Munuza
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Munuza (siglo VIII) fue un gobernador moro del norte de Al-Andalus (incluyendo la región de Asturias en la actual España) fue derrotado y muerto por Pelayo de Asturias al principio de la Reconquista.
Munuza gobernaba desde Gijón con un pequeño destacamento a toda la Asturias transmontana a las órdenes de los sarracenos (según la Crónica Albeldensa y la Alfonsina). Tras la caída de Rodrigo, último rey de los Visigodos, los musulmanes llevaron a algunos de los seguidores del rey como rehenes a Córdoba, entre ellos Pelayo, que logró escapar y fue perseguido por las tropas musulmanas hasta el valle de Cangas de Onis. Allí se reunió un "concilium", en el 718, donde los godos y los astures pactaron unirse y combatir al enemigo común.
Pelayo se levantó en el 718 y no fue hasta 722 cuando las tropas al mando del comandante Alqama con un contingente de tropas que entraron posiblemente por el puerto La Mesa y se enfrentaron a éste sucesivas veces, mientras Pelayo se replegaba hacia Covadonga, donde libró batalla. Tras la victoria de los de Pelayo en esta batalla, las tropas musulmanas se retiraron hacia el sur, posiblemente retirándose por el puerto de montaña por el que habían venido y fueron aniquilados. Munuza que seguía en Gijón siguió su ejemplo y huyó. Antes de salir de Asturias fue aniquilado y pereció. No se sabe exactamente dónde fue muerto y enterrado. Hay muchas teorías sobre este hecho: en numerosas crónicas se nombra el lugar de su derrota en Olalies (que significa Eulalia, Santa Eulalia, Santolaya...). El problema es ubicar Olalies o Santa Eulalia, nombre muy común en aquella época en Asturias y aún hoy. Los astures lo situaban en varios lugares: Santa Eulalia de Manzaneda, Santa Olaya de Abamia, Tudela de Asturias, en el Valle de Proaza, junto a Oviedo...etc. Para otros el lugar es San Vicente Olalle, cerca de Trubia. El autor P. Flórez asegura que fue en el valle de Santa Olalla, que corroborado con otros datos puede ser Santa Eulalia de Turiellos (antigua denominación de La Felguera). Según Ambrosio Morales en Crónica y amparándose en el Padre Risco, fue también aquí el lugar de la derrota; lo mismo afirma el historiador P. Mariana. El arabista Saavedra coincide también con dicha ubicación langreana.
