Tubo digestivo
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El tubo digestivo, llamado también conducto alimentario o tracto gastrointestinal comienza en la boca y se extiende hasta el ano. Su longitud en el hombre es de 10 a 12 metros, siendo seis o siete veces la longitud total del cuerpo. En su trayecto a lo largo del tronco del cuerpo, discurre por delante de la columna vertebral. Comienza en la cara, desciende luego por el cuello, atraviesa las tres grandes cavidades del cuerpo: torácica, abdominal y pélvica. En el cuello está en relación con el conducto respiratorio, en el tórax se sitúa en el mediastino posterior entre los dos pulmones y el corazón, y en el abdomen y pelvis se relaciona con los diferentes órganos del aparato genitourinario.
El tubo digestivo procede embriológicamente del endodermo, al igual que el aparato respiratorio. El tubo digestivo y las glándulas anexas (glándulas salivales, hígado y páncreas), forman el aparato digestivo.
Histológicamente está formado por cinco capas concéntricas que son de dentro a fuera:
- Capa interna o [[mucosa]] (donde pueden encontrarse glándulas secretoras de moco y HCl entre otras).
- Capa submucosa (rica en vasos sanguíneos y ganglios linfáticos).
- Capa muscular circular (con células siguiendo el contorno del tubo digestivo).
- Capa muscular longitudinal (con células siguiendo el trayecto del tubo digestivo).
- Capa serosa.
En el espesor de la capa submucosa así como entre las capas musculares circular y longitudinal se disponen sendos plexos nerviosos denominados plexo submucoso y plexo mientérico respectivamente. Ambos plexos constituyen el sistema nervioso entérico que se distribuye a lo largo de todo el tubo digestivo, desde el esófago hasta el ano.
Por debajo del diafragma, existe una cuarta capa llamada serosa, formada por el peritoneo.
El tubo digestivo está formada topográficamente por ocho partes: