Genovevo de la O
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Genovevo de la O (3 enero 1876 - 12 junio 1952) fue una figura prominente en la Revolución Mexicana.
Nació en el pueblo de Santa María Ahuacatitlán, estado de Morelos, México. Se dedicaba a los peones mexicanos, y logró fama como general Zapatista de guerrilla. Después de que murió Emiliano Zapata, de la O se alió con Álvaro Obregón y eventualmente se convírtió en figura venerada de la política mexicana.
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[editar] Años formativos
Desde su juventud se destacó como defensor de su pueblo y la gente común. Luchó contra las incursiones de la cercana hacienda de Temxico que quería apoderarse de las tierras del pueblo, contra la deforestación, y contra el despojo de tierras comunales en general. Tuvo problemas con la ley de Porfirio Díaz, que favorecía a los hacendados en lugar de los peones. Así que de la O llegó a odiar al régimen por causa del Porfiriato.
Inicialmente soportaba a la presidencia de Francisco Madero, basándose en el concepto de reforma de tierra, pero se desilusionó y se afilió con Emiliano Zapata, el gobernador corriente de Morelos. Junto con Zapata, de la O firmó el reformista Plan de Ayala en 1911.
[editar] Revolución bajo Zapata
El gobierno de Madero se opuso al Plan de Ayala, entonces los Zapatistas se levantaron en armas para defender su causa. De la O se nombró Capitán de infantería y se encarga de hacer operaciones de guerrilla en el norte de Morelos. Se le promovió a los grados de Mayor, Teniente Coronel, y Coronel antes de concluir el año.
Entre 1911 y 1912, su división del Ejército Libertador del Sur operaba en los alrededores de Santa María. Tenía mucho éxito combatiendo a las fuerzas federalistas en Cuernavacas, dio golpe fuerte a la división de General Robles, y inspiró a miles de personas a que se junten a su causa.
La columna de la O capturó al pueblo de Huitzilac en el verano de 1912, pero los federalistas lo hicieron rendirse reluctantemente. El General Ojeda intento evacuar la ciudad y de la O lo sacó mucha sangre por quedarse en la ciudad. De la O defendía el pueblo valientemente en los próximos meses, pero en 1912 el General Naranjo infiltró en la ciudad y la quemó hasta la tierra.
Al aproximarse el año 1913, combatió contra las fuerzas del usurpador, Victoriano Huerta en el estado de México. De la O se convertía en general mientras el conflicto continuaba en la frontera entre los estados de México y Morelos a través de 1915. Mientras tanto, el poder de Huerta se disminuía en favor de Venustiano Carranza. Carranza aumentó las tropas en el sur del estado de México, y ellos emprendieron una nueva y tenaz batida contra de la O. El General Pablo González lentamente y inexorablemente empujo de la O a Morelos.
En 1919, se le dio un golpe mortal al Ejército Libertador del Sur y a la causa zapatista. El líder principal de la revolución, Emiliano Zapata, acudió a una "negociación" donde fue matado por el engañoso Colonel Jesús Guajardo.
[editar] Revolución bajo Obregón
Ya que no quería que se acabara su poder, de la O se juntó con el revolucionario nuevo Álvaro Obregón. En 1920, ayudó al General Benjamín Hill en escaparse de la ciudad de México, y Hill también se unió con las fuerzas Obregonistas. Juntos dieron un golpe al estado, derrotaron a Carranza, y formularon un gobierno nuevo.
En el primer día de 1921, se le nombró jefe de la Operaciones Militares en Morelos en la ciudad de Tlaxcala. Después se encargo de puesto semejantes en Aguascalientes y la ciudad de México. El conflicto seguía por unos años más, pero el régimen de Obregón se quedó en control del país.
[editar] Vida y política posterior
De la O mantuvo política hasta el año 1941 cuando cumplió la edad de sesenta y cinco años, la máxima edad para servicio en el gobierno mexicano. Aunque fue jubilado, seguía metido en los asuntos de México. Formó el Frente Zapatista en 1940 como defensor de los ideales de Zapata. Participó en la fundación de la Federación de Partidos del Pueblo en 1945, y la preside por unos años.
Murió en paz en su pueblo natal de Santa María Ahuacatitlán, lo que fue una muerte más sencilla que la que se sufrieron la mayoría de sus compatriotas revolucionarios. Se le veló en el Salón del Congreso de México y fue sepultado en Santa María.
