Partido de Trabajadores por el Socialismo

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El Partido de Trabajadores por el Socialismo o PTS es un partido político de Argentina, de orientación trotskista.

Nace a partir de una escisión del MAS en 1988. Se define como "una organización marxista revolucionaria cuyas bases teóricas, programáticas y de principios, se encuentran en la herencia legada por más de 150 años de lucha del movimiento obrero y socialista, el Manifiesto Comunista, las críticas al Programa de Gotha y Erfurt, las lecciones de la Comuna de París, las enseñanzas de la Revoluciones rusas de 1905 y 1917, de la Primera y Segunda Internacionales, de la Internacional Comunista en sus cuatro primeros Congresos, de la lucha de la Oposición de Izquierda contra el termidor estalinista y la burocratización, de la teoría-programa de la Revolución permanente, el Programa de transición y las banderas de la IV Internacional fundada por León Trotsky".

Actualmente, es una corriente con fuerza entre estudiantes universitarios, que intenta influir en el proletariado industrial. También influye en la dirección del Sindicato Ceramistas de la provincia de Neuquén y en la fábrica de cerámicas bajo control obrero, Zanón, de esa misma provincia.

Sus principales dirigentes son la psicóloga feminista Andrea D'atri, el obrero naval José Montes, el sociólogo Cristian Castillo, la filósofa Ariana Díaz y el teórico comunista Emilio Albamonte.

No ha obtenido jamás representación parlamentaria. En las elecciones legislativas de 2003 presentó candidatos en 7 de los 24 distritos nacionales, obteniendo un total de 42.331 votos (alrededor de un 0,25%), con su mejor resultado en la provincia de Neuquén, 1.563 votos (0,78%). En las elecciones presidenciales de 2003 no presentó candidatos. En las anteriores, de 1999, había obtenido 43.911 votos (0,23%).

En 2004 sufre una ruptura de donde surge la Corriente Praxis (antes conocida como Socialismo Revolucionario), producto de la crítica por parte de algunos dirigentes a lo que consideraban un rumbo marcadamente “sectario” y “obrerista” del partido.

A principios de 2006 se produce una nueva ruptura de donde surge la COR (Corriente Obrera Revolucionaria). El partido sufre la perdida de casi la totalidad de sus militantes en la regionales de las provincias argentinas de Mendoza y San Luis. Esta nueva ruptura se produce también a partir de un grupo de dirigentes que son expulsados del partido al cuestionar la poca cantidad de “obreros” en el comité central y el presunto rumbo “pequeño burgués” del partido. Esta escisión es más izquierdista que la de 2004 y recuerda a la que se produjo a fines de los 90 de la cual nació Democracia Obrera.