Lucio Norberto Mansilla
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Lucio Norberto Mansilla.(Ciudad de Buenos Aires 1 de marzo de 1792 - ídem 10 de abril 1871 ). Militar y político argentino destacado en las guerras de Independencia, la Guerra del Brasil y, especialmente, en la Batalla de la Vuelta de Obligado.
Como dijo el historiador, Don Adolfo Saldías, al hablar sobre la personalidad del "Héroe de la Vuelta de Obligado": "el General Don Lucio Noberto Mansilla, es una de las figuras más culminantes del antiguo ejército argentino. Como general táctico, como ciudadano y como hombre público tomo parte distinguida en los principales acontecimientos que se sucedieron durante los primeros cincuenta años de vida independiente de su país; y su nombre, vinculado a las glorias argentinas, fue recomendado a la gratitud pública por el Libertador Don José de San Martín, y por Rivadavia que fue su amigo"
Nació en Buenos Aires el 1 de marzo de 1792. Fueron sus padres: Don Andrés Ximénez de Mansilla, bautizado en la parroquia de Santa Cruz de Cádiz, España, el 23 de julio de 1737 - Libro de bautismos Nº 48, folio 43 - quién fuera, uno de los mas aguerridos defensores de la ciudad de Buenos Aires en la primera invasión inglesa en 1806 y muerto trágicamente en 1807 durante la segunda invasión inglesa, y Doña Eduarda Bravo de Oliva, nacida en Buenos Aires y fallecida en la misma ciudad el 30 de enero de 1806.
Lucio Norberto Mansilla comenzó su carrera militar, prestando servicio durante las Invasiones Inglesas de 1807, en el Tercio de Gallegos. En el mismo año, participó en la misión de aprehender al virrey Rafael de Sobremonte, bajo las órdenes del teniente coronel Prudencio Murguiondo.
En el año 1809, fue nombrado agrimensor patentado, por el virrey Liniers, previo examen ante peritos. El mismo año con su título de agrimensor, se presentó al Cabildo y obtuvo el permiso para abrir y regentear una Escuela rudimentaria de matemáticas.
Al producirse la Revolución de Mayo de 1810 se sumó a la misma, al respecto dice en sus Memorias: al grito de LIBERTAD, ceñí la espada, abandonando el alhagueño porvenir, y la posición social obtenida, y me puse al servicio de mi patria.
En 1812, ya con el grado de teniente, bajo las órdenes del general Don José Artigas, formó parte de todas las acciones de guerra, originadas en el sitio y posterior liberación de la ciudad fortificada de Montevideo capital de la Banda Oriental, que se encontraba en manos del realista, . Particípó durante todo el sitio hasta lu total rendición de los ocupantes ocurrida el 23 de julio de 1814.
A las órdenes del coronel Domingo French, salió de Montevideo, con el propósito de atacar la fortaleza, denominada "El Quilombo" situada a orillas del río Yaguarón ( actualmente en la frontera con el Brasil). En dicho combate, fue herido gravemente por una bala de fusil, que le atravesó el cuerpo.
Por su valor, fue recomendado por el gobierno y dada a conocer publicamente la distinción, en el periódico La Gaceta del 5 de junio de 1813.
Recibió de este modo una medalla de plata y la condición de: Benemérito a la Patria en grado heroico.En el año 1813, con el grado de capitán, a la órdenes del general Carlos María de Alvear, guerreaba en la Banda Oriental, contra los anarquistas del año 1814.
En las batallas de la Independencia, participó en la organización del Ejército de los Andes, a las órdenes del general Don José de San Martín. Mansilla, nombrado mayor de Plaza en San Juan, instruyó 500 reclutas, para el futuro ejército.
Inmediatamente fue designado comandante político y militar del pueblo de Jáchal. En dicha localidad, logró reclutar 400 voluntarios. Cumplida la tarea de reclutamiento, pasó a desempeñarse como Comandate General de las Cordilleras del Sud de los Andes.
Para ese entonces, ya ostentaba el grado de sargento mayor. Participó como 2º Jefe de Vanguardia de la 1era, división, en la célebre batalla de Chacabuco y en el sitio de Talcahuano a las órdenes del libertador José de San Martín. En reconocimiento a sus acciones, el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata le acordó el uso de una medalla de oro y el gobierno de Chile lo nombró oficial de la Legión de Mérito y le acordó además, otra medalla y cordones. Al año siguiente participó en la batalla de Maipú, a las órdenes del coronel Juan Gregorio de las Heras.
Regresó a Buenos Aires, con sus obtenidos méritos pero se encontró en medio de la crisis del año 1820. Con sabiduría, supo encontrar un camino de equilibrio y permaneció al lado del Cabildo, participando en los actos públicos, buscando siempre la unidad de todos. Al tratarse las bases del Tratado del Pilar, tuvo el privilegio de ser el primero en lanzar la idea de un Congreso Federativo Argentino.
En 1821, tras la muerte de Francisco Ramírez, fue nombrado gobernador militar de la provincia de Corrientes y el mismo año gobernador y capitán general de la provincia de Entre Ríos. Tuvo la dicha de poder alcanzar la paz, en la guerra civil de 1821 y de dar forma política a la provincia de Entre Ríos, brindándole además, una constitución de la cual carecía.
Le cabe igualmente el mérito de haber contribuido a la firma del Tratado del Cuadrilátero, reunido en Santa Fe, dando con este trascendental paso, libertad a la provincia de Corrientes, que contra la disposición de la Asamblea General Constituyente, estaba privada de su condición de provincia y declarada departamento de la de Entre Ríos, dándole también libertad a las Misiones Occidentales del Uruguay que estaban en el mismo caso desde el tiempo en que Francisco Ramírez había obtenido la hegemonía en la Mesopotamia Argentina.
Su gestión en la provincia de Entre Ríos fue elogiada por todos y el cuerpo legislativo de la misma le acordó el uso de una medalla de oro por su actuación. Llegado al fin de su mandato, fijado por ley a los gobernadores, fue reelecto en tres ocasiones. Sin embargo, agradeció la voluntad popular, pero rehusó continuar en el cargo, para evitar reelecciones que estimaba eran incompatibles, con la condición que un gobierno democrático debe exigir a sus gobernantes. En cambio sí aceptó el honor de ser convencional constituyente por la provincia de Entre Ríos, en la Convención Constituyente, que se estaba llevando a cabo; cargo en el que permaneció durante un año.
Fue ascendido al grado de coronel del Ejército Argentino y participó en las campañas de la Guerra del Brasil a las órdenes de Carlos María de Alvear. Desempeñó la Comandancia militar de la costa, organizando varios cuerpos para el Ejército. Con posterioridad, se desempeñó como jefe del asedio a la ciudad fortificada de Montevideo que se encontraba ocupada por los brasileños. Sirvió luego, en el Estado Mayor y participó en la batalla de Ituzaingó, por lo que fue distinguido con el uso de un escudo y cordones de oro.
Participó en los combates de Camacuá, al mando de una división y en el batalla de Ombú, en la que al frente de 1.500 hombres, venció al general brasileño Manoel Bentos, que comandaba tropas de la mejor caballería del ejército del imperio del Brasil.
Iniciada la guerra civil, el veterano militar, prefirió retirarse a la vida privada, antes que sacrificar toda su vida y méritos a mezquinos intereses partidarios. En 1834, el General Juan José Viamonte, lo nombró Jefe de la Policía de Buenos Aires, donde se destacó por sus ideas, dotando a dicha repartición de los medios necesarios para desempeñar sus funciones y fundando la institución de serenos; redactando los reglamentos generales de funcionamiento, normas que, luego fueron requeridas por los gobiernos de Brasil y Uruguay, para ser adoptados como modelos.
Desempeñó este cargo, hasta el inicio de la guerra contra la Confederación Argentina por parte de la Confederación Perú-Boliviana del mariscal Andrés de Santa Cruz, oportunidad en que fue nombrado por el gobierno como Jefe del Ejército de Reserva, cuerpo que debía organizar en Tucumán bajo supervisión del general Alejandro Heredia.
Terminada la guerra, el país argentino sufrió nuevamente las penosas guerras entre unitarios, comandados por el general Juan Galo Lavalle y los federales, comandados por el brigadier general Juan Manuel de Rosas. A la sazón Mansilla, que era cuñado de Rosas, no quizo tomar parte en estos enfrentamientos y solo limitó su accionar a lograr el fin de las hostilidades y a lograr la unión de los argentinos.
Formó parte de la legislatura de Buenos Aires, durante los períodos de 1838 a 1840 y de 1842 a 1844. Sus propuestas, su elocuencia y su saber y la fuerza de sus ideas, sorprendieron a muchos, que solo conocían de este militar, sus condiciones de brillante hombre de armas.
El hecho más destacado que le cupo protagonizar a Lucio Norberto Mansilla fue conducir como Jefe del Departamento del Norte a las tropas argentinas que enfrentaron a la flota anglo-francesa, en la batalla de la Vuelta de Obligado, llamada hoy la Batalla de la Soberanía.
No empuño más las armas, hasta el año 1852, cuando el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, lo nombró Comandante de las fuerzas de la ciudad de Buenos Aires y debió enfrentar a Justo José de Urquiza y sus aliados unitarios, "colorados" y brasileños.
Caído el gobierno de Rosas, luego de la batalla de Caseros, se embarcó rumbo a Francia, donde residió muchos años. Napoleón III y su corte imperial, pese a ser el enemigo vencido, lo recibieron con honores y le concedieron el trato que merecía este veterano y noble general, cubierto de gloria, obtenida por el mérito que significa, haber defendido a su patria de la invasión extranjera.
Pasadas las pasiones que generaron la caída del gobierno rosista, años después, retornó a su país de nacimiento, donde residió hasta el día de su muerte, ocurrida el 10 de abril de 1871, víctima de la feroz epidemia de fiebre amarilla.
De su matrimonio con Agustina Ortiz de Rozas tuvo una hija y un hijo, el hijo fue el también célebre Lucio V. Mansilla.
En el año 1989, se formó una Comisión Permanente de Homenaje al General Lucio Norberto Mansilla, que honra al recordado prócer y que tiene por objetivo mostrar a la Argentina y al mundo, la vida y obra de este valeroso patriota argentino.
