Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros
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- Para otros usos de este término, véase Tupamaros.
El Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros (MLN-T) o simplemente Tupamaros es un grupo de Uruguay que tuvo una etapa de actuación como guerrilla urbana de izquierda radical durante los años 1960 y principios de los '70, y que se integró a la coalición política Frente Amplio en 1989.
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Reseña histórica
Años 1960
El grupo surgió en la primera mitad de los años 1960 a partir de la vinculación de varios grupos dispersos de la izquierda política uruguaya, más el aporte de varios militantes individuales. A pesar de la diversidad ideológica de los primeros tiempos —incluía integrantes del Partido Socialista, maoístas y algunos anarquistas— terminó predominando entre ellos una visión marxista de la realidad histórica. Según el dirigente de la organización y hoy senador en Uruguay, Eleuterio Fernández Huidobro, el nacimiento de los Tupamaros tuvo lugar formalmente en 1965.
Organizado como respuesta a una serie de incidentes entre grupos de izquierda y de ultraderecha a principios de los años 1960, el movimiento tupamaro tuvo, como otros de su tiempo en varios países de América Latina, una identificación con la revolución Cubana de 1959, que influyó en su camino ideológico y en sus acciones posteriores. Se organizó entonces como un grupo guerrillero, no teníendo en un principio vinculación con ningún partido político existente.
El nombre "Tupamaros" parece derivarse del mote despreciativo que las autoridades policiales españolas de la época colonial en el Río de la Plata endilgaban a los patriotas que se habían adherido al movimiento independentista de 1811. Igualmente presente en las novelas de Eduardo Acevedo Díaz, escritor realista de finales del siglo XIX, la palabra tenía su origen en la sublevación indígena que había ocurrido en el Virreinato del Perú en 1780, encabezada por el jefe indio José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, y que fue reprimida con inusitada dureza por los españoles.
En noviembre de 1964 aparece por primera vez este nombre vinculado al movimiento político uruguayo, en un volante distribuido en la una Convención Universitaria donde se leía: "T N T Tupamaros no transamos".
Según narraron con posterioridad sus fundadores, en los primeros tiempos las acciones del MLN-T eran acciones de aprovisionamiento de armas y de fondos para una lucha de proporciones más grandes. Sin embargo, la opinión pública de la época quedó hondamente impactada (a favor o en contra) ante la aparición de la lucha política armada en el Uruguay, modalidad que después de la derrota de la última sublevación de Aparicio Saravia, en 1904, no había sido asumida por ningún sector del espectro político.
Tras ser prácticamente desbaratado por la policía en 1966, el MLN-T se recuperó, comenzando una serie de acciones que combinaban el acopio de fondos y materiales para la organización, el ajusticiamiento de algunos funcionarios policiales acusados de torturas a detenidos políticos y la propaganda política.
Las autoridades de aquella época prohibieron a la prensa el dar noticias sobre las acciones tupamaras o mencionar su existencia. Los innombrables, como alguna prensa los denominó, comenzaron a ser conocidos fuera de Uruguay cuando se dieron a publicidad algunas acciones como la publicación de información financiera relacionada al manejo de dinero por ciertas empresas o particulares muy conocidos o —una de las más famosas— la incautación de un camión de una conocida empresa almacenera de entonces, cargado de víveres, que fue dejado en manos de los habitantes de una zona marginal de Montevideo.
Estas acciones dieron al MLN-T un prestigio fuera de fronteras que en algunos casos constituyó una leyenda con visos románticos, como es posible notar en alguna literatura contemporánea y posterior.
En cambio, dentro del país el MLN-T despertó fuertes resistencias. En primer lugar y como era lógico, del sistema político tradicional, por entonces muy deteriorado por la crisis económica desatada desde 1955. Los políticos blancos y colorados condenaron la lucha armada, por más que algunos de ellos, como luego se comprobó, habían mantenido conversaciones secretas con los Tupamaros.
La izquierda parlamentaria, sobre todo el Partido Comunista del Uruguay, desautorizó en un principio a los Tupamaros en duros términos, pero luego hubo de hacerse a la idea de coexistir con ellos, debido al fuerte crecimiento que éstos tuvieron después de 1968, tanto en Montevideo como en el interior del Uruguay. No se sabe a ciencia cierta cuántos miembros activos tuvo el movimiento durante el período previo a la dictadura militar. Las fuentes históricas manejan cifras dispares, que van entre las 6.000 y las 10.000 personas.
Principio de los años 1970
Hacia 1970 la lucha armada se hizo de mayores proporciones, con lo cual muchas veces la policía se vio desbordada. Fue por esos días cuando el MLN-T llevó a cabo algunas de sus acciones más conocidas, como el secuestro y posterior ajusticiamiento en 1971 del funcionario estadounidense Dan Mitrione, que había sido enviado como asesor para instruir a la policía y a los militares en "cómo hacer un uso más racional y eficaz de la tortura", en el marco de la United States Agency for International Development. Este hecho histórico es la base del guión cinematográfico de la película de Costa-Gavras État de Siège.
Otro evento destacado fue la fuga del penal de Punta Carretas en 1971, una de las mayores fugas carcelarias de la historia, en la que escaparon más de cien detenidos.
Aunque su accionar estaba enfocado principalmente en la lucha armada, algunos de sus integrantes crearon un brazo político para las elecciones presidenciales de noviembre de 1971, el Movimiento de Independientes 26 de Marzo, que formaba parte de la naciente coalición de izquierdas Frente Amplio —fundada en febrero de 1971—.
En unas elecciones acusadas de fraudulentas por el Partido Nacional que recibiría el 40,1% de los sufragios, el Frente Amplio obtendría el tercer lugar con el 18,6%, saliendo triunfante el Partido Colorado con el 40,3%.
Con la asunción en 1972 del presidente electo, Juan María Bordaberry, y la comisión a las Fuerzas Armadas de la represión de la guerrilla —la cual, en el léxico político de la época, era invariablemente llamada sedición— llevó a sangrientos choques y el MLN-T fue derrotado militarmente, siendo su aparato armado vencido y desarticulado.
Al mismo tiempo, caía en manos de los militares la plana mayor de la organización, con la cual habían mantenido una serie de contactos políticos a fin de discutir las bases de un proyecto político de cambios económicos y sociales. Algunas ideas comunes entre uno y otro bando, aunque muy desvaídas, alentaron tales conversaciones, las cuales se vieron interrumpidas en forma abrupta muy poco tiempo después.
Seguros de su triunfo militar, los comandantes de las Fuerzas Armadas de aquel entonces manifestaron el propósito de "seguir combatiendo la sedición" y actuaron contra el resto de la izquierda política y los sindicatos. El presidente Bordaberry, sin apoyo político aún dentro de su partido, el Partido Colorado, se plegó a los requerimientos de las FF.AA., que poco después actuarían contra el sistema político parlamentario, dando el golpe de estado el 27 de junio de 1973 que disolvió el parlamento y declaró ilegales a las organizaciones sindicales y de izquierda.
De 1973 a 1985
Los militares retuvieron a los dirigentes tupamaros Raúl Sendic, Eleuterio Fernández Huidobro, Mauricio Rosencof, José Mujica, Adolfo Wasem, Julio Marenales, Henry Engler, Jorge Manera y Jorge Zabalza en calidad de rehenes y como trofeo de guerra durante el tiempo que duró la dictadura militar, es decir, hasta 1985. A pesar que en el Uruguay los militares no practicaron el exterminio sistemático que, por ejemplo, utilizó el gobierno militar de la Argentina, contemporáneo suyo, los dirigentes tupamaros fueron recluidos en condiciones infrahumanas de continua tortura, en casi total incomunicación (comprobadas posteriormente por organismos como la Cruz Roja Internacional) y bajo la amenaza de ejecutarlos si alguna acción del MLN-T, cualquiera que esta fuera, tenía lugar.
En el exilio, los Tupamaros se mantuvieron expectantes y no desencadenaron acciones posteriores en territorio uruguayo, aunque sí participaron en las diversas campañas de denuncia contra los militares.
Después de 1985
En 1985, al retorno de la democracia parlamentaria en el Uruguay, y con ella la liberación de los presos políticos que los militares habían hecho, los Tupamaros se convirtieron en una intriga para el sistema político, ya que no se sabía a ciencia cierta que postura iban a adoptar. Esta intriga fue despejada poco tiempo después, cuando Raúl Sendic, en un acto público, afirmó que el MLN-T iba a optar por el marco político legal, proponiendo una lucha ideológica y la integración al Frente Amplio de manera formal.
No estábamos solos, sino que un gran sector popular nos dio aliento en aquella década del 60 tan convulsionada... La iniciativa nuestra de dar un paso adelante en las luchas sociales fue después de tipo militar, desde el momento en que los militares atacaron las manifestaciones populares con gran saldo de muertos y después invadieron todas las instituciones (...) Seguimos (1988) sin embargo, con nuestra propuesta política adelante, sabiendo que no somos dueños de la verdad. No nos consideramos vanguardia de nada, sino uno de los elementos que contribuirán a llevar adelante la lucha del pueblo uruguayo. [NR: hablando de la guerrilla] ...tenemos que contemplar la mentalidad de un pueblo (...) que conserva una serie de tradiciones pacíficas y que nosotros tratamos de contemplar en nuestra etapa anterior, cuando hacíamos aquella famosa guerrilla de guante blanco, buscando la menor violencia posible. —Barreiro, Jorge. "Mantener la antorcha encendida" (entrevista a Raúl Sendic), Cuadernos de Marcha, Montevideo, año III, número 29, marzo 1988.
A partir de ese momento el MLN-T ha transitado por vía política. En 1989, año de la muerte de Raúl Sendic, fueron admitidos (aunque no por unanimidad) en el Frente Amplio, y poco después formarán, dentro de este, una coalición con otros grupos, conocida como Movimiento de Participación Popular, y luego como Espacio 609 en alusión al número de lista con que en el sistema electoral uruguayo se identifica a los diversos sectores que en él participan.
En 2004, y tras varios años de progresos electorales, el Espacio 609 se transformó en el sector más votado dentro del Frente Amplio, la coalición gobernante. A partir de la elección presidencial de 2004, varios de los miembros del movimiento pasan a ocupar puestos de relevancia en el gobierno uruguayo. Es el caso, por ejemplo, de la maestra Nora Castro, presidente de la Cámara de Diputados durante el período 2005-2006, y de José Mujica, Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Véase también
- Estado de sitio (État de Siège), una película de Costa-Gavras inspirada en los Tupamaros.
- Historia de Uruguay
- Guerra de guerrillas