Naqada I
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Naqada I fue un período cultural egipcio, llamado en conjunto Amratiense, que se extendió de Matmar, en el Norte, hasta Uadi Kubbaniya al sur. El nombre le fue asignado por Kaiser en 1957 para reforzar la idea de continuidad con los períodos siguientes (Naqada II y Naqada III). Naqada se llamaba, en egipcio antiguo, Nubt (Dorada), y políticamente fue una de las ciudades, pero cada una de las existentes formaba un núcleo independente.
Hacia el 4000 adC el Badariense dio paso al Amratiense, después llamado Naqada I. El cambio se caracteriza por la estratificación social, artesanía mejorada y nuevas formas artísticas, y la expansión más al sur. Las tumbas se hicieron más grandes junto con otras pequeñas y sencillas; los establecimientos se hicieron permanentes.
La piedra era mejor trabajada y eran frecuentes las bifaciales. Aparecieron también elementos decorativos; se han encontrado figurillas de cerámica y de marfil. A la cerámica le siguió la pintura en rojo pero con dibujos lineales o geométricos; es también de esta época la aparición de cucharas, peines y agujas, pero nada en metal. De este periodo sólo se ha encontrado metal en El-Hammamiya y Khattara. En Hieracómpolis se encontró un horno y una estructura rectangular, que parece indicar edificios permanentes y mejor construidos que una simple choza, para población sedentaria.
Las tumbas se convirtieron en agujeros ovalados con el difunto enterrado en posición contraída, la cabeza orientada al Sur y mirando a la izquierda. Bajo el cuerpo había a menudo una estera, y bajo la cabeza un fragmento de tela o piel.
La formación de entidades políticas comenzó en Naqada I. Nagada y otras ciudades evolucionaron hacia poderes locales que fueron los primeros organizados de Egipto. Quizás la necesidad de colaboración en la explotación agrícola y la importación de materiales, hizo necesaria la aparición de jefes. Se cree que una evolución similar se dio por la misma época en la cultura de Maadi, en la zona del Delta.
Por sus características se divide en los estadios de Naqada Ia, Naqada Ib, Naqada Ic, y hasta un Naqada Id (más discutible), que algunos sitúan en realidad dentro del período Naqada IIa. Durante los periodos Ia, Ib, y Ic se incrementa progresivamente la estratificación social, pero desde el Ic se detiene.
La alimentación era a base de pescado y otros animales como gacelas; se comían cereales: cebada, guisantes y otras variedades.
Se han detectado importaciones de Siria, Palestina, Nubia y Mesopotamia; aparece incluso Lapislázuli de Afganistán.
Personas y animales aparecen enterrados juntos en Mahasna, Abadiya, Al-Amra, Gebelein e Hieracómpolis; en Al-Amra algunos entierros están acompañados de cornamentas.
En las necrópolis se aprecia una diferencia social en los enterramientos. Se han encontrado muchos tipos de cementerios: en el N y el B hay no menos de 112 tumbas. Al final del periodo, la estratificación social se aprecia en el cementerio T, que parece corresponder a la élite, con pocas pero ricas tumbas. En Abadiya se encontró una tumba (B101) con mucha cerámica, la pintura de un antílope, seis esferas de arcilla blanqueada, una estatuilla de hipopótamo, pulseras y tres dientes de marfil de hipopótamo.
Entre las aldeas excavadas está la de Hemmamiya, que es típica, con nueve estructuras circulares hundidas en parte bajo tierra, con restos de haber sido un hogar y otras zonas de almacén.
Hieracómpolis (Nejen) aparece también en el periodo de Naqada I pero fue más importante en los periodos siguientes, y se cree que estaba bien situada para el comercio con Nubia y próxima al desierto oriental.
Abidos, que será importante en el período Naqada III, conserva un cementerio del periodo Naqada I con signos de estratificación social. La tumba U-502, del final del período, es de un niño prematuro, con mucha cerámica, ocho figuras femeninas y tres masculinas, lo que se atribuye al establecimiento del sistema hereditario.
Véase:
