Estudios de Tacito

1598 La edición de Justus Lipsius de las obras completas de Tácito.

Tácito es recordado ante todo en su lugar como Roma 's más grande historiador, la igualdad, si no el superior de Tucídides , los antiguos griegos historiador más importante. Tacito estudios, sin embargo, se extienden mucho más allá del campo de la historia. Su trabajo ha sido leído por su instrucción moral, su agarre y la narrativa dramática, y su estilo de prosa inimitable; él ha sido (y sigue siendo) más influyente como teórico político, fuera del campo de la historia. Las lecciones políticas tomadas de su caída trabajo más o menos en dos campos (identificada por Giuseppe Toffanin): los "Tacitists rojas", que lo utiliza para apoyar ideales republicanos, y los "Tacitists negros", los que leen sus cuentas como una lección de Maquiavélico realpolitik.

Aunque su trabajo es la fuente más fiable para la historia de su época, su exactitud de los hechos en ocasiones se cuestiona: la Anales se basan en parte en fuentes secundarias de fiabilidad desconocida, y hay algunos pequeños errores obvios (por ejemplo, confundiendo las dos hijas de Marco Antonio y Octavia Minor, tanto nombrado Antonia). La Historias, escritas de documentos primarios y profundo conocimiento de la época flavia, se piensa que es más exacto, aunque el odio de Tácito de Domiciano aparentemente coloreado su tono y las interpretaciones.

Antigüedad y Edad Media

Los contemporáneos de Tácito fueron bien familiarizados con su trabajo; Plinio el Joven, uno de sus primeros admiradores, lo felicitó por su precisión mejor de lo habitual y predijo, correctamente, que sus historias serían inmortales. Sus libros son claramente entre las fuentes de las obras clásicas del siglo segundo como El informe de Cassius Dio en la exploración de Agrícola de Gran Bretaña, y Hegesipo pudo haber tomado de su cuenta de la Gran Revuelta Judía. Sus métodos históricos difíciles y estilo literario, sin embargo, fue unimitated excepto por Amiano Marcelino, que conscientemente se propuso escribir una continuación de sus trabajos. Su popularidad se desvaneció con el tiempo: sus interpretaciones desfavorables de los primeros emperadores no podrían haber valido el favor de los gobernantes de Roma cada vez más autocráticos, y su evidente desprecio por el judaísmo y el cristianismo (ambos cultos extranjeros molestos a los ojos de un aristócrata romano del siglo I) hechos lo impopular entre los primeros Padres de la Iglesia. El escritor tercio del siglo Tertuliano, por ejemplo, lo culpa (incorrectamente-ver historia del antisemitismo) para originar la historia de que los Judios adoraban a la cabeza de un burro en el Santo de los Santos y le "ille mendaciorum loquacissimus", "el más locuaz de los mentirosos 'llama.

Monjes como Eginardo fueron los únicos lectores de Tácito para la mayoría de las Edad Media .

En el siglo cuarto hay referencias dispersas a su vida y obra. Flavio Vopiscus, uno de los supuestos Scriptores Historiae Augustae, lo menciona en dos ocasiones ( Aureliano 2.1, Probo 2.7.) Y lo nombra entre los viros disertissimos, los hombres más elocuentes. Amiano Marcelino, como se ha mencionado, comenzó su historia en que Tácito había terminado. Jerome sabía de él, y Sulpicio Severo lo usó como fuente para pasajes sobre Nero. En el siglo quinto a sólo unos autores parecen conscientes de él: Sidonio Apolinar, quien lo admira, y Orosio, que alternativamente le ridiculiza como un tonto y toma prestado pasajes (incluyendo muchos que se perdieron de otra manera) de sus obras. Casiodoro y su discípulo Jordanes (mediados del siglo sexto) hacen que las últimas referencias antiguas conocidas; Casiodoro se basa en partes de la Germania y Jordanes cita el Agricola, pero ambos sabemos que el autor sólo como Cornelio.

Después de Jordanes, Tácito desapareció de la literatura para la mayor parte de dos siglos, y sólo cuatro ciertas referencias apareció hasta 1360. Dos provienen de Monjes francos de la Renacimiento carolingio: el Anales de Fulda de la monasterio de Fulda utiliza Anales de Tácito, y Rodolfo de Fulda tomado de la Germania para su Translatio Sancti Alexandri. Algunas de las obras de Tácito eran conocidos en Monte Cassino en 1100, donde los otros dos ciertas referencias aparecen: Pedro el Diácono Vita Sancti Severi utiliza el Agricola, y Paulino Venetus, Obispo de Pozzuoli, plagió pasajes de los Anales en su mapamundi. Consejos y reminiscencias de Tácito aparecen en la literatura francesa e Inglés, así como el alemán y el italiano, desde el 12 hasta el siglo 14, pero ninguno de ellos son del todo seguro. No fue hasta Giovanni Boccaccio trajo el manuscrito de los Anales 16.11 y las historias fuera de Monte Cassino a Florencia, en la década de 1360 o 1370, que Tácito comenzó a recuperar algo de su importancia literaria de edad.

Renacimiento Italiano

Leonardo Bruni fue el primero en utilizar Tácito como fuente para la filosofía política.

Esfuerzos de Boccaccio trajeron las obras de Tácito de nuevo en circulación, donde público que se pasaron en gran medida por el Los humanistas de los siglos 14 y 15, que prefirieron el buen estilo de Cicerón y la historia patriótica de Tito Livio, que era, con mucho, su historiador favorito. La primera en leer sus obras, eran cuatro: Boccaccio, Benvenuto Rambaldi, Domenico Bandini, y Coluccio ellos Salutati lectura únicamente por su información histórica y su estilo literario. En cuanto al fondo de estos se dividieron. Bandini lo llamó "[a] orador más elocuente e historiador" , Mientras Salutati comentó:

Para qué voy a decir de Cornelio Tácito? Aunque un hombre muy culto, que no fue capaz de igualar los más cercanos [Cicerón]. Pero él era aún muy por detrás de Tito Livio, quien propuso a seguir, no sólo en la serie histórica, sino en la imitación de la elocuencia.

El uso de Tácito como fuente para la filosofía política , no obstante, comenzó en esta época, provocada por la La lucha de Florentino República en contra de las ambiciones imperiales de Giangaleazzo Visconti. La muerte de Visconti de una enfermedad hizo más que levantar su asedio de Florencia; chispeó Leonardo Bruni para escribir su Panegírico a la ciudad de Florencia (c. 1403), en el que citó Tácito (Historias, 1.1) para reforzar su teoría republicana que la monarquía era hostil a la virtud, la nobleza, y (especialmente) genio. La inspiración fue la novela-Bruni probablemente había aprendido de Tácito de Salutati. La tesis del mismo modo: el propio Tácito había reconocido que los buenos emperadores Nerva y Trajano no representaban una amenaza para sus esfuerzos.

Tácito, y la teoría que Bruni basa en él, jugaron un papel vital en el animado debate entre los republicanos de Florencia y los partidarios de la monarquía y la aristocracia en otros lugares. Guarino da Verona, en 1435, utiliza el florecimiento literario de Augusto 's época-que incluía Livio, Horacio, Virgilio , y Séneca el Viejo-argumentar en contra de la afirmación de Bruni; Gian Francesco Poggio Bracciolini respondió con el argumento de que todos los autores habían nacido durante los últimos años de la República romana. Pier Candido Decembrio, un milanés cortesano, se dirigió al mismo argumento a Bruni en el año siguiente, que Bruni no se molestó en refutar, el mejor argumento en contra habiéndose hecho ya. La regla de Cosimo de Medici, sin embargo, vio el final de estas lecturas políticas de Tácito, aunque sus obras eran ahora fácilmente disponibles en la biblioteca pública de Florencia. En lugar de ello, los estudiosos como Leone Battista Alberti y Flavio Biondo le utiliza en trabajos académicos sobre la historia y la arquitectura del siglo primero Roma. Su estilo lacónico y sombrío panorama se mantuvo impopular.

Nicolás Maquiavelo en ocasiones se asemeja a Tácito en su realismo pesimista, pero él mismo prefiere Tito Livio.

A principios del siglo 15, después de la expulsión de la Medici de Florencia, su regreso, y la invasiones extranjeras de Italia, Tácito regresaron a la prominencia entre los teóricos de la republicanismo clásico. Nicolás Maquiavelo fue el primero de reanimarlo, pero no (al principio) en el modelo republicano que Bruni y otros habían seguido. Una cita de los Anales ( 13.19) aparece en El Príncipe (cap. 13), el asesoramiento al gobernante que "siempre ha sido la opinión y juicio de los hombres sabios que nada puede ser tan incierto e inestable como la fama o el poder no fundada en su propia fuerza". El Príncipe idealizado tiene cierta semejanza con Tiberio de Tácito; algunos (sobre todo Giuseppe Toffanin) han argumentado que Maquiavelo había hecho más uso de Tácito que él demostró. De hecho, sin embargo, Maquiavelo había probablemente no leer los primeros libros de los Anales en ese tiempo en que fueron publicadas después de El Príncipe.

En su republicano abiertamente Discursos sobre la primera década de Tito Livio, Maquiavelo volvió a perspectiva republicana de Bruni en Tácito. Cuatro referencias explícitas aparecen en la obra. Capítulo 1.10 sigue Tácito (Historias 1.1), y Bruni, sobre los efectos de enfriamiento de la monarquía. Capítulo 1.29 comillas las Historias ( 4.3) sobre la carga de la gratitud y el placer de la venganza. Capítulo 3.6 cotizaciones Tácito: "los hombres tienen que honrar las cosas pasadas sino que obedecen a la presente, y debe desear buenos príncipes, pero toleran los que ya tienen". 3.19 tuerce una línea de Tácito ( 3,55) en algo muy similar a la famosa máxima de Maquiavelo de que es mejor que un príncipe ser temido que amado. (El original hizo un punto muy diferente: que el respeto por el emperador y un deseo de ajustarse, no el miedo y el castigo, mantiene ciertos senadores en línea.) Muchas referencias encubiertas aparecen: Maquiavelo sigue generalmente inclinado decididamente negativa de Tácito sobre la historia de Roma bajo la Emperadores.

Maquiavelo tenía leer Tácito para obtener instrucciones sobre las formas de gobierno , republicano, así como autocrático, pero después de que sus libros fueron colocados en la Index Librorum Prohibitorum, escritores sobre filosofía política (los llamados "Tacitists negros" -ver arriba) utiliza con frecuencia el Romano como un sustituto de la florentina (que es la parte maquiavélico de la florentina), y el emperador Tiberio como enmascarar para el príncipe ideal. Así, autores como Francesco Guicciardini considera obra de Tácito ser una instrucción sobre cómo construir un Estado despótico. Siguiendo esa línea de pensamiento (católicos en apariencia lectura Tácito en lugar del príncipe todavía prohibido de Maquiavelo), los pensadores de la Contrarreforma y la edad de las monarquías absolutas utilizan sus obras como un conjunto de normas y principios para la acción política.

Ilustración y las revoluciones

Los primeros teóricos del razón de Estado utiliza Tácito para defender un ideal de gobierno imperial. Otros lectores lo utilizan para construir un método para vivir bajo un estado despótico, evitando tanto servilismo y oposición inútil. Diderot, por ejemplo, utiliza las obras de Tácito, en su apología de Séneca, para justificar la colaboración de los filósofos con el soberano.

Durante la Ilustración Tácito fue admirado sobre todo por su oposición al despotismo. En la literatura, algunos grandes trágicos como Corneille, Jean Racine y Alfieri, tomó inspiración de Tácito por sus personajes dramáticos.

Edward Gibbon fue fuertemente influenciado por el estilo histórico de Tácito en su Historia de la decadencia y caída del Imperio Romano,

Los revolucionarios franceses , para quienes Tácito había sido una parte central de su educación temprana, hacen mucho uso de sus críticas a la tiranía y el amor de la república, él es uno de los autores más citado (detrás de Cicerón, Horacio, y Plutarco) por los miembros de la Nacional y Asambleas legislativas y de autores revolucionarios como Jacques Pierre Brissot. Más tarde, durante la Reino del terror, Camille Desmoulins y los escritores de la Actes des apôtres lo usó para denunciar los excesos de la Jacobinos.

Napoleón , por otro lado, ataca sus obras furiosamente, tanto para el estilo y contenido. Este aspirante a fundador de una dinastía imperial, alabado por entre otros Goethe por su perspicacia en la literatura, sabía que el peligro de que las historias de Tácito podrían plantear a quien quiso ir por el acaparamiento de poder. François de Chateaubriand, por su parte, ya había comparado el nuevo emperador de los franceses a los peores emperadores de Roma, y advirtió que una nueva Tácito haría algún día para Napoleón lo Tácito había hecho por Nero. La reacción del emperador era vicioso: a Goethe y Wieland se quejó de que "[Tácito] encuentra intención criminal en los actos más simples, y hace sinvergüenzas completos de todos los emperadores para que nos admiramos su genio en la exposición de ellos". A otros, les juró que Tácito, ce pamphlétaire, había "calumniado los emperadores" quién, él afirmó, el pueblo romano había amado.

Siglo 20

Por la autenticidad del siglo 20 de los textos restantes atribuidos a Tácito se reconoce en general, aparte de algunas diferencias de opinión acerca de la Dialogus. Tácito convirtió en una parte social de ningún tipo de educación en la literatura clásica - por lo general, sin embargo, sólo después de que el estudio de César, Tito Livio, Cicerón, etc mientras que el estilo de Tácito requiere una mayor comprensión de la lengua latina, y se percibe como menos "clásica" de los autores de la época de Augusto.

Una hazaña notable se logró mediante la Robert Graves: la mayor brecha de texto que había ido perdida de los Anales considerado partes del final de Reinado de Tiberio, el conjunto de El reinado de Calígula, y la mayor parte de Claudio 'reinado (la parte restante de Tácito manuscrito sólo tomaron de nuevo a la muerte de este emperador, para la transición hacia el reinado de Nero). Robert Graves 1934 Yo, Claudio, y la consiguiente Claudio el Dios (1935) llenó el vacío perfectamente: todas las partes que faltan de los Anales, hasta la última parte del reinado de sí mismo Claudio, estaban cubiertos por una historia coherente. Por supuesto parte de ella puede ser considerado "falso documental" en el Tradición Historia Augusta (por ejemplo, cómo Claudio realmente sentía por republicanismo, en gran medida elaborada por Graves veces basados en documentos históricos "reconstruidas", probablemente nunca serán realmente establecido). Graves prestado mucho de 'estilo: aparte de la "franqueza" de un Emperador en la foto para escribir sus memorias para uso privado (vinculado al "testamento perdido de Claudio" mencionado en Tácito Tácito Anales), el trato es también en un año -por años base, con digresiones no muy diferente de digresiones "moralizantes" de Tácito, de modo que en la introducción de la segunda de estas dos volúmenes Graves tuvo a defenderse de la siguiente manera:

Algunos críticos de Yo, Claudio, el volumen introductorio a Claudio el Dios, sugirieron que al escribirlo me había limitado a consultar Anales de Tácito y Suetonio de Doce Césares, corren juntos, y ampliaron el resultado con mi propio "lujoso vigoroso." Esto no fue así; ni es el caso aquí. Entre los escritores clásicos que han sido tomados de la composición de Claudio el Dios son Tácito, Dión Casio, Suetonio, Plinio, Varrón, Valerio Máximo, Orosio, Frontino, Estrabón, César , Columela, Plutarco, Josefo , Diodoro de Sicilia, Focio, Xiphilinus, Zonaras, Seneca, Petronio, Juvenal, Philo, Celso, los autores de la Hechos de los Apóstoles y de los pseudo-evangelios de Nicodemo y St. James, y el propio Claudio en sus cartas que sobreviven y discursos.

... Sin duda, Tácito sigue siendo el primer autor mencionado en esta lista.

Graves trabajo reflejada en la percepción de Tácito trabajo: Graves frenaron la "difamación de los emperadores" retratando Claudio como emperador de buen humor, en el fondo un republicano (... probablemente se extiende algunos de ingenuidad de Claudio para lograr ese efecto ) - lo que resulta en la percepción de que si la parte "Claudio" de los anales de Tácito había sobrevivido probablemente no habría sido toda difamación hacia los emperadores del siglo I . La defensa más explícita de republicanismo en Graves trabajo (es decir: mucho más explícita que en Tácito trabajo) también hizo una defensa directa adicional de Tacitism negro del todo imposible (por lo que Napoleón, por no defender una línea Tacitism negro de hadn pensamiento 't ya hizo esa interpretación obsoleto).

Al final del vigésimo siglo, sin embargo, una especie de tacitism roja invertida (como la nueva variante de tacitism negro podría ser llamado) apareció, por ejemplo, en publicaciones como Tácito de Woodman revisado: las nuevas teorías describen los emperadores de la ya no como principado monarcas gobernando como autócratas , sino como "magistrados" en esencia la defensa de una forma "republicana" del gobierno (que podría excusar algunas de sus acciones precipitadas), muy en línea con la postura indulgente Graves respecto a los crímenes cometidos bajo el gobierno de Claudio (princeps por ejemplo, el hacer a un lado de la Élder L. Silano, que muestra la falta de conciencia del emperador según Tácito, . Ann XII, 3; mientras aparece la cuenta del mismo incidente de Graves no declarar contra Claudio).

Siglo 21

Una de las polémicas de Tácito contra los males del imperio, desde su Agricola (cap. 30), fue citado a menudo durante los Estados Unidos invasiones de Afganistán e Irak, por los que encontraron sus advertencias como aplicable a la era moderna como a la antigua (véase, por ejemplo El Guardián). Se dice, en parte:

Raptores orbis, postquam cuncta vastantibus defuere terrae, iam yegua scrutantur: si locuples hostis est, Avari, mendigo si, ambitiosi, quo no Oriens, no Occidens satiaverit [...] Auferre trucidare rapere falsis nominibus imperium, atque ubi solitudinem faciunt, recurrente pacem.

Bandoleros del mundo, después que la tierra ha fallado a sus manos todo devastadores, sondean incluso el mar; si sus enemigos ser rico, son codiciosos; si fuere pobre, que son ambiciosos; ni Oriente ni Occidente les ha saciado [...] Ellos saquean, que matan y roban: esta falsamente nombrar imperio, y donde hacen un desierto, lo llaman paz.

(Puntuacion sigue el Loeb Classical Library edición)