De Wikipedia, la enciclopedia libre

Almirante Juan Williams Rebolledo, Comandante en Jefe de la Armada de Chile.

En el siglo XIX, no existía aún la aviación, por lo que las fuerzas enfrentadas correspondían a la Marina de Guerra y al Ejército.

Como se puede apreciar a lo largo de la presente historia, la Marina de Guerra del Perú, tiene más experiencia náutica que la Armada de Chile y ello queda demostrado a través de la larga tradición marinera de sus naves y oficiales de guerra, no así de las tripulaciones; sin embargo, al igual que las tripulaciones, la Armada de Chile, en 1878, ya estaba en condiciones operativas para la guerra; no así la Marina de Guerra del Perú, que a pesar de tener una respetable potencia de fuego, sus naves, se encontraban desarmadas, en diques, sin tripulaciones o con ellas pero sin entrenamiento náutico y menos de fuego. Así las circunstancias, el futuro de la guerra, se inclinaba favorable para Chile, desde el inicio.

Si a lo anterior, le agregamos la mala política de adquisición de naves de guerra para la marina peruana, adquisiciones que se hicieron con criterio político, de relegar a la Marina de Guerra a ser un arma que no pudiera ofender a sucesivos gobiernos militaristas y caudillistas peruanos del siglo XIX, la guerra desde el inicio, estaba perdida. Sólo la firme decisión de los jefes y oficiales navales, pudo hacer durar tantos meses la Campaña Naval, poniendo en jaque a toda la escuadra chilena, obligando a su Comandante en Jefe, Contralmirante Juan Williams Rebolledo, a dimitir, para ser cambiando por Galvarino Riveros Cárdenas.

La oficialidad y tripulaciones chilenas estaban preparadas. La oficialidad naval peruana tenía amplia experiencia marinera y de combate, no así sus tripulaciones.

La ubicación del teatro de operaciones marítimo estaba a enorme distancia de la base principal de la escuadra chilena en Valparaíso, mientras tenía como bases secundarias a Antofagasta y Caldera.

La Marina de Guerra del Perú tenía su base principal en el Callao y sus bases secundarias de Arica, Ilo e Islay.

El combustible usado por los buques peruanos era de pésima calidad, mientras que los chilenos usaban excelente carbón de Cardiff.

Al inicio de la guerra, la Escuadra Peruana estaba prácticamente desmantelada en el Callao. Las calderas de la "Independencia" estaban en tierra y el "Huáscar" se encontraba desartillado, situación que no supo aprovechar el contralmirante Juan Williams Rebolledo, quien prefirió el Bloqueo de Iquique a atacar a la escuadra peruana en el Callao. Si en esa oportunidad el contralmirante Juan Williams Rebolledo hubiera decidido atacar el Callao, hubiera encontrado poca resistencia de los buques; ya que éstos como se dijo o estaban sin motores o estaban sin su artillería; sólo los fuertes del Callao le hubieran puesto seria resistencia a la escuadra chilena. Los servicios de inteligencia chilenos tampoco debieron ser tan efectivos, en donde no se informó al alto mando chileno de la ocasión de batir a la escuadra peruana sin mayor contratiempo cuando se decide el ataque al Callao, ya los buques habían sido artillados y sus máquinas puestas a punto.

[editar] Comparación de Fuerzas en 1878

"Almirante Blanco Encalada" gemelo del "Almirante Cochrane", eran la columna vertabral de la Escuadra chilena.

La mayoría de los buques de la escuadra chilena, tenían como base el puerto de Valparaíso, al norte de la capital Santiago; formaban en conjunto de su escuadra, preparada producto de las hostilidades con Argentina y Bolivia anteriores a 1879.

Pudiera ser que algunas naves de la escuadra chilena, estuvieran en lamentable estado no sólo por sus calderas, sino por la antigüedad de sus cascos, pero la realidad era que sólo la capacidad de fuego de los blindados “Almirante Cochrane” y “Almirante Blanco Encalada”, superaban en potencia de fuego, a toda la escuadra peruana.

Según la página Web de la Armada de Chile, en 1878, el Comandante de Arsenales, Capitán de Navío Ramón Vidal Gormáz, decía en su memoria: "... manifestar que de todos los buques que se hallan en servicio activo, solo los blindados, la corbeta Magallanes y el vapor Toltén, pueden reputarse en perfecto estado de servicio, y que las corbetas Chacabuco y O'Higgins deben a fines del presente año a la categoría de simples buques de vela, por cuanto el mal estado de las calderas de sus máquinas no les permitirá desempeñar ninguna comisión importante en su carácter de buques mixtos. Con tal motivo el infrascrito es de opinión que debe procederse sin demora a la reparación de la goleta Covadonga a fin de que la estación de Magallanes cuente siquiera con la posibilidad de relevo anual del buque que la nave sirve..."

Como se dijo, las tripulaciones chilenas, estaban mejor entrenadas que las tripulaciones peruanas; salvo los oficiales peruanos, que poseían mayor experiencia náutica, dado que en décadas anteriores al inicio de la guerra, habían intervenido en otros conflictos y navegado alrededor del mundo, convirtiéndose en los primeros latinoamericanos en hacerlo; pero la marinería carecía de esta experiencia.

Al momento del Combate naval de Angamos, muchos de los tripulantes del monitor “Huáscar”, eran extranjeros contratados: había ingleses, franceses, griegos, desde luego peruanos, etc., con el consiguiente problema del idioma y de la comunicación; lo anterior debió haber influido en forma negativa, no sólo en el desarrollo del combate naval, sino en el desarrollo de las operaciones navales de la Marina de Guerra del Perú durante la Guerra del Pacífico.

Declarada la guerra el 5 de abril de 1879, el Gobierno peruano comenzó a reclutar en el Callao las futuras tripulaciones que operarían los buques de la Escuadra Peruana, que a la sazón se encontraban desarmados y en otros casos con las calderas en tierras, también, es el caso del blindado peruano “Independencia”, que se encontraba en dique reparando sus máquinas.

Muy pocas veces, sino una, estas tripulaciones hicieron ejercicios de fuego en alta mar, por lo que no estaban familiarizados ni con la operación del armamento de los buques y en algunos casos ni siquiera habían visto uno. Puede ser que algunos tuvieran conceptos de navegación, por ser muchos de esos voluntarios pescadores del Callao y de otros puertos del litoral peruano, pero ninguno estaba acostumbrado a largas travesías en alta mar, en condiciones adversas y ni qué hablar, sabían de tácticas navales y demás estrategias de combate. Por lo que las tripulaciones peruanas de los buques estaban menos entrenadas que sus similares chilenas.

Prueba de lo afirmado anteriormente, es la constante preocupación del Capitán de Navío Miguel Grau Seminario, en tales prácticas y ejercicios navales, reflejada en los constantes oficios que remitía a la Comandancia General de Marina, aún antes del inicio de las hostilidades con Chile.

Declarada la guerra, muy pocas veces sino una, estas tripulaciones hicieron ejercicios de fuego frente a la isla San Lorenzo, en La Punta, Callao. La otra preocupación del señor Miguel Grau, fue contar con buen combustible para sus naves, ya que de ello dependía que las mismas tuvieran una velocidad óptima de batalla. Los documentos de Grau a la Comandancia General de Marina, hablan de carbón de Cardiff como combustible para sus naves; sin embargo, los depósitos de carbón de la marina a lo largo del litoral, carecían de este elemento y estaban llenos de pésimo carbón que hacía que los buques botaran mucho humo y alcanzaran velocidades muy inferiores a las especificadas en los catálogos del fabricante.

Como se dijo, salvo algunas naves peruanas, las menos importantes, el resto de la Escuadra Peruana, se encontraba desarmada, sin motores y sin tripulaciones; lo anterior, no fue aprovechado por el Contralmirante Juan Williams Rebolledo, quien en lugar de atacar a la Escuadra Peruana en el Callao, prefirió bloquear el puerto de Iquique, dando tiempo a los peruanos para reparar las unidades, armar sus motores y hacerlas a la mar, navegar hasta Iquique y hundir a la “Esmeralda”, en el Combate Naval de Iquique, cuando por fin se había decidido a atacar en el Callao a la Escuadra Peruana el Almirante Juan Williams Rebolledo; grande fue su sorpresa en el Callao y grande fue su ira cuando supo del Combate Naval de Iquique y del hundimiento de la “Esmeralda”.

Al estallar la guerra, la escuadra de Chile era tal vez la mejor del continente: Estados Unidos, no compraba buques desde la Guerra de Secesión, Brasil tenía los acorazados Sete de Setembro (1873), Javary (1875), Solimoes (1875) y varios de río mientras Argentina contaba con los buques gemelos de torre La Plata y Los Andes (1875, 2200 ton y 9 millas de andar).

[editar] La escuadra de Chile

Corbeta "Esmeralda"

El corazón de la escuadra lo constituían dos modernos acorazados gemelos con diseño de casamata central: El “Almirante Cochrane” y el “Almirante Blanco Encalada”, ambos, diseñados por Sir Edward Reed, ex Chief Constructor de la Royal Navy y construidos en los astilleros Earle Ship Building Company de Yorkshire. Cada uno tenía un desplazamiento de 3,560 toneladas, una eslora de 210 pies y 46 pies de manga; una potencia de 4,300 caballos de fuerza y un blindaje de nueve pulgadas. Alcanzaban una velocidad de 12.75 nudos y poseían cada cual seis cañones de 9 pulgadas, cuatro de 4.7 pulgadas, cuatro de 2.2 pulgadas, un cañón de 20 libras, uno de 7 libras, cuatro de una libra, tres ametralladoras Norfendelt y cuatro tubos lanzatorpedos de 14 pulgadas. Asimismo estaban provistos de un espolón de 8 pies. El primero, bautizado inicialmente como “Valparaíso”, ingresó al servicio de la flota chilena el 24 de enero de 1876. El “Almirante Cochrane” por su parte, llegó a Chile en diciembre de 1874 pero retornó a Gran Bretaña a terminar su alistamiento en enero de 1877.

Chile disponía también de tres cruceros desprotegidos. El primero de ellos era el “Abtao”, de la clase Súper Alabama, construido originalmente en Clydebank (Escocia) en 1863 para los confederados norteamericanos durante la guerra civil bajo el nombre de Pampero, siendo embargados por el gobierno británico ante la presión de la diplomacia norteamericana. Fue comprado por Chile durante la Guerra con España en 1866 junto con su gemelo Tornado, pero este último fue capturado por la fragata española Gerona el 22 de agosto de 1866. Medía 211 pies de eslora y 32 de manga, y tenía refuerzo de acero en el casco. Alcanzaba una velocidad de 10 nudos. El gobierno de Chile lo vendió en 1878 en $ 18000, pero tuvo que recomprarlo en 1879 por $ 25000, armándolo con modernos cañones traídos de Estados Unidos.

Los otros dos cruceros pertenecían a la clase Alabama, el “O’Higgins” y la “Chacabuco”, construidos entre 1864 y 1866 en los astilleros Ravenhill de Londres, Gran Bretaña. Cada uno desplazaba 1101 B.O.M. (1670 toneladas), tenía 1,200 caballos de fuerza y alcanzaba una velocidad máxima de 9 nudos. Fue embargado por el gobierno británico para no romper su neutralidad durante la Guerra con España, saliendo sólo de Inglaterra en 1868, luego que Chile firmara un convenio con España mediante el cual podía sacar sus corbetas sin ser molestadas y a cambio, España podría sacar de los astilleros ingleses los acorazados Arapiles y Victoria.

También contaba con la cañonera Magallanes, construida en en astilleros Raenhill & Co., Londres en 1873. Poseía dos máquinas compound, con dos ejes de hélices, alimentadas por dos calderas de tubos de fuego de 66 libras/ pulg2. La doble hélice le permitía tener gran maniobrabilidad, que le permitió encarar al Huáscar el 10 de julio de 1879.

Corbeta chilena "Abtao" de la clase Super Alabama

La armada chilena asimismo mantenía operativas dos antiguas naves de madera: la corbeta “Esmeralda”, construida en Northfleet, Gran Bretaña, en 1854, la cual desplazaba 854 B.O.M. (unas 1500 toneladas), con 130 pies de eslora y 32 de manga; alcanzaba una velocidad de 8 nudos propulsada por dos máquinas de condensación horizontales con cuatro calderas a carbón, con un total de 200 caballos de fuerza. Su casco estaba protegido con láminas de cobre. Entre 1867 y 1868 se le cambió de calderos, se le incorporó un evaporador y se le cambió de artillería, que la usaría en 1879. La goleta “Virjen de la Covadonga”, ex nave de la armada española, construida en Ferrol en 1858. Protegida con casco de fierro, desplazaba 412 B.O.M. (630 toneldas), tenía una potencia de 140 caballos de fuerza y un andar de 7 nudos. Estaba provista de dos cañones de 70 libras, pero luego del 21 de mayo de 1879 se le agrregaron tres cañones de 40 libras y dos cañones de 9 libras.

La escuadra chilena poseía diversas lanchas torpederas, casi todas construidas en los astilleros Yarrow Poplar de Gran Bretaña entre 1879 y 1881. Las naves variaban en su diseño, el que iba desde pequeñas unidades de 5 toneladas hasta sofisticadas embarcaciones de 35 toneladas de desplazamiento. Las más pesadas, pertenecientes a la clase Thornycroft, poseían una estructura de acero con cinco cámaras de agua, proa de ariete y dos chimeneas, una a cada banda de la embarcación y contaban con un motor de 400 caballos de fuerza que les permitía alcanzar una velocidad de 18 nudos. Estaban armadas con una ametralladora Hotchkiss, un pequeño cañón y tres torpedos de la clase McEvoy ubicados, dos en los costados de los botalones, y uno suspendido en la popa.

Corbeta chilena "Covadonga", capturada a España durante la guerra de la Alianza Bolivia-Chile-Ecuador-Perú contra España.

Los oficiales de la escuadra eran de primer nivel. Al declararse la guerra, el mando de las naves estaba a cargo de los siguientes oficiales: “Almirante Blanco Encalada”, Capitán de Navío Juan López; “Almirante Cochrane”, Capitán de Navío Enrique Simpson Baeza; “Esmeralda”, Capitán de Fragata Manuel Thomson; “O´Higgins”, Capitán de Fragata Jorge Montt; “Chacabuco”, Capitán de Fragata Oscar Viel y Toro (concuñado del Almirante Miguel Grau Seminario); “Magallanes”, Capitán de Fragata Juan José Latorre; “Covadonga”, Capitán de Fragata Arturo Prat Chacón. La flota estaba comandada por el Contralmirante Juan Williams Rebolledo, quién se distinguió durante la guerra contra España de 1865 - 1866. El comando de las naves cambiaría rápidamente en las primeras semanas del conflicto. La marinería por su parte, que sumaba 1,800 hombres, estaba muy bien entrenada y sus unidades se encontraban armadas con el fusil Kropatschek modelo 1877 de tiro rápido.

Al momento de estallar la guerra, Chile contaba con los transportes Toltén, Santa Lucía y Valdivia, este último sólo un pontón que no entró en acción.

En previsión de guerra, había firmado un convenio con la Compañía Sud Américana de Vapores (CSAV), el 5 de mayo de 1874, en el cual el gobierno de Chile le daba una subvención de un millón d epesos anuales a cambió que le cediese sus transportes en caso de conflicto. Al empezar la guerra, estos fueron: Copiapó, Rímac, Itata, Loa, Huanay, Paquete de Maule, Limarí y Lamar, de los cuales se artillaron los cuatro primeros. El Huanay, Paquete de Maule y Limarí fueron devueltos a la CSAV en el primer semestre de 1880, a cambio de los cuales la CSAV entregó la fragata Inspector. El Lamar se hundió en trayecto el 14 de julio de 1880. El Rímac fue capturado por los peruanos el 23 de julio de 1879, hundido pro estos el 16 de enero de 1881 y reflotado en junio de ese año. El Loa fue hundido frente al Callao el 3 de julio de 1880.

Durante la guerra, Chile compró los transportes Amazonas (pertenecía a la Pacific Steam Navigation Company), Angamos, Toro y Princesa Luisa (se le llamó luego Lautaro en julio de 1880), de los cuales, los tres primeros en 1879. Todos se artillaron.

Hubo importantes donaciones durante la guerra. Doña Isidora Goyenechea de Cousiño puso a disposición de la Armada para cooperar en las necesidades de transporte durante la Guerra a los vapores Matías Cousiño y Carlos Roberto.

También se fletaron 3 buques en 1880: el vapor Julia, el Umberto I y el Lota.

El historiador norteamericano Samuel Eliot Morison ha escrito: "la Guerra del Pacífico de 1879 que Chile ganó al Perú y Bolivia hizo despertar en Estados Unidos la conciencia sobre la decrepitud de su escuadra veinte años después de haber construido el Monitor, era ella inferior a la escuadra chilena. Los navíos más importantes reducíanse a catorce blindados muy pequeños, la mayor parte de ellos monitores. Después de largas discusiones el Congreso, el 5 de agosto de 1882, autorizó la construcción de dos barcos de guerra a vapor hechos de acero domésticamente menufacturados... y de dos más en 1883" (Morison, The Oxford History of the American People, New York, 1965, p.737)

[editar] La escuadra de Bolivia

Bolivia, prácticamente no disponía de escuadra. Años antes que estallara el conflicto con Chile, aquel país contaba con una fuerza naval muy modesta, compuesta por el viejo bergantín “General Sucre”, incorporado a su flotilla en el año 1844, cuya función era resguardar las costas del litoral desde Paposo hasta el río Loa. También poseía el bergantín “María Luisa”, de 240 toneladas de desplazamiento, en mal estado de conservación, el mismo que fue rematado en 1872. Otra nave era la cañonera “El Morro”, embarcación pequeña pero moderna, adquirida en 1875 y puesta al servicio del ingeniero francés Andrés Bresson, contratado por el gobierno de La Paz para efectuar estudios y exploraciones científicas en el litoral boliviano. Había otros buques de menor porte, sobre todo, lanchones artillados, todos los cuales, conjuntamente con los barcos de la flota mercante, entre ellos el “Potosí”, el “Bolívar”, el “Charchamocha” y el “Elisa”, serían capturados por la marina chilena durante la ocupación del litoral boliviano.

[editar] La escuadra de Perú

Por su parte, la escuadra del Perú, salvo una excepción, no se había renovado en los últimos once años. Estaba integrada por dos blindados, dos monitores de hierro, dos corbetas de madera, algunas cañoneras, lanchas torpederas, buques escuela y cuatro transportes.

La fragata blindada “BAP Independencia”, la mayor de las naves peruanas, había sido construida en Inglaterra entre el 18 de junio de 1864 y el 22 de enero de 1866, por la casa J. A. Samuda & Brothers, en sus astilleros del río Támesis. Estuvo supervisada su construcción por Aurelio García y García. Diseñada tipo belt and battery ship como todos los acorazados de la Royal navy de la época, con tres compartimentos, tenía 215 pies de eslora, 44 de manga y un espolón de 12 pies. Poseía un blindaje de cuatro pulgadas y media; con 550 IHP de potencia, alcanzaba una velocidad de 12 nudos. Estaba armada con los siguientes cañones rayados de avancarga: un Vavasseur de 250 libras en la proa, un Armstrong de 150 libras en la popa y doce Armstrong de 70 libras, o 6.4 pulgadas, desplazados en la batería central. Contaba además con un potente espolón de 12 pies.

El “BAP Huáscar”, mal llamado monitor, era del tipo turret ship, buques adoptados por la Royal Navy después de 1880. Contaba con una torre giratoria muy diferente que los monitores, diseñada por el capitán inglés Cowper Coles, que rotaba exclusivamente a mano, tanto desde afuera como desde adentro por un mecanismo de engranaje, piñón y cremallera, y por un sistema de espigones de mano en la cubierta superior. Su contrato de fabricación se firmó en diciembre de 1864 y se comisionó en febrero de 1866. Su construcción fue en los astilleros de Laird Brothers, siendo supervisada inicialmente por el marino chileno José María Salcedo, que servía en la armada peruana, y luego por Aurelio García y García. Sus cañones eran los más modernos que utilizaba la Royal Navy en 1865, pero debido a los grandes avances de la industria bélica en esa época, ya eran muy anticuados en 1879. El Huáscar tenía graves defectos: la torre giratoria donde estaban montados los cañones, no podía dar frente a estribor sino con determinado ángulo por un defecto de funcionamiento; los guardines (cadenas que accionaban el timón) corrían exteriormente sobre ambas bordas para llegar a la popa; debido a una torcedura del espolón, el barco tenía que inclinar su timón en sentido contrario para mantener el rumbo y que, en consecuencia, los giros en la maniobra eran díficiles y lentos a esa banda; una torre de mando excesivamente visible y poco protegida (por eso murieron dos capitanes durante la guerra: el peruano Miguel Grau y el chileno Manuel Thomson) , y el arco de fuego de la torre giratoria limitado por el castillo de proa, el toldillo de popa y los mástiles. En junio de 1879, Grau decide que en el Callao al Huáscar se le retire el trinquete y el trípode (mástiles) para poder aumentar el arco de fuego, además que era un peligro que el mástil cayera sobre la torre giratoria en pleno combate.

Está muy generalizada la creencia entre los historiadores peruanos y muchos militares de esa época de que la Independencia era el mejor de los buques peruanos, pero esto no era cierto. Miguel Grau lo consideraba un buque de tercer orden en su Memoria de la Marina de Guerra presentada del 2 de enero de 1878. Buques como la Independencia habían pasado a ser reemplazado por los tipo casamata hacia 1870 y en 1879 era casi obsoleto. Lo irónico es que los acorazados tipo casamata como lo eran los chilenos fueron reemplazados en la Royal Navy después de 1882 por los buque torre como el Huáscar. Es más, Grau en su Memoria de 1878 señala que “buques semejantes al Huáscar, sin grandes dimensiones, ligeros en su marcha y movimientos, con uno o dos torreones y con un fuerte blindaje, es la nave que debe servir para el caso de reforzar nuestra Escuadra”. Esto deja a Grau como un adelantado en su época en cuanto a marina bélica. Como anécdota, mencionamos que el primer gran acorzado que Chile mandó a construir después de la guerra, el Capitán Prat (1891, 6901 ton), supervisado por el contraalmirante Juan José Latorre, no era con casamatas sino con torres giratorias: 4 torres dobles y 4 torres simples, es decir, en pocos años las marinas de guerra pasaron a contar con buques con numerosas torres, algo inédito 10 años atrás.

Los monitores de costa clase Canonicus, el “BAP Manco Cápac” y el “BAP Atahualpa”, bautizados así en honor del primer y el último Inca del Tawantisuyu, respectivamente, fueron adquiridos en abril de 1868. Habían sido construidos para la marina federalista de los Estados Unidos por Alex Swift & Company en los astilleros Niles & Rivers Works de Cincinnati, Ohio, y completados el 10 junio de 1865, cuando la guerra había terminado, el primero bajo el nombre de USS “Oneota” y el segundo como el USS “Catawaba”. Desplazaban 2,100 toneladas, con un motor de 350 caballos de fuerza y una velocidad teórica de 8 nudos, que nunca alcanzaron. Su velocidad real era de 5 nudos. Tenían una eslora de 226 pies y estaban protegidos por una coraza de 3 pulgadas, que aumentaba a 5 pulgadas en las partes vitales de la nave. Su armamento consistía en dos cañones lisos de avancarga modelo Dahlgreen de 15 pulgadas, que lanzaban proyectiles esféricos, montados sobre un torreón blindado giratorio a vapor, de 25 pies de diámetro con 10 pulgadas de coraza. En la práctica sin embargo, por su lentitud y mal estado, eran baterías flotantes; el “Atahualpa” prácticamente no se podía mover y el “Manco Cápac” apenas alcanzaba los 3.5 nudos de velocidad.

La corbeta “BAP Unión”, clase Súper Alabama, había sido mandada a construir por el gobierno rebelde de los Estados Confederados de América en 1863 a la casa Verns Hermanos de Nantes, Francia con el nombre de Shanghai. Fue adquirida por el Perú en 1864 junto a su gemelo el San Francisco y comisionadas en 1865 con los nombres de Unión y América respectivamente. La corbeta América fue destrozada, junto al acorazado norteamerciano Wateree, por el maremoto de Arica el 13 de agosoto. Su eslora era de 243 pies y desplazaba 1150 toneladas de registro (B.O.M.). Tenía 500 IHP, estaba provista de rotación a hélice, alcanzaba un andar de 13 nudos. En 1871 se le mandó a Inglaterra a cambiar sus calderas, regresando al Perú en 1873.

Por su parte la “BAP Pilcomayo”, a veces calificada como cañonera, era una nave de menor poderío, pero la más nueva de todas, construida en 1874 por orden del gobierno peruano en Money Wigram & Sons en Blackwood, Gran Bretaña, con maquinaria de J. Penn & Company de Greenwich, la cual alcanzaba una potencia de 180 caballos de fuerza. Desplazaba 600 toneladas, tenía 271 pies de eslora, alcanzaba los 11 nudos de velocidad y estaba armada con dos cañones de 70 libras, uno en cada banda de la nave y cuatro cañones de 40 libras o 4.5 pulgadas, dos por banda, también rayados, de avancarga, de modelo Parrot. Su nombre debió ser Putumayo , pero por error del pintor se le puso Pilcomayo, que no es un río peruano. Su gemela, la Chanchamayo se hundió el 13 de Julio de 1876 en el trayecto de Paita a Etén.

Completaban la flota las lanchas “Arno”, “Urcos”, “Capitanía”, “Resguardo” y “Tumbes”, que estaban armadas cada cual con un cañón de 40 libras, uno de 32 libras y una ametralladora, así como algunas lanchas torpederas de la clase Herreshoff construidas en los Estados Unidos que llegaron en plena guerra: la “Alianza”, “República” y “Alay”, armadas con torpedos de botalón. La “Alay” fue capturada por el crucero chileno Amazonas en diciembre de 1879 e integrada a la escuadra de Chile con el nombre de “Guacolda”. También se adquirieron torpedos de John Louis Lay, que alcanzaban una velocidad de 12.5 nudos, con una carga explosiva de 36 kilos.

Se contaba con los transportes Chalaco (comprado durante la Guerra con España), Limeña (comprado por el Mariscal Ramón Castilla en Estados Unidos para llevar rifles al Perú y a hacer una revolución, pero cuando falleció en 1867, pasó a integrar la marina peruana) y el Talisman (comprado por Nicolás de Piérola en Inglaterra en 1874 para llevar armas al Perú para su revolución, pero capturado por el Huáscar en Ilo el 2 de noviembre de 1874 e incorporado a la armada peruana), de los cuales sólo los dos primeros estaban artillados. Días antes de que empezara la guerra, el gobierno de Perú adquirió el transprote Oroya y vendió varios obsoletos.

Iniciada la guerra, el Perú organizó su escuadra en dos divisiones. La primera, la más poderosa, integrada por el “Huáscar”, la “Independencia” y los transportes “Chalaco”, “Limeña” y “Oroya”, fue puesta bajo el mando del capitán de navío AP Miguel Grau Seminario, uno de los más experimentados y prestigiosos marinos peruanos, comandante del “Huáscar”. La segunda, integrada por las corbetas “Unión” y “Pilcomayo”, los monitores “Atahualpa” y “Manco Cápac” y el transporte “Talismán”, quedó a órdenes del capitán de navío AP Aurelio García y García, quien durante el transcurso del conflicto se convertiría en comandante de la “Unión”. Los capitanes de navío AP Juan Guillermo More Ruiz y Nicolás del Portal, ejercían el mando de la 'Independencia” y de la “Unión” respectivamente, mientras que los capitanes de fragata AP José Sánchez Lagomarsino, Antonio de la Guerra y Carlos Ferreyros quedaron al frente del “Manco Cápac”, el “Atahualpa” y la “Pilcomayo”, respectivamente. En ese entonces a los capitanes de navío Grau, García y García y Ferreyros, conjuntamente con el contralmirante AP Lizardo Montero Flores, se les conocía como los cuatro ases de la marina peruana.

Al empezar la guerra, le correspondía el mando de la escuadra al contraalmirante Montero por ser el ofcial de mayor graduación, pero debido a intrigas políticas, pues Montero fue candidato a la Presidencia en 1876 y pensaba postular de nuevo en 1880, se le nombró Comandante General de las fortalezas de Arica, cuando este puerto no tenía ningún cañón.

En plena guerra el Perú intentó adquirir álgún acorazado en uso, pero no logro resultados. A mediados de 1879 intentó comprar a Francia la fragata blindada La Gloire, a través de un agente en Nicaragua, pero la diplomacia chilena descubrió la treta y una nota oficial que dirigió al Ministro de Relaciones Exteriores de Francia bastó para suspender la venta. La Gloire fue el primer acorazado de línea del mundo y fue desguazado en 1883 porque era casi obsoleto: no tenía espolón y se necesitaban 570 hombres para navegarlo. Aníbal Villegas, consúl peruano en Hamburgo, logró una opción de compra en Dinamarca de la fragata blindada HDMS Danmark y la posibilidad de comprar un blindado más pequeño (la fragata Peder Skram o el buque torre Lindormen), pero no se pudo depositar las £ 20000 exigidos como cuestión previa en agosto de 1879. Por medio de un banquero griego se intentó adquirir el buque de casamata Fethi Bulend de Turquía a fines de 1879. Se otorgaron sumas de dinero a políticos para que convencieran la sultán de la operación, pero el marino inglés Hobbart Baja, que servía en la marina turca, deseoso de evitar la pérdida de uno de los mejores buques de Turquía, optó por advertir a la legación chilena en Londres sobre el negocio en vísperas de que este fuese concluido en Constantinopla. Un funcionario chileno fue enviado a Cosntantinopla para que mediante un estipendio de no menos de £ 3000 influyese en el ánimo del sultán para que esté no accediera a vender buques al Perú. En Estados Unidos se logró la opción de compra del Stevens Battery, un buque blindado que se inició su construcción en 1840 por Robert L. Stevens, pero que nunca fue terminado. Este buque se destinaba a venderlo a la marina norteamericana, pero fue rechazado porque se consideraba un artefacto inservible. El Perú no lo compró porque en enero de 1880 no tenía los 750 mil dólares que se pedía. A fines de ese año, el Stevens Battery fue vendido a 55 mil dólares a un armador que lo desguazó.

Al empezar la guerra hízose una suscripción en todo el Perú para comprar adquirir naves de combate. Con aquella suma se mandó a construir en los astilleros Howaldt de Kiel dos cruceros no blindados con casco de fierro, que para despistar a los agentes chilenos se les llamó Sócrates y Diógenes. Ambos buques fueron embargados en Inglaterra cuando se le montaban cañones Armstrong por cuestiones de neutralidad. Terminada la guerra, el dinero no alcanzó sino para sacar al crucero Sócrates, bautizado como BAP Lima, recién en 1889, mientras el Diógenes permaneció en inglaterra hasta 1898, cuando con motivo de la guerra con España lo compró la marina de Estados Unidos, dándole el nombre de USS Topeka.

[editar] Comparación de tonelajes y armamento

Hay un grave problema entre los historiadores de la época en cuanto al tonelaje de los buques, pues hasta antes de 1872 fue costumbre en Inglaterra y en todas las marianas del mundo, al referirse al desplazamiento, considerar el sistema conocido como Builders Old Measurement (Medidas Antiguas del Fabricante), comúnmente expresadas por las letras B.O.M., que son toneladas de registro, una medida de VOLUMEN y no de masa. Lo mismo sucede con la potencia de los buques, pues el lenguaje técnico de ese entonces es muy diferente al actual, cuando se refieren a los caballos nominales. Las medidas más precisas están en los buques de Chile y no de Perú, que están muy subestimados.

Los gruesos cañones de 300 libras del “Huáscar”, los más potentes de la Royal Navy hasta 1867, tenían un poder de penetración con granadas Palliser de un blindaje de hierro forjado de 10 pulgadas en un tiro muy cercano y 8.5 pulgadas a 1000 yardas, pero nunca contó con esas granadas. En cambio, los cañones de 248 libras de los acorazados chilenos si contaban con granadas Palliser y podían perforar un blindaje de 11.3 en tiro cercano y de 10 pulgadas a 1000 yardas. El poder de perforación se debía a la energía cinética del proyectil al momento del choque, siendo los cañones chilenos más modernos, tenían estos una mayor energía cinética. El avance en tecnología del cañón en cuanto a su energía cinética, hizo que las granadas tipo Palliser fueran obsoletas a fines del siglo XIX. De todas maneras, durante el combate de Angamos el BAP Húascar sólo acertó tres tiros al acorazado Cochrane, por lo que la suerte estaba decidida aún si hubiera contado con granadas Palliser.

Los años de la guerra era una época en que se decidía utilizar cañón de ánima lisa o rayada, de avancarga o de retrocarga, de material de bronce, de fierro o de acero. Los cañones de la armada peruana eran muy anticuados y tenían un alcance medio de 3.5 km, en cambio los de la armada chilena estaban en 5 km de alcance medio y durante la guerra, los cruceros Amazonas y Angamos fueron equipados con cañones de retrocarga de más de 7 km de alcance, que los hacía inalcanzables a los cañones de defensa de costa. Tanto los blindados chilenos y peruanos utilizaban cañones de avancarga.

[editar] Fuerzas terrestres

En el Ejército del Perú, la situación no era distinta; el Ejército de Línea del Perú, tenía una variopinta colección de fusiles, algunos ellos tan antiguos, de lenta avancarga, fusiles de aguja y modelos peruanos reformados y adaptados para dicho Ejército; muchos de ellos inservibles y fuera de uso, oxidándose en los almacenes. En conclusión, en tierra, la situación de ambos ejércitos, no era distinta:

• PERÚ: Ejército de Línea: 5000 efectivos divididos en 8 batallones, 2 regimientos de caballería y 2 regimientos de artillería. Los caballos eran comprados en Argentina y Chile, pero eran de muy poca alzada y los cañones, los más nuevos eran de 1861. Debido a la crisis, el ejército había disminuido en los últimos años, pasando de 12 mil hombres en 1868, a 8 mil en 1872 y sólo 3 mil en 1876.

En 1870, los coroneles Bolognesi y Castañón compraron 2000 fusiles Comblain II de 11 mm en 1870 antes de que estos fueran adoptados por el ejército belga (1871). El gobierno peruano envió al coronel Emilio Castañón a comprar 5 mil fusiles Comblain II en 1873, pero no pudo porque la fabrica estaba ocupada en un pedido de Chile por 9 mil fusiles y uno de Brasil por 12 mil fusiles. En cambio, Castañón compró de remate 5100 fusiles Chassepot (que fueron modificados para cartucho metálico de 11 mm, pues originalmente era de cartuchos de papel) y órdeno fabricar en Bonnmüller (Alemania) 5 mil fusiles similares al Chassepot, excepto la recámara, que era para cartuchos metálicos de 11 mm, y alza similar al sistema Beaumont. Este rifle fue llamado "Modelo Peruano" o Chassepot-Castañón. Si bien la infantería tenía calibre unificado, los Chassepot eran muy deficientes: luego de 50 a 100 tiros se tenía que limpiar el fusil, desarmar el cerrojo de la cualta, cambiar la aguja (que golpeaba el fulminante) y cambiar los obturadores (piezas de caucho que aseguraban la hermeticidad de la recámara).

Durante el intento revolucionario del Mariscal Ramón Castilla en 1867, el vapor rebelde Limeña trajo varios rifles de retrocarga y repetición de la Guerra Civil de Estados Unidos. Por las revoluciones de Piérola (1874 y 1876) ingresaron la Perú varios sistemas más de rifles, complicando el armamento de la infantería.

En plena guerra, le Perú hizo compras muy apuradas de fusiles que aumentaron el problema de calibres en el ejército. Durante la guerra habían Peabody de calibres 10.4 mm (de España) y 11 mm (de Suiza), Snider (fusil oficial del ejército inglés hasta 1874) de 14.6 mm, Martini-Henry de 11.43 mm (arma oficial del ejército inglés que reemplazó al Snider), Remington de 12.7 mm (Egipcio) y de 11 mm (Español), Spencer de 13.2 mm (el primer rifle de repetición, que almacenaba 7 cartuchos en la culata), además de varios cientos de Chassepot de aguja, Evans, Peabody-Martini, Rampart, Springfield, Wilson y el famoso Winchester 66. Los Peabody fueron comprados de segunda mano, pues aparecían insignias y caracteres turcos en las miras. En junio de 1879, Bolivia le prestó al Perú 2200 fusiles Remington de 11 mm ,que le fueron devueltas el mes siguiente.

La caballería utilizaban sables y rifles Henry (similar al Spencer) y "Modelo Peruano".

La artillería poseía unos 30 cañones de bronce, de calibres de a 4, de a 8 y de a 9 libras, con un alcance máximo de 2 km. En plena guerra, el Perú compró 6 cañones de montaña Krupp de 60 mm en 1879 y otros 6 que ingresaron a través de Bolivia en 1880. A fines de 1879, el gobierno de Perú le encargo al inglés John White, dueño de la fundición de Piedra Liza, la fabricación de cañones en Lima. Al año siguiente, la misma labor se le encomendó a Juan C. Grieve, Subdirector de la Escuela de Artes y Oficios.

Los cañones White eran una imitación de los cañones de bronce Vavasseur de fines de los 1860s. Eran de calibre de 55 mm, con alcance máximo de 2.5 Km los de montaña y de 3.8 Km los de campaña y lanzaban proyectiles de 2.09 Kg de peso. Estos cañones eran de muy mala calidad, reventándose varios en las pruebas de campo, debido a que el bronce fundido era deficiente en dureza. Un informe del 23 de marzo de 1880 de la Inspección General del Ejército, concluyó que sólo se aceptasen las 16 piezas ya acabadas y no más , por la impropia aleación de metales; pero acondición de rectificar prolijamente la colocación de las miras y el obturador, para anular el escape de gas y derivacioens que tenía la boca de fuego. Ya sea por corrupción o por necesidad, se fabricaron 31 cañones de montaña y 49 de campaña.

Los cañones Grieve eran similares a los Krupp de montaña de 60 mm que usaba el ejército chileno. Ante la escasez de acero, Grieve diseñó un sistema de zunchado en frío, el cual consistía en que el tubo o ánima de acero, fue introducido a presión mediante una prensa hidraúlica de 40 toneladas en una camiseta de bronce. El cañón era de 60.3 mm de calibre, con alcance máximo de 4 Km, proyectiles de 2.3 Kg y se llegaron a fabricar 42 de estos cañones. las piezas Grieve capturadas en la Campaña de Lima fueron llevadas a chile y una comisión presidida por el general Maturana las encontró satiisfactoria para ser incorporadas al Parque Artillero del ejército chileno. Años después, estas piezas fueron usadas por el jército del congreso en la Guerra Civil de Chile de 1891.

También se fabricaron dos cañones en la fundición de Bellavista sistema Selay, pero no hay datos técnicos de ellos.

El Presidente Prado órdeno la compra de 40 a 50 ametralladoras Gatling, la mejor de la época, pero sólo llegaron 19 al Perú.

• Bolivia: el ejército de Bolivia, competía en modestia con su fuerza naval, pues se componía de un general de división, un general de brigada, nueve coroneles y otros oficiales que en conjunto sumaban 359. Al inicio de la guerra estaba constituida por tres batallones, un regimiento de caballería y una columna de artillería, en total, unos 1800 hombres. Al igual que Perú, al empezar la guerra compró armamento en Estados Unidos.

La infantería estaba armada con fusiles Remington, el modelo conocido como Rolling Block, que en aquella época fue adoptado por el ejército argentino, pues era el mejor del mundo a inicios de 1870s. Era un fusil de retrocarga a un solo cartucho, de calibre de 11 mm. También contaban con rifles Martini-Henry. Al inicio de la guerra, el Perú tuvo que prestarle mil fusiles Chassepot, que fueron devueltas en junio de 1879.

La caballería usaba carabinas Remington, pero carecía de sables y estaba mal montada.

La artillería contaba con dos cañones de bronce La Hitte, que era el cañón oficial del ejército fránces hasta 1871, con un alcance máximo de 2.5 Km. También tenía dos ametralladoras Nordenfelt. Durante la guerra compró 6 cañones Krupp de montaña de 60 mm.

• CHILE: Ejército de Línea: 2.440 efectivos (la ley autorizaba un máximo de 3.122).

Los soldados estaban distribuidos en 5 batallones de infantería de 300 plazas cada uno; dos de caballería a 3 escuadrones de 106 jinetes cada uno; y un regimiento de artillería a dos baterías con un total de 410 hombres. En plena guerra, los batallones fueron transformados en regimientos de dos batallones, enrolando chilenos residentes en Antofagasta. Con anterioridad a la guerra, Chile había despachado agentes a Europa para la compra de armas, debido a su conflicto con Argentina, por lo que compró más y mejores armas que los aliados.

La infantería contaba con 12500 fusiles Comnblain II y centenares de Beaumont, Gras y Kropatschek. Todos los sitemas estaban unificados en el calibre, que era de 11 mm, de tal manera que su abastecimiento de municiones fue sencillo. En marzo de 1879 comenzó a funcionar en Santiago una "Dirección General del Parque y Maestranza", que tenía la misión de proporcionar al ejército material, arammento y correaje, que llegó a fabricar 130 mil cartuchos diarios.

Al iniciar la guerra, Chile mandó a comprar fusiles Comblain, pero como esta fabrica era de baja capacidad (el fusil Comblain sólo lo usaban Bélgica , Brasil y Chile), se ordenó la compra de 20 mil fusiles Grass en Francia, siendo de esta manera casual que Chile llegó a tener el mejor fusil de la guerra. El fusil Grass era una versión mejorada del Chassepot y usaba el mismo cartucho que el Beaumont y Krospatschek.

La caballería tenía buen ganado, utilizaba sables, carabinas Spencer al inicio de la guerra y luego con Winchester (versión mejorada del Spencer), arma de repetición que almacenaba 17 cartuchos.

La artillería tenía una docena de cañones de bronce rayados sistema La Hitte modelo 1858; eran de montaña, de 86.5 mm de calibre y alcance máximo de 2.5 Km. Pero la principal arma eran los cañones de acero Krupp que en número de 30 equipaban al ejército: habían de campaña modelo 1867, con alcance de 3 Km y calibre de 78.5 mm, campaña modelo 1873, con alcance de 4.8 Km y calibre de 87 mm y de montaña modelo 1873, con alcance 3 Km y calibre de 60 mm. Para la Campaña de Lima, el ejército chileno contaba con 67 cañones Krupp modelo de 1879 y 1880, de campaña y montaña, de calibres de 75 mm y alcances máximos de 3 Km para el de montaña y 4.6 Km para el de campaña; además de 6 cañones de campaña Armstrong de 66 mm y 8 ametralladoras Gatling.