Paisaje
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Definir el paisaje desde el punto de vista geográfico no es fácil, porque este es el objeto de estudio primordial y el documento geográfico básico a partir del cual se hace la geografía.
Entendemos, en general, por paisaje cualquier área de la superficie terrestre producto de la interacción de los diferentes factores presentes en ella y que tienen un reflejo visual en el espacio.
El paisaje se define por sus formas, naturales o antrópicas. Todo paisaje está compuesto por elementos que se articulan entre sí. Estos elementos son básicamente de tres tipos: abióticos, bióticos y antrópicos, que aparecen por la acción humana. Determinar estos elementos es lo que constituye el primer nivel del análisis geográfico.
[editar] El paisaje en el arte
El paisaje es un fenómeno tardío de la civilización y más tardío aún para la filosofía. Es uno de los más tardíos logros del refinamiento de las culturas humanas. Los animales habitan el paisaje y lo van alterando de alguna manera y en alguna medida, pero son incapaces de percibir el espacio físico y geográfico del paisaje como algo bello, estético y hermoso. El mismo ser humano tardó mucho en descubrirlo siendo que su vida giraba en torno a éste al realizar diversas actividades sobre él, al vivir en él.
Los chinos fueron quienes descubrieron el paisaje ya que en el siglo V lo trabajaron como tema pictórico. Esto fue debido a que sus esticas religiosas como el budismo tenían una visión estética de la naturaleza, lo que fue muy favorable para la aparición del paisaje. Luego fue trabajado también por los europeos en el siglo XVI. Desde las pinturas rupestres hasta casi el romanticismo, la naturaleza no aparecía nunca en las obras pintóricas cómo paisaje. Es curioso que en ciertos momentos cronológicamente diferentes de oriente a occidente, la geografía y naturaleza dejaron de ser objeto de temor, espacio simbólico de los poderes míticos o de los espíritus de la región, espacio del amar y el engendrar, pero también del parir con dolor, espacio de trabajo que con el sudor de la frente le arranca unos magros frutos a esa tierra que hay que temer y al mismo tiempo respetar ya que de ella vivimos y en ella morimos y terminó siendo también objeto estétito, de belleza en las obras artísticas.
Para comprender el paisaje es necesario tomar en cuenta dos elementos personajes: el espectador y el paseante o viajero. No existe una estética en el paisaje hasta que ésta sea otorgada por el ser humano, el artista es quien la identifica y la reproduce. El responsable de la creación de un paisaje es el viajero, aquel sujeto que recorre las tierras, encontrándose con los espacios geográficos y se propone hacer una compilación de sucesos, de temas, de objetos, de elementos, dentro de un solo cuadro. El espectador sería aquel que es el beneficiario de los resultados, es aquel que disfruta una obra llena de Naturaleza donde el hombre y su necesidad de presencia ha sido borrado.