que escapan a la volundad del autor. Entonces compone directamente el inconsciente, liberado de la censura.
[editar] Modo de empleo
- Armar su mano de un lápiz, de un carboncillo, de un pincel mojado en tinta, etc..
- Acercarla a una hoja de papel virgen.
- Relajarse.
- No temer.
- Observar.
- A lo mejor la mano no quiere moverse, se queda quieta, como muerta, sin saber cómo ni por dónde empezar.
- Pero puede también que se ponga a marcar la hoja de papel enseguida, aunque sea un poquito sólo, al principio, antes de coger más fuerza y rapidez.
- Y puede también que se ponga a bailar frenéticamente desde el inicio.
- Puede que decida manchar o destrozar lo escrito anteriormente.
- Observar. Esto es todo lo que está permitido.
- Está prohibido participar en el marcaje de la hoja de manera reflexiva, ni se puede interferir en el proceso, sólo cabe observar. La regla es desaparecer, no intentar actuar.
- Pero es grato – a veces – sentir que su mano tiene una vida propia, tiene su propia energía, su ritmo, unas ideas propias insospechadas, y que sabe más de la cuenta. No se trata de reproducir ni de ilustrar, sólo de abrir nuevos canales creativos.
- En un momento, que es preciso reconocer por arte de magia, se para la composición.
- Está terminada. Ya no se puede ni añadir ni quitar nada.
- No hay regla, con una mancha, a veces, basta...