Julio César Germánico

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Julio César Claudiano Germánico

Nerón Claudio Druso (Roma, 24 de mayo de 15 adC - Antioquía, 10 de octubre de 19 dC), desde el 27 de junio de 4 dC, Julio César Claudiano, noble y militar romano, que gobernó y pacificó la provincia de Germania, obteniendo el sobrenombre de Germánico, con el que fue universalmente conocido, por sus victorias.

Fue sobrino del emperador Tiberio, padre de Calígula y hermano de Claudio, que se sucederían en el trono entre los años 14 y 54 de nuestra era.

[editar] Juventud

Hijo de Druso el Mayor y Antonia Minor, que fue hija de Marco Antonio y Octavia la Menor , Germánico fue adoptado a la muerte de su padre por su tío Tiberio por indicación de Augusto, poniéndolo de este modo en la línea de la sucesión imperial (4 dC). Al año siguiente contrajo matrimonio con Agripina la mayor, quien le siguió en todos sus destinos y le dio nueve hijos. Dos de ellos murieron al poco de nacer, y otro, llamado Cayo Julio César, murió en la niñez. Los seis restantes alcanzaron la edad adulta:

• Julia Livilla.
• Drusila.
• Agripinila, madre el emperador Nerón.
• Druso César.
• Nerón César.
• Calígula.

[editar] Campañas militares

La adopción imperial supuso especiales dispensas para desarrollar su carrera militar sin atender a los requisitos de edad: Germánico estuvo junto a su padre adoptivo a los 22 años de edad en la expedición dirigida a Panonia (7-9 dC) para sofocar la revuelta producida en la provincia, y en la de Germania (11 dC)

En el 12 alcanzó el consulado, después de cinco cuesturas sucesivas, y al año siguiente recibió de manos de Augusto la dirección de la provincia de Germania, tras el desastre de la batalla del bosque de Teutoburgo, y el mando de las legiones de esta provincia, cuya revuelta sofocó. De su popularidad baste decir que, a la muerte de Augusto, sus soldados le pidieron que suplantase a Tiberio como heredero imperial.

Dispuesto a imitar a su padre, a finales del año 14 envió las legiones amotinadas contra los marsos y luego contra los catas y ceruscos, alcanzando el famoso Saltus Teutoburgiensis, donde recordó la memoria del malhadado Varo.

Para el año 16 disponía de una gran flotilla que le iba a permitir entrar en el Rin desde el mar, desembarcar cerca del río Ems, avanzar hacia el interior y obtener un sonado éxito con la victoria sobre las tribus germanas cerca del río Weser. La provincia de Germania quedó sujeta al dominio romano dominada y la derrota de Varo vengada.

Germánico aportó algo nuevo en el ejército. Dispuso a los auxiliares como hostigadores en primera línea. Además, ahora también luchaban cuerpo a cuerpo, ya que recibieron un entrenamiento diferente.

Germánico se situaba en el centro, respaldado por cuatro legiones y la Guardia Pretoriana. En la tercera línea se situaban mercenarios galos, cretenses e hispanos. Los germanos intentaron flanquearle por el bosque, pero Germánico lo sabía y colocó allí a toda su caballería.

[editar] Últimos años y muerte

Estatua de Germánico

En ese momento, cuando Germánico juzgaba necesaria una campaña más para conquistar completamente Germania, Tiberio decidió que lo logrado era bastante y lo reclamó en Roma para celebrar un triunfo (26 de mayo del 17) y enviarle al Oriente cum imperium total.

Germánico comenzó su segundo consulado (18) en Nicópolis, coronó a Zenón como rey de Armenia y arregló la situación de Capadocia y Comagene. En el 19, un viaje por el Nilo ad cognoscendam antiquitates ofendió gravemente a Tiberio, que no le había dado permiso para visitar Egipto, propiedad privada del emperador.

Una vez en Siria, Germánico se encontró con el procónsul Calpurnio Pisón, que Tiberio había nombrado con la intención de controlar a su hijo adoptivo; el disgusto entre ambos aumentó progresivamente hasta que Germánico ordenó a Pisón que abandonase la provincia. Entonces cayó misteriosamente enfermo, muriendo el 10 de octubre del 19, convencido de que había sido envenenado por Pisón.

Su muerte, comparada por muchos coetáneos con la de Alejandro Magno dio lugar a universales manifestaciones de luto y a algunas sospechas en Roma sobre la participación en ella del propio Emperador. El Senado decretó para él especiales honores funerarios y juzgó también a Pisón como presunto criminal.