Principio de legalidad
De Wikipedia, la enciclopedia libre
El Principio de legalidad es un principio propio del derecho público, que tiene como objetivo garantizar la seguridad jurídica. Rige, entre otras ramas, en el Derecho penal y el Derecho tributario. En el Derecho Tributario podemos definir que por medio de este principio se exige que la ley establezca de una manera clara el hecho imponible, los sujetos obligados al pago, el sistema o la base para determinar el hecho imponible, la fecha de pago, las infracciones, sanciones y las exenciones, así como el órgano legalizado para recibir el pago de los tributos.
Con objeto de reforzar este principio se establece la reserva de Ley, que obliga a regular la materia concreta con normas que posean rango de Ley. Por lo tanto, son materias vedadas al reglamento y a la normativa emanada por el Poder Ejecutivo.
Este principio sirve también para dar más facultades al poder legislativo en ciertas materias, de sensibilidad especial relativas a la afectación de derechos fundamentales. Por lo tanto, es una forma de impulsar la separación de poderes.
[editar] Derecho penal
En el derecho penal rige respecto de los delitos y las penas, postura originariamente defendida por Beccaria.
Paul Johann Anselm Von Feuerbach estableció este principio en materia de derecho penal en base al aforismo nullum crimen, nulla pœna, sine previa lege, es decir, para que una conducta sea calificada como delito debe ser descrita de tal manera con anterioridad a la realización de esa conducta, y el castigo impuesto debe estar especificado también de manera previa por la ley.