Zapatoca
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Zapatoca |
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País | Colombia | ||||
- Departamento | Santander | ||||
- Región | {{{región}}} | ||||
Localización: | |||||
- Latitud | 6 grados 49" | ||||
- Longitud | 73 grado 16" | ||||
Superficie | {{{superficie}}} km² | ||||
Altitud | 1.720 MSNM msnm | ||||
Temperatura | 19 grados°C | ||||
Distancia | {{{distancia}}} | ||||
Fundación | {{{fundacion}}} | ||||
Erección | {{{ereccion}}} | ||||
Población: | |||||
- Total | 9.255 Censo 2005 hab. | ||||
- Densidad | 25.6 Habitantes por K/2 hab./km² | ||||
Gentilicio | Zapatocas | ||||
Alcalde | {{{alcalde}}} | ||||
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Zapatoca es un municipio del departamento de Santander, Colombia, forma parte de la provincia de Mares .
Tabla de contenidos |
[editar] Historia
Zapatoca fue fundada por Basilio de Benavides
[editar] Geografía
[editar] Fundación de Zapatoca
Hacemos una trascripción de apartes del libro “Zapatoca”, del Pbro. ISAIAS ARDILA DIAZ, sobre sus primeros habitantes, acta de fundación y otros datos interesantes sobre Zapatoca, con el propósito de dar a conocer a los descendientes de la ciudad Levítica, muchos de los cuales no tienen en gusto de haber estado en la tierra de sus ancestros.
Los Aborígenes
Según los mapas antiguos y datos de los historiadores, el Imperio de los Guanes abarcaba por el occidente, toda la margen izquierda del Saravita y llegaba hasta la cumbre de los Yariguies.
Parece que la Capital de estos dominios indígenas era Guanentá, lugar muy cercano a la actual población de Guane. Fr. Pedro Simón dice que los españoles “dieron con un pueblo que se llamaba Guanentá, de donde pienso tomaba origen esta provincia” Y como los caciques eran muchas veces apellidados con el nombre de su principal cacicazgo, parece muy probable que este sitio era la sede del gran Monarca, cuyos dominios abarcan casi toda la zona central de Santander.
Don Enrique Otero D´Costa traza así los límites de la nación de los Guanes, por el Occidente “Con lo Yariguies: Río del Oro abajo, desde su confluencia con el Suratá hasta llegar a la boca del Rionegro; desde allí, siguiendo una línea imaginaria hacia el Oeste hasta dar a la caída de la quebrada Juan Angulo (Cutigatá) en el Río de Oro o Cañaverales; valle de la Angulo arriba hasta el boquerón de Chocoa, para tomar desde allí una recta hasta el alto de Zapatoca y desde este lugar, otra en dirección a la serranía de Yariquies; luego esta por su cumbre hacia el Sur, hasta llegar a las cercanías de la desembocadura de la quebrada de Martín Ropero, o sea la vecindad de la confluencia del río Lenguaruco”
Además varios nombres geográficos de la región, en la parte izquierda del Saravita, corresponden al dialecto Guane: Gachaneque, Chocoa, Chimitá, Lubitoca, Luchata, Oroco.
Ha sido admitida por muchos la especie simplista de que el origen de la palabra “Zapatoca” es una formación de las palabras”caza pato” por la laguna que aun presenta profunda oquedad en la manzana posterior al Templo, en otros tiempos inundada de aguas abundantes, frecuentada por numerosos patos, que eran ambiciosa cacería de los aficionados. Pero cotejando esta palabra con el idioma de los Guanes, esta etimología no parece aceptable. El idioma Guane no era rico en dicciones, casi todas las palabras eran compuestas y cada silaba tenía una significación propia, de manera que cada voz llevaba a ser una síntesis de una oración gramatical. Por esto el Dr. Manuel Lucena Salmoral llama a estos idiomas indígenas “polisintéticos”
Entonces podemos interpretar así, muy probablemente el significado de ésta antiquísima palabra “Zapatoca”, que aparece, aun con “S”, en los folios del Archivo Histórico Nacional desde principios del siglo XVI.
“Za” quería decir para los Guanes “no”,”sin”,”noche” “Pa” era un apócope de “paba” o “pibi” que significaba “padre” “Toca” es la terminación de varias dicciones Guanes. Como “Aratoca”, “Lubitoca”, “Chinantoca”, y quería decir “en lo alto del río”
Dado el carácter descriptivo de aquel idioma, que daba a cada sitio el nombre que correspondía a las características del lugar, podemos concluir que “Zapatoca”, significaría: “Sin Padre” , o “noche del padre”, “en lo alto del río”; o sea “muerte o sepultura del padre, en lo alto del río”
En la región de Zapatoca se han encontrado varias sepulturas indígenas en La Cacica, también en la cordillera que enmarca por el Oriente a Zapatoca, en su caída al Río Suárez, en la Cuchilla de San Pablo y en Chocoa.
En la Unión, precisamente en el sitio llamado El Mohán, palabra que queire decir Jeque o Sacerdote, se hallaba un importante monumento indígena; posiblemente un ídolo, (junto al cual se halaron restos de indígenas y de cerámica), en forma de un “uno”, de unos dos metros de altura. Esta forma era muy interesante `para representar un Dios, el UNO o principio de todas las cosas. Fue llevado al parque principal de Betulia y lastimosamente lo dañaron marcándole en la parte saliente del “uno” una figura humana, que ciertamente no tenía.
Podemos concluir que la región de Zapatoca, hasta la cuchilla de Yariguies, era dominio de los Guanes; y que aun cuando no fue una región muy poblada, por ser limítrofe entre aquellos pueblos, aguerridos enemigos, Guanes y Yariguies, si aposentó algunas familias Guanes.
Nuestros Ascendientes Españoles
El Dr. Mario Acevedo Díaz escribió así en la Revista Estudio (No. 143, p. 263): “ Zapatoca fue fundada por colonos españoles o descendientes de estos, que emigraron de la Península en los siglos XVII y XVIII, gentes de las mas sanas costumbres, hidalgos campesinos que vieron en aquel pedazo de tierra una prolongación de las meseta de Castilla, exquisito marco para exaltar las virtudes y continuar la vida abacial de los viejos burgos castellanos al servicio de su Dios y de su Rey. Así, de sus primeros pobladores, los Serrano y Solano, los Gómez Farelo, los Díaz, los Forero, los Cortés, veían directamente de España; loa Acevedo, los Plata, los Rueda, los Prada, los Ortiz, eran descendientes de ilustres familias españolas que se habían establecido en San Gil, Barichara, Guane y el Socorro.”
En el censo de familias hecho en 1760, aparecen 226 familias desde la quebrada de Chimitá hasta Pao; y de este último sitio hasta Lubitoca, 108 familias; además 38 viudas en “todo el partido”. De todas estas familias solo se hallan 7 con apellidos de origen Guane: Cabarique, Chivatá, Ine, Taguada y Useche; todas las demás llevan apellidos españoles. Esto no quiere decir que del total de 372 familias, solamente 7 fueran Guanes; porque no pocas serían mestizas y posiblemente algunas familias indígenas, habrían podido adoptar apellidos españoles. Pero lo cierto es que la gran mayoría de aquellas familias eran españolas o de origen hispano
Hubo un acontecimiento tan importante como curioso y casi con detalles cómicos que confirman ampliamente el aserto de que la mayoría de los pobladores de Zapatoca eran Españoles. La Villa de San Gil había sido fundada en 1689 “para que los españoles, mestizos y mulatos que viviesen entre los indios se recogiesen y separasen de estos; siendo prohibido a los indios pasarse a dicha Villa. Y que había de ser libre a todos los vecinos españoles de aquellos parajes el poderse avecindar a dicha Vila de Santa Cruz y San Gil.(Archivo de la Curia de San Gil, No 2)
Y en el año de 1745el Cura de San Gil, que seguramente había encontrado entre los documentos de la fundación de la Villa en dato anterior y sabedor de que los habitantes de Zapatoca (civilmente fundada, pero aun no era parroquia) eran en su mayoría españoles, pretendió agregarlos al número de sus feligreses, mediante tan largo pleito que llena 72 folios del tomo No 6 del Archivo de la Curia de San Gil. Pleito adelantado con tanta acerbía por los Apoderados del Cura de la Villa de Santa Cruz, que llegaron a pedir al señor Arzobispo de Santa Fe, que lanzara, excomunión mayor, al Dr. Francisco Basilio de Benavides, si insistía en ejercer su ministerio, siendo Cura de Indios, con los ciudadanos españoles, que por derecho Real correspondía al Cura de Santa Cruz y San Gil.
Los ciudadanos residentes en Zapatoca al tener noticia del intento del Cura de San Gil, reaccionaron pronto y con no menor firmeza contra tamaña pretensión; y en largo memorial manifestaron:
“Por cuanto ha llegado a nra. noticia que el Dr. Dn. Pedro de Guzmán, Cura y Vicario de la Villa de San Gil, ha pretendido y pretende desagregarnos y q. le reconozcamos por Cura…
Los residentes en Nro. dho. Territorio nunca se apartaron de la agragazn. de dho. Guane, ni quisieron reconocer pr. Cura al de la Villa, y en el tiempo de sinqta y seis ans. q. ha se aportó y levantó dha. Nro. territorio sea suyo, porq. sin controversia alguna ni replica han reconocido agregazn a dho. pueblo de Guane
De ningún modo ni pr. pretexto alguno nos agregamos a dha. Villa, ni nros, antepasados han querido, ni nosotros queremos reconocer pr. Cura al q. lo es o al q. lo fuere de dha Villa, si solo han reconocido nros. antepasados y nosotros reconocemos pr. nro. propio párroco al Cura de dho. pueblo de Guane, ni queremos reconocer otro alg-o. pues este es más de cien años q. ay agregados en dho. territorio lo ha administrado. y en el tiempo de quinze ans. q. lleva de Cura el doctor don Francisco Basilio de Benavides nos ha administrado, y a éste reconocemos por nro. Cura y a qn. de justicia le toca nra. feligresía y con su beneplácito conseguimos licencia del Ilmo. Rmo. Sr. Fr. Diego de Vergara. Dignísimo Azpo. De este Reyno, de levantar una Vice Parroq-a a la ql. Erección a concurrido dho. Dr. Benavides, nro. Cura con gran eficacia, pasando personalmente a elegir el sitio en concurso de todos a cuya compra de tierras coadyubó y fervorizó q. se levantase capilla, la q. ya está levantada, la que bendixo dho. Cura con licencica q. se le concedió y en ella colocó a sus expensas la imagen del Sr. S. Joaqn. Titular de dha. Vice-parrqa. Y se halla ornamentada la Iglesia, el lugar se ha poblado y se va aumentando, y a todo cooperado dho. nro. Cura, ayudando y fervorizando y en la pasada Qaresma nos puso Sacerdote q. nos administrase y nos tiene prometido a pasar a asistirnos en dha. Vice-Parrqa. o ponernos Sacerdote aprobado q. nos administre q. a uno u otro estamos muy contentos, y pr. ningn. Modo queremos q. dho. Cura de la Villa se quiera propasar a ponernos de su parte Cura, lo q. contradezimos y pr. ningún motivo admitimos, pus toca a dho. Dr. Benavides Nro. propio Parroco.
Erección Arzobispal de la Vice-Parroquia de San Joaquín
Los vecinos de Zapatoca lo mismo que su cura el Dr. Benavides vieron la urgente necesidad de lograr que el señor Arzobispo de Santa Fe erigieran al menos una Vice-parroquia en ese sitio. Con tal fin comisionaron a Don Antonio de Rueda Ortiz y a Don Melchor de la Prada, para ir a presentar personalmente al Arzobispo la correspondiente petición.
Y fueron muy afortunados porque lograron regresar, después del largo viaje, con el siguiente documento:
Nos Dn. Fr. Diego Fermín de Vergara Mro. De Sda. Teología y examinador sinodal, por la gracia de Dios y de la Sta. Sede Apostólica Arzob-po de Sta. Fe, del Consejo de Mag-tad. Por quanto ante nos han ocurrido Antonio de Rueda Ortiz y Melchor de la Prada, feligreses del pueblo de Guane y habitantes en el sitio de Zapatoca, q. en su nombre y del vezindario, representándonos aver en dho. sitio de Zapatoca mucha feligresía q. serán cien familias, más o menos, las q. en un todo carecen del pasto espiritual, como también del beneficio del Santo sacrificio de la Misa, por la suma distancia q. ay del expresado sitios al pueblo de Guane de donde son feligreses; y no poder el cura administrarles así los Stos. Sacramentos como el Sacrificio de la Misa, pr. lo fragoso de los caminos, q. distan un día y aver un río que pasar muy caudaloso, el q. es necesario transitar por una cabuya con evidente riesgo de la vida y otras incomodidades q. nos han representado. Pidiendonos nos sirviesemos concederles Nra. licencia (atentas las justas causas expresadas) pa. erigir una Vice-Pquia. , obligándose a mantenerla con toda decencia y por Nos visto, hemos acordado librar el presente pr. el cual concedemos dha. licencia (constándole al expresado cura ser ciertas las causas q. se representan para que se erija dha. Vice-parrq-a, en la precisa obligación de que los vecinos ayan de hacerla a su costa y ornamentarla de todo lo necesario pa. q. en ella se celebre el Santo Sacrifico de la Misa con toda decencia , cuya aprobación cometemos al expresado Cura de Guane, quien hallándola con todos los requisitos expresados permitirá se celebre en ella dho. Sto. Sacrificio, poniendo un Sacerdote de precisa asistencia, pa. q. cuide de aquel feligresado y les administre todos los Santos Sacramentos, predicándoles y exhortándoles al Sto. Temor de Dios… Q. es fha., en Sta. Fe a cinco de Diciembre de mil setec-os quarenta y dos años. Firmada y refrendada en la forma acostumbrada. Otro sí concedemos la licencia a dho. Cura de Guane para q. pueda bendecir dha. Vice-Parrq-a. Fr Diego Fermín Arzob-po de Sta. Fe ( Libro No 19 del Archivo de la Curia de San Gil)
Los dos comisionados fueron recibidos con gran alegría por todos los vecinos, quienes hicieron leer en voz alta el rescrito anterior y allí mismo resolvieron dar los primeros pasos para la realización de su anhelado proyecto, principiando por escoger el terreno apropiado para la primera Capilla como centro como centro de la nueva fundación.
Elección del Sitio para la Fundación
A primera vista el lugar ideal era el lugar que hoy ocupa la Ciudad, bastante plano y bañado, en su parte baja, por las aguas de la fuente Uchuval o Las Flores, pero este pertenecía a Don Cristóbal de Rueda, padre de varios hijos, que tenía allí su casa y sus cultivos y por lo tanto no se resolvía a vender los terrenos.
Años antes se había pensado en el “Llano de los Gallos”, así llamado porque en ese lugar se reunían los vecinos, en alegre paseo el día de San Pedro, para apostar el primero que, galopando a caballo, fuera el afortunado en degollar un galo suspendido en una cuerda que se levantaba al pasar los veloces caballeros. Se cree que Don José Serrano y Solano era el dueño de esta extensión de terreno y que lo había ofrecido para la fundación. Y es tradición que el 30 de Agosto de 1739 se había celebrado allí una Misa solemne en honor de Santa Rosa, que dio su nombre a esta región rural. Pero sé que el terreno no era suficiente para el ambicioso plan y que carecía de agua necesaria.
No había ya duda, era necesario conseguir el sitio de “Las Flores” como el más apropiado y para este fin dejaron el negocio en manos del Cura de Guane.
En el mes de Julio del año siguiente, 1743, viajó nuevamente el Dr. Benavides a Zapatoca y de su actuación y la de los vecinos principales, dejó la siguiente y detallada Acta:
En virtud de la licencia concedida por el Ilmo. Sr. Arzob-po, de esre Reyno, pasé yo el Dr. Franco Basilio de Benavides, Cura y Vicario de los pueblos de Guane y Curití y sus agregados de este territorio de mi feligresía, q. está de este otro lado del Río Suárez y conjunto los vecinos más principales salimos oy, miércoles diez y siete de Julio de este presente año, a registrar el sitio y paraje cómodo para la Fundaz-n. de Vice-parrq-a y de común acuerdo y resolución elegimos, un llano que llaman de las flores, el qual se reconoció ser y pertenecerle a Cristóbal de Rueda Sarm-to. mi feligres y no queriendo venderlo por tener muchos hijos, propuso Antonio de Rueda Ortiz su sobrino darle otra tierra conjunta a la de dho. Xptobal; y en esta consecuencia asignamos a dho. sitio, señalamos lugar pa. la Iglesia Casa de Cura y Plaza y así mismo el exido del Lugar demarcándolo con sus signos para población de sus vecinos; dimos pr. el pedazo de tierra así asignado a dho. Antonio quarenta ps. De a ocho rs. A cuya compra coadyuvé yo dho. Cura con la mayor parte y los vecinos que voluntariamente se ofrecieron. Y unánimes dixeron estban prontos a levantar quanto antes la Iglesia y casa de Cura a q. de mi parte los esforcé y animé, haviendo todos de común consentimiento electo por Patrón Titular al Sr. Sn. Joaq. Padre de María Santísima y que se institule la Vice-parrq. Del Sr. Dn. Joaquín de Guane, de cuya protección esperamos el aum-to y properidad y pa. q. así conste lo pongo por dligencia y firmo en este sitio de las Flores, en dho. día diez y siete de julio de mil Stec-os y qurenta y tres an-s(fdo) Franco Basilio de Benavides.
Cumplida su misión, el Cura de Guane no volvió a su residencia parroquial, sin antes encargar a los entusiastas Zapatocas la pronta construcción de Iglesia y Casa de Cura, que el mismo les dejo diseñadas, prometiéndoles volver tan pronto terminaran la tarea indicada.
El Dr. Francisco Basilio no se hizo esperar con todos los elementos necesarios para el caso emprende marcha hacia Zapatoca y el 10 de Octubre de 1743 bendice la primera Iglesia e inaugura la Vice-parrquia. Esta Iglesia, según reza el inventario hecho por el Cura Fundador el 12 de Marzo de 1746, era “de estantillo y bareque y cubierta de paja”.
El inteligente Cura dejo la siguiente Acta de su actuación:
“En diez de octubre de mil setecientos y quarenta y res años, yo el Dr. Franco Basilio de Benavides, con la licencia q. su Sria. Ilma. Me concede, bendixe dha. Iglesia y celebré sucesive la primera Misa y animé a mis feligreses a su aum-to. lo q. todos conjuntos y con asistencia de Melchor de la Prada Alcalde Foráneo de la agreg-n. de dho. Guane, resolvimos nombrar solares a cada uno en particular para adelantar la poblazón. Y para q. conste de diligencia firmé en esta Vice-Parroq-a de Sr. Sn. Joaq. En dho. día mes y año (fdo) Dr. Franco Basilio de Benavides.
Fundación Solemne de Zapatoca
La bendición de la primera Iglesia y la celebración de la Santa Misa en ese sagrado, aun cuando pobre recinto, se realizó por vez primera el miércoles 10 de octubre de aquella semana que podemos llamar crucial y básica para la nueva Ciudad.
Pero la concurrencia a este acto, celebrado durante la semana, seguramente solo contó con la presencia de los habitantes del llano de Las Flores y sus contornos; y era necesario que todos los que irían a ser ciudadanos de la nueva población estuvieran presentes, a ser posible, en la solemne Fundación de la Ciudad
Además el espíritu indiscutiblemente español de los fundadores exigía una ceremonia pomposa, que grabara un hondo recuerdo, comprometiera a todos los vecinos a una generosa colaboración y que pudiera consignarse en un Acta de estilo, para perpetua memoria de este acontecimiento.
Para esto se eligió el siguiente Domingo 13 de Octubre y se convocó a todos los vecinos para que estuvieran presentes en este acto , del cual no solo debería ser testigos sino verdaderos factores de esta gran empresa.
De este acontecimiento solemne se consignó la siguiente Acta, que es la de la Fundación de Zapatoca:
En trece de octubre de mil setecientos quarenta y tres años el Dr. Fran-co Basilio de Benavides Cura Vicario del Pueblo de Guane y sus agregados en compañía de Melchor de la Prada Alcalde foráneo y de José Serrano Solano y de Bartolomé Gómez y de Don Isidro Acevedo y de Ignacio Macias y de Juan Gómez Currea y Raymundo Ortiz y Salvador Gómez, salimos a tomar posesión de un pedazo de tierra en el llano de la Laguna, en el sitio que laman de Sapatoca, feligresía y agreg-n de dho. Pueblo; el cual se nos vendió por dho. Antonio de Rueda y compramos entre mi, dicho Cura y otros vecinos agregados de dho. Pueblo en el precio de quarenta ps. de a ocho Rs. castellanos el q´hemos destinado y señalado p-a fundar en el una Vice-Parrq-a; del título de Sr. Sn. Joachín, y con la licencia q´p-a dicha fundación obtuvimos del Ilmo. Y Rmo. Sr. Dr. Fr. Diego Fermín de Vergara, dignísimo Arzob-po. deste Reyno , tenemos ya plantada en dho. llano una Capilla de estantillo y cubierta de paja y la casa del cura de lo mismo; y pa. proceder en todo conforme a dho. , yo dho. Cura y Alcalde, y los arriba mencionados vecinos todos y agregados a dho. Pueblo y en nombre de toda la vecindad desde la quebrada de Lubitoca hasta el sitio de Chimitá, Feligresía y agrac-n de dho. Pueblo; Tomamos y recibimos la posesión actual en el referido llano, haziendo las demostraciones de propiedad y dominio, si q´ persona alguna replicase, ni contradixese de cosa alg-a; y así, la agregamos a dha. posesisón, quieta y pacífica y paseamos y anduvimos personalm-te. Todo el circuito q´ comprende dho. sitio comprado y se nos señalaron por dho. Antonio de Rueda los linderos siguientes. El primero, pr. el camino q´ viene del Llano, en una loma q´ está frontera; loma donde cogen el ramo, en donde pusimos un signo de piedra y de allí tirando arriba a un alto de piedras donde pusimos un signo y de allí a dar a una hoyada, donde pusimos otro signo de piedra y todo este frente lindando con tierras de dho. Bartolomé Gómez y de dha. hoyada es el segundo lindero, hasta dar en la punta del banco en la loma que llaman del trigo y de allí bajando por una cerca de palos a dar en la quebrada que llaman de las Flores, pr. otro nombre Uchuval y este largo linda con tierras de dho. Cristóbal de Rueda, siguiendo dha. quebrada hasta da a un sanjón que llaman los pantanos, y de allí sigue el tercer lindero pr. dho. sanjón arriba, hasta la loma que da vista a la quebrada de Sapatoca, donde pusimos otro signo y aquí acaba el último lindero por toda la cuchilla a encontrar con el primero de la loma frontera al Ramo, y todo este globo de tierra, según sus límites y linderos expresados de que aprehendimos pacífica posesión, nombramos y señalamos pa. la fundación y pa. exido de todos sus habitantes, q´ puedan todos los vecinos pedir sus solares pa. poblar en ellos las casas de sus viviendas, y si necesario fuere se poble todo, atendiendo en esto principalm-te. al servicio de Dios, al pasto espiritual de las almas y el aum-to de la Rl. Corona de España, siendo nro. fin pr. aora fundar Parroquia, quedando libre facultad de suplicar, y pedir cuando el tiempo y la fortuna diere lugar, al Excmo. Sr. Virrey desde Reyno, se nos conceda el título de Ciu-d o Villa. Antonio de Rueda, digo que estoi satisfecho y pago de dha. cantidad de quarenta ps. los que se entregaron pr. p-te. de dho. Cura y otros vecinos q´ a ello coadyubaron y estoy pronto a otorgar la escritura pública ante el Alcalde ordinario de la Villa de Sn. Gil y q´ quede archivada. Y yo Cristóbal de Rueda digo q´ aunq. Dho. lugar mencionado pa. fundc-n me pertenecía, celebramos contrato de permuta, con dho. Antonio de Rueda, mi sobrino, este medio otro pedazo de tierra suyo, arriba de las casas de mi morada el ql. Ya me enteró y tomé posesión, de q. soi contento y así puedo dho. Antonio de Rueda vender dho. pedazo de tierra pa. fundc-n. y en caso necesario convengo y condeciendo en dha. venta sin tener q´ replicar ni alegar en tiempo alguno. Y yo dho. Alcalde interpongo en la manera q´ puedo mi autoridad judicial la que de d-cho. se requiere en la posesión referida, la qual reproduzco y doi al Sr. Dr. Y a los vecinos nominados y haciendo veces, se entiende dada a toda la vecindad arriba mencionada para q´ desde luego funden la población con sus casas de morada….Y certifico en la manera q´ puedo y debo q´ tomaron posesión sosegada, quieta, pacífica, sin contradicción alg-a. y así mismo q dho. Antonio de Rueda y Cristóbal de Rueda, cada uno en particular expresó y dixo lo q´ arriva va referido. Y pa. su firmeza y q´ en todo tiempo conste lo firmamos en esta Vice-Parrq-a del Sr. Sn. Joachín de Guane jurisdic-n. de la Vila de San Gil, en trece de Octubre de mil setec-os. Y quarenta y tres años y hallándose mis vecinos actualm-te. trabajando en dha. Vice-Parroq-a. en la obra de la Capilla les advertí yo dho. Alcalde la posesión q´ avia acabado de dar, y que así mismo se la repetía, y todos respondieron: se daban por posesionados; y va en este papel común por no haberlo sellado, con la exivic-n. q´ hizieron del haver de su Mag-d. y por no saber firmar Joseph Serrano, Raymundo Ortiz, Salvador Gómez rogaron a Blas Mexia de la Torre firmara por éllos, el q´ se halló presente. (fdo) Dr. Fran. Basilio de Benavides, Melchor de Prada García y Arenas Mendoza, Xptovl. De Rueda Sarmiento, Antonio de Rueda Ortiz Navarro. Tgo. Isidro de Acevedo; Tgo. Ignacio Masías, Tgo. Bartolomé Gómez Farelo, Tgo. Juan Gómez Currea. A ruego de Joseph Serrano, Raymundo Ortiz, Salvado Gómez y como testigo Blas Mexia de la Torre. (Archivo Parroquial de Zapatoca)
En esta como en las anteriores Actas, se conserva la ortografía original
Los diez vecinos inicialmente nombrados en la anterior Acta de la Fundación y que al terminarla firmaron, tres de ellos a ruego, son los que encabezados por el Dr. Francisco Basilio de Benavides, han sido consagrados por la historia como los Fundadores de Zapatoca
Aprobación del Alcalde de la Villa de San Gil
El territorio de Zapatoca quedaba enmarcado dentro de los límites eclesiásticos de Guane; pero desde la fundación de la Ciudad de San Gil, el 17 de Marzo de 1689, todas las extensas tierras, hasta la cordillera de Yariguíes, quedaron bajo el dominio civil de la nueva ciudad.
Por tal motivo el Alcalde de San Gil debía aprobar el acta de la fundación realizada dentro de su jurisdicción; así don Miguel Meléndez de Valdés viajó desde su sede hasta Guane, donde redactó y firmó el siguiente documento:
Yo el maestro de campo Don Miguel Antonio Meléndez de Valdés Alcalde Ordinario corexidor de naturales y forajidos y juez de cobranzas rs. de la Villa de San Gil y su jurisdicción por su Mgd. En vista desta diligencia efectuada por Melchor de la Prada Alcalde foráneo de la agreg-n. del Pueblo de Guane jurisdicción de dha Villa en la ql. Se le dio posesión y se nombraron líderos pr. Antonio de Rueda Ortiz al Sr Dr. Dn. Fran. Basilio de Benavides, cura y vicario de dho. pueblo, y a diferentes de sus feligreses de un pedazo de tierra que pr. dho. Antonio se les vendió a la qe. posesión dada interpongo mi autoridad y jurisdicn.or-din-a. aprobada y apruebo q. a lugar de dro. En atención a aver …por escritura pública pr. ante mi el dho. Antonio, de venta de dho. pedazo de tierra según los individuales linderos q. aquí se expresan se halla satisfecho pr. dho. Sr. Dr. y otros feligreses de la cantidad de quarenta ps. en q. vendió, pr. lo que mira a la destinación y elección q. han hecho de dho. pedazo de tierra de cierta y seria pa. fundacn. y población de vice-parrqa en atención a hazer en servicio del Rey nro. Sr. y aum-to. de la real corona en nombre de su Mag-d. recibo y acepto el pedazo de tierra referido pa. q. en el se adelante y aum-te. la fundacn. y poblason q. cederá principalm-te en servicio de Dios Nro. Sr. Y de su Magd. A q. Dios g-e. y así lo dixe y firmé en dho. pueblo de Guane en tres de febrero de mil setecientos quarenta quatro años ante testigos pr. defecto de escribano, y en este papel común pr. no averlo sellado con la exivic-n del rl. Aver de su Magd. (fdo) Miguel Meléndez de Valdés. Tgo. Nicolás Ignacio de Rueda Rosales, Tgo. Joseph Moreno de Campo, Tgo. Blas Mexia de la Thorre .
Reparto de Solares
En la fundación de una nueva ciudad, “el reparto de solares” para los primeros pobladores, es uno de los quehaceres fundamentales y rutinarios, pero que casi siempre se hace en forma unas veces caprichosa y otras, las más, interesada, con buena utilidad para los dueños de los predios elegidos para la fundación.
En este “reparto” estuvieron del todo ausentes estas fallas humanas, para exaltación de la inteligencia y orden de los zapatocas y de su muy controvertida, pero innegable amplitud y generosidad.
Es de admirar la habilidad de los fundadores para trazar las calles de la Ciudad, amplias y en forma totalmente rectas y en ángulos perfectos, con la sola excepción de la “Calle del Caracol” que bordea la laguna, como al principio lo anotamos. ¿No serán estas calles, así trazadas, un reflejo de la innegable rectitud de nuestros fundadores o mejor o mejor, un programa firme e imborrablemente trazado por quienes cimentaron la ciudad, para que sus habitantes sigan siempre lo recto, lo verdadero y lo orientado hacia Dios? Es muy fácil comprobar que en el reparto de solares no hubo ni el menor asomo de medro económico, ni de utilitarismo, que bien había podido emplearse mesuradamente para los gastos de fundación y organización de la ciudad. Porque estos solares fueron repartidos por el Cura de la Vice-Parroquia y por el señor Alcalde en forma absolutamente generosa, con la sola condición de levantar casas para integrar la naciente villa. En estos repartimientos se escribía: “así sea regla general para este repartimiento y merced que hacemos”. Y al terminar la adjudicación de los 129 primeros lotes se escribió: “Todos los quales solares tenemos donados y repartidos..”
Solamente cuando en 1762, como adelante lo anotaremos, se hizo donación a Nra. Sra. Del Rosario de Chiquinquirá de “toda la tierra que hasta la fecha de estas constituciones no tuviese merced echa.. y todos los solares que no se hallaren poblados y fundados” , se estableció “que por cada colar que desde oy en adelante se hiciere dha. merced, haya de dar el vezino que lo llevare ocho reales de plata a la Santa Cofradía”.
Vamos a copiar aquí, solamente e reparto de los solares para servicios públicos y destinados a construcciones en Beneficio de la comunidad, de acuerdo al libre de Repartos, que se guarda en el archivo parroquial.
“Primeramente señalamos el sitio de Plaza que quedase en quadro”
Item señalamos una quadra que mira al oriente para la fábrica de la Sta Iglesia y casa del Cura, lo que comprehende una quadra de ochenta baras de la tierra en quadro, de suerte que siempre se prefiera la fábrica de la Santa Iglesia que se pueda adelantar y necesario fuere; y lo restante es del Padre Cura. Así mismo dha. laguna y su circuito de los relezes lo dejamos por la de Sta Iglesia, para su servicio y que otro no sea dueño
Item repartimos un solar en la quadra frontera a la Iglesia a Francisco Gómez Farelo, y siguiendo repartimos otro solar a Francisco Xavier de Rueda Ortiz, con declaración que en este medio se escañfa y sercena lugar suficiente para casa cavildo, y sigue para abajo el mismo hueco asta llegar a la quadra, para Cárcel.
Hasta el veinte de Julio de 1746, dos años y ocho meses, después de la fundación, se habían adjudicado 140 solares en 35 cuadras; lo que prueba el gran entusiasmo de los vecinos en la fundación y crecimiento de la nueva ciudad.
Posiblemente la mayor parte de las casas eran entonces de bahareque y cubiertas de paja, como la Iglesia del Sr. San Joaquín y la casa del Cura.
Pronto se montó al menos un tejar, de propiedad del señor Pedro Niño, en un solar “pasada la laguna grande”, según consta en el repartimiento hecho el 11 de octubre de 1751.
La adjudicación de solares se hizo en forma seria, para que fuera prontamente efectiva, de acuerdo con el entusiasmo de los fundadores para levantar cuanto antes la ciudad. Por esto en 11 de Octubre de 1751, cumplidos ya ocho años de la fundación, el Dr. Benavides y el señor Alcalde Don Agustín Gómez Serrano recorrieron las calles de la nueva población, constatando con gran satisfacción que ya aparecía formada por treinta y cinco manzanas, con ciento quince casas construidas. Pero advirtieron que veinte lotes no habían sido edificados por los beneficiado, que otros cinco de éstos se habían ausentado y uno había muerto. Entonces procedieron a repartir nuevamente estos lotes y también hicieron nuevas concesiones en otras nueve cuadras, llegando a 184 el número de familias beneficiadas; número muy apreciable en una población recién fundada y dada la natural dificultad para conseguir los materiales de construcción.