Nuestro Padre Jesús del Convento de Santa Ana Chiautempan
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Nuestro Padre Jesús del Convento de Santa Ana Chiautempan es una imagen tallada en madera fina, del tamaño medio de un hombre, un poco encorvado y con la mirada fija hacia abajo. Probablemente fue mandada hacer con algún estatuario de Puebla o México, pues hay datos de que desde la segunda mitad del siglo XVI ya se veneraba en este convento del pueblo de Chiautempan.
El pueblo de así como los demás circundantes y lejanos le ha consagrado su fe, patente desde la época colonial, siendo tantos sus milagros, que existe una leyenda
[editar] Leyenda de Nuestro Padre Jesus del Convento, extraída de la tradición oral
En el año 1566, en el entonces pueblo y doctrina franciscana de Chiautempantlan, los señores fiscales y mandones del pueblo vecino San Bartolomé Tlacaxoloc, llegaron una noche de la ciudad Puebla de los Ángeles, a Santa Ana Chiautempan, llevando consigo una imagen de Nuestro Señor Jesucristo para su veneración. Al caer la noche, los mandones de Tlacaxoloc, piden posada en el Convento Franciscano de Nuestra Señora de Los Ángeles y de Nuestra Señora Santa Ana, siendo aceptada aquella petición por los reverendos padres franciscanos que guardaban el monasterio. Al día siguiente, los mandones de los ocho barrios que componían el pueblo de Chiautempan, acompañaron a los de San Bartolomé Tlacaxoloc a llevar la imagen en procesión triunfal a este pueblo. Pero, apenas salió aquella imagen, esta empezó a pesar más y más, conforme se acercaba aquella procesión al pueblo, la imagen de Jesús pesaba tanto, que se llegó al grado de ponerla en una carreta para que ésta se la llevase. Pero la mula no aguantó el peso de la efigie y cayó al suelo inconsciente.
Entonces, ocurrió el primer milagro de la Imagen de Nuestro Padre Jesús del Convento, debido a que él decidió quedarse en este pueblo de Chiautempan, para que sus habitantes lo venerasen, quedando la imagen establecida de nuevo en el templo conventual de Nuestra Señora de Los Ángeles de Santa Ana Chiautempan.
[editar] Las Pascuas en Honor a la Imagen
A finales del siglo XIX, en Chiautempan y en el estado se aplicaron las Leyes de Reforma, es entonces cuando nace la tradición de las Pascuas, celebraciones en honor a la imagen del Padre Jesús y en las cuales, se hacían varios festejos en su honor, como misas, rosarios, laudes y maitines, celebraciones que se hacían en el Convento debido a que como el gobierno no aceptaba las procesiones públicas, cada barrio hacía su celebración durante los días de pascua, pasando de domingo en domingo. Posteriormente, el gobierno aceptó las procesiones públicas y es así como se inicia una nueva tradición de las Pascuas donde el día domingo después de la procesión de traslado se lleva a cabo grandes celebraciones a la imagen como la quema de fuegos pirotécnicos: La imagen va de visita a la iglesia de cada barrio, ordenadas por el siguiente orden:
Barrio de Ximentla
San Onofre o San Miguel Tecuepohtizn
La Soledad Xaltipan
Santa Cruz Tlapacoya.
Texcacoac
La Concepción (Convento de nuestra señora de los angeles)
Chalma
Xaltantla
El templo de la virgen de Guadalupe
Parroquia de Señora Santa Ana
Orden Franciscana Seglar (Convento de nuestra señora de los angeles)
col el Alto (capilla de san isidro labrador)
Panaderos* (mes de noviembre)
Estas celebraciones se hacen los domingos inmediatos a la pascua, así, de esta forma, el mismo viernes Santo, sale una imagen réplica al templo del Carmen, donde el barrio de Ximentla se encarga de hacer su celebración el día Domingo, contando con misas, quema de cohetes y el sonar incesable de las campanas. El lunes, se hace la oferta del Mole Prieto y posteriormente la imagen deja el templo el viernes para llegar a otro. De esta manera se contabilizan cerca de 13 pascuas en honor a la venerada imagen.
