Gas de Camisea
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La explotación de los yacimientos del gas de Camisea, en la Región Cusco, en el Perú es una realidad desde agosto de 2004, después de veinte años de su descubrimiento. La zona de explotación de los yacimientos de gas de Camisea, una de las más importantes del continente americano, se encuentra enclavada en el mismo corazón del departamento del Cusco, en el bajo Urubamba. Forma parte del distrito de Echarate, de la provincia de La Convención, y es uno de los lugares más poblados por los nativos machigüengas.
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[editar] Antecedentes
En julio de 1981, el Estado peruano suscribió un contrato de operaciones petrolíferas por los lotes 38 y 42 con la compañía Shell. Esas concesiones sumaban aproximadamente 2.000.000 hectáreas, en la parte sur de la denominada Cuenca del Ucayali. Iniciados los trabajos de excavación, fue sólo en 1987, tras la instalación de 3.000 kilómetros de líneas sísmicas y la perforación de cinco pozos exploratorios, que el área de Camisea reveló al mundo dos yacimientos de gas natural no asociados, los cuales se denominaron San Martín y Cashiriari. El entusiasmo que generó este hallazgo dio paso a la firma del Acuerdo de Bases para la Explotación de Camisea entre Shell y PetroPerú, en marzo de 1988. Sin embargo, las negociaciones concluyeron en agosto de ese año sin llegar a feliz término.
Tuvieron que pasar varios años hasta que en marzo de 1994, se firmó por fin el Convenio para la Evaluación y Desarrollo de los Yacimientos de Camisea entre Shell y PetroPerú. No obstante, y pese a los esfuerzos concertados por parte del Estado peruano, en julio de 1998 el consorcio Shell/Mobil comunica su decisión de no continuar con el segundo periodo del contrato, por lo que todo quedó disuelto. Por ese motivo, en mayo de 1999, la Comisión de Promoción de la Inversión Privada (COPRI) acuerda realizar un proceso de promoción para desarrollar el Proyecto Camisea mediante un esquema segmentado que comprende módulos independientes de negocios.
A fines de ese mes, el Comité Especial del Proyecto Camisea (CECAM) convocó a dos concursos públicos internacionales para otorgar el contrato para la explotación de Camisea, así como las concesiones de transporte de líquidos y gas desde los mismos yacimientos hasta la costa, y de distribución de gas en Lima y Callao. Luego, en diciembre de 2000, se suscribieron los contratos para el desarrollo del proyecto con los consorcios adjudicatarios de los concursos organizados por el CECAM.
A inicios de mayo de 2002, se suscribió el contrato de concesión para el transporte y distribución del gas de Camisea, mediante el cual Tractebel se convierte en el tercer operador del proyecto (siendo Plus Petrol y Techint los otros dos). Este paso completa el esquema de desarrollo de Camisea.
De acuerdo a las informaciones del Ministerio de Energía y Minas y los directivos del consorcio Camisea, el proyecto avanza según lo previsto, es decir, concluir con todo el plan a fines de 2003 o comienzos de 2004.
[editar] Plan
El proyecto consiste en captar y conducir el gas natural proveniente de los yacimientos San Martín y Cashiari hacia una planta de separación de líquidos ubicada en Malvinas, a orillas del río Urubamba. En esta planta se separan el agua y los hidrocarburos líquidos contenidos en el gas natural y se acondiciona éste último para ser transportado por un gasoducto hasta los mercados de la costa. mientras que el gas excedente se reinyecta a los reservorios productivos.
Por otro lado, los líquidos del gas obtenidos en la planta de separación son conducidos hasta la costa mediante un ducto de líquidos y recibidos en una planta ubicada en Pisco, donde se fraccionan en productos de calidad comercial (GLP, gasolina y condensados), y luego se despachan al mercado mediante buques o camiones cisternas. Las reservas de Camisea son del orden de los 8,7 trillones de pies cúbicos de gas y de 545.000.000 de barriles de hidrocarburos líquidos. La producción inicial del yacimiento se prevé que será de 9.000.000 de metros cúbicos diarios extraídos de seis pozos. En cuanto a los ductos de transporte, se prevén dos: el del gas, con una extensión de 540 kilómetros aproximadamente, y el de líquidos, de 680 kilómetros atravesando transversalmente la difícil geografía del Perú.
Frente al hallazgo del gas natural en grandes cantidades en Bolivia, los inversionistas están apresurando los estudios y trabajos de exploración de Camisea. Ya se pasó, pues, de la expectativa interna de consumo del gas a una proyección que llevaría al Perú a contínuas exportaciones del valioso producto, sobre todo hacia el gran mercado estadounidense. Para ello, incluso, ya se han hecho algunos esquemas de inversión que duplicarían los 1.400.000.000 de dólares, que fue el monto inicialmente planteado para todo el proyecto de Camisea.
Esta inquietud exploratoria a gran escala obliga a observar, indudablemente, la situación de los lotes vecinos a Camisea, los cuales tendrían significativas reservas de gas natural. Ésta es demasiada tentación para el consorcio que lleva adelante el proyecto, pero también podría suponer un riesgo para los pobladores que viven desde hace siglos en esa zona del país. Durante el período en que operó la compañía Shell, diversas agrupaciones ecologistas hacieron llamadas de alerta para prevenir un posible daño en un área de gran riqueza biológica.
Ahora ante la puesta en producción del yacimiento, habría que recordar que, si la inversión es bienvenida en la medida en que trae progreso, también es cierto que hay que tener mucho cuidado de no afectar el valioso ecosistema de la zona. Consiliar estos dos intereses será en los próximos años un desafío para los peruanos, tan grande como extraer y transportar esta riqueza.
[editar] Recorrido y canon
Luego de pasar por la Región Ica llega por gasoducto a Lima. En la mencionada Región Ica hay una bifurcación que lleva el gasoducto también a Pisco.
De acuerdo a ley, la Región Cusco recibe por concepto del canon que le corresponde por la explotación del gas de Camisea el cincuenta por ciento de la regalía que recibe el Estado.
[editar] En Lima
En Lima y en el Callao, la Empresa Gas Natural para Lima y Callao es la que se encarga de abastecer esta zona tanto al sector industrial como al de vivienda.
En el mes de septiembre de 2004, en la localidad de Ventanilla, en Lima, ha comenzado a funcionar una planta de energía eléctrica que ha sido reconvertida a fin de utilizar el gas de Camisea como su fuente de energía.
[editar] Segunda etapa
En enero de 2006 el Perú firma un acuerdo con el consorcio Perú LNG con la finalidad de construir una planta de licuefacción de gas natural cuya inversión alcanza alrededor de los 3.300 millones de dólares y cuya repercusión local es la generación de 35.000 plazas de trabajo. Esta iniciativa corresponde a la segunda etapa del proyecto que permitirá la exportación del gas de Camisea. Se decidió que la planta de licuefacción se ubique a 169 kilómetros al sur de la capital de este país.
[editar] Negociaciones para su exportación
El 13 de junio de 2005 una delegación de alto nivel de Argentina, Brasil, Chile y de Uruguay visitó Lima a fin de plantearle al gobierno peruano la posibilidad de exportar gas a estos países construyendo un gaseoducto desde Pisco hasta Chile y desde allí, utilizando los ya existentes, para exportar gas a los otros países. La propuesta ha sido acogida con interés por parte del Perú.
[editar] Foro del gas
Este país, cuando comience a exportar gas, podrá pretender ingresar al Foro Mundial de Gas, que apunta a convertirse en una tribuna similar a la OPEP.
El citado Foro nació en el año 2000 con su primera conferencia en Irán. El objetivo de este Foro es intercambiar información entre los países exportadores e importadores del gas siguiendo el camino de la OPEP.